JUNTOS

LUNA DE MIEL (CAPITULO .5.)

(CONTADO POR KILLIAN)

Puse en rumbo el Rolly Roger, normalmente siempre viajaba con tripulación, pero esta vez solo tripularíamos mi navío Emma y yo, unos días de verdadera tranquilidad y a solas con mi mujer...

· Capitán, ¿A dónde nos dirigimos?

· A un lugar que descubrí hace un tiempo.

· ¿Y está muy lejos?

· No mucho, pero tengo que decir que verte aquí sola en mi navío va a hacer que nos retrasemos un poco más de la cuenta.

· ¿A sí?

· Amor, ven aquí – LE DIJE LLAMÁNDOLA DESDE EL TIMÓN –

· No querrás que maneje este timón, ¿no?

· No amor, quiero que hagas magia.

· ¿Magia?

· Pon tus manitas sobre él y haz que el barco siga recto sin que necesite de nuestra presencia.

· ¿Y dónde estaríamos mejor que frente a este timón? – ME PREGUNTÓ –

· Tal vez en cierto camarote...

· ¿En el camarote del Capitán Garfio?

· Si – LE DIJE HACIENDO QUE DE SUS MANOS SALIESE CIERTA LUZ BLANCA DIRECTA AL TIMÓN – ¡¡¡SWAN!!!

· Capitán, cuando vos quiera – ME DIJO –

La cogí en brazos y bajé con ella al que había sido mi hogar por cientos de años, la dejé sobre mi cama y ella parecía muy divertida, movió de nuevo sus lindas manos y mi ropa dejo de ser normal, ahora vestía como antaño, todo de cuero con mi casaca negra...

· ¡¡¡uuuummmm!!!, mucho mejor – ME DIJO EMMA –

· ¿Mejor?

· Si mi marido es el Capitán Garfio y estoy en su camarote, ¿deberá vestir como tal, no crees?

· Me gusta tu juego salvadora.

(CONTADO POR EMMA)

Tras tener nuestra primera vez en el Rolly Roger me quedé sobre un Killian aún jadeante...

· Amor – ME DIJO –

· No tengo palabras, creo que este barco...

· Es mi navío y lo tengo de vuelta gracias a ti.

· Te lo mereces.

· ¿Qué perdió Barba Negra?

· ¿Por qué quieres saberlo?

· Porque tuvo que ser algo que apreciaba mucho para cambiar mi barco por ello.

· Lo mismo que perdiste tú cuando lo cambiaste.

· Amor, yo te perdí a ti...

· Barba Negra se enamoró, pero ella no aceptaba que fuese un pirata...

· ¿Enamorarse?

· Cuando tu barco fue hechizado en Arandelle él se quedó sin navío así que estuvo vagando por el pueblo al igual que su tripulación y en la puerta de una mugrosa cantina se encontró con una mujer recién caída al suelo, por primera vez se portó como un caballero y ayudó a la señora, cuando estaba en pie llegó su hija haciendo que Barba Negra perdiese hasta el alma por la dama que tenía ante sus ojos.