M&G |Joel Pimentel

7. Un primer beso

En cada pasó que daba, el miedo aumentaba notablemente.
Joel seguía a mi lado, al parecer no pensaba separarse de mi.

–Será mejor que guardes eso –dijo Joel apuntando con la vista a Renato quien sostenía el arma que la chica había tomado del cuerpo sin vida del guardia.
¿En que momento la tomó?

El sólo asintió y la metió dentro de sus pantalones.
Me asegure de mirar bien por donde caminaba, no quería perder a nadie más y el simple hecho de estar aquí implicaba la pérdida.

–Esto huele asqueroso –se quejó Richard tapando su nariz.
Tenía razón, huele demasiado mal, me asfixia el olor.

–Espero no sea otra trampa –chilló la chica. Rodé los ojos de tan sólo escuchar su voz. Perra.

Tome el brazo de Joel y lo jale hacia delante. El se miraba confundido pero seguí caminando abrazada a el.

–¿Qué pasa? –soltó una risa. No entendía como podía sonreír después de todo, pero que puedo decir, es Joel Pimentel. Siempre cargaba una sonrisa por más mal que estuviera, siempre admire eso de el.

–Nada, sólo camina –dije suavemente. El asintió é hizo lo que le pedí, parecía que teníamos todo bajo control.

Parecía...

Había una pregunta rondando por mi mente. ¿Y si el guardia nos mintió? ¿Y si no existe una segunda salida? No podía ni siquiera pensarlo con claridad, si estaba en lo correcto y no había salida, sería nuestro fin.

–Oye, llevamos un par de horas aquí y no se tu nombre –dijo con una sonrisa burlona.

–McKenzie, Kelly McKenzie –le tendí mi mano y la acepto.

–Joel Pimentel.

–Eso ya lo se –reí.

–Pero no lo habías escuchado salir de mis labios –admitió y era completamente cierto–. En fin, un gusto conocerte, aunque sea en estas condiciones.

Forcé una sonrísa. Jamás me hubiera imaginado conocer a Joel de está forma, ninguno de mis alocados sueños se comparaba con la cruda realidad que estaba viviendo ahora mismo.

Los ojos de Joel seguían con ese brillo especial, a pesar de todo no lo había perdido. Joel era un chico o más bien un hombre fuerte, nunca se dejaba caer.

–Tengo miedo –admití.
De un momento a otro detuvo el pasó, se puso frente a mi y entrelazo nuestras manos.

–Nada malo pasará, no dejaré que te pase nada –susurró con la voz débil. Lo único que hice fue darle un cálido abrazo, no importaron las horas que pasaron desde que lo vi o lo muy poco que lo conocía, mi amor de fan comenzaba a salir poco a poco.

–Gracias –dije apenada.
Dirigió su mano a mi mejilla acariciándola suavemente, pasó un mechón de cabello por detrás de mi oreja y acercó su rostro al mío.

–Si algo termina mal, si no salgo con vida de aquí –trago saliva–. Me gustaría saber lo que se siente estar enamorado.

Su respiración chocaba con la mía, abrí levemente mis labios en señal de que también quería esto. Posicionó sus manos en mi mejilla mientras se acercaba más a mi, sus labios rozaron los míos haciéndome querer más. No parecía que este fuera su primer beso, lo hacia como un experto mientras que yo intentaba seguirle el ritmo.

–Gracias por esto –susurró en mis labios. Abrí mis ojos sólo para ver como se relamía los labios y volvió a juntarlos con los míos, estaba vez fue uno pequeño, de pico.

Sonreí cómo una boba enamorada, había sido el primer beso de Joel.

Entrelazo nuestras manos y comenzamos a caminar de nuevo, entre la suciedad y el agua.