UN DÍA DURO (CAPITULO .91.)

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CAPITULO .91.

UN DÍA DURO

(CONTADO POR KILLIAN)

Había sido una noche horrible, Emma no había dormido apenas nada así que cuando el sol despuntada por el horizonte me levanté y cerré las cortinas para que la luz no le molestase y pudiese descansar un rato más; después de hacer eso le escribí una nota a Emma diciéndole que me llevaba a la niña al gran salón, cuando llegué allí me senté en el trono de David, sabía que no era mi lugar pero era cómodo para estar allí con la niña en mis brazos...

· Le traje la leche a la niña – DIJO GALA –

· Dámela – LE CONTESTÉ HACIENDO QUE ELLA ME DIESE LA ESPECIE DE BIBERÓN CON LA QUE LA ALIMENTABAN A VECES Y EMPEZANDO A DÁRSELA A MI HIJA –

· Se te ve bien ahí sentado – DIJO BLANCA ENTRANDO EN EL SALÓN –

· Con su permiso, me retiro – DIJO GALA PIDIENDO PERMISO PARA IRSE –

· Adelante – LE DIJE –

· No me dijiste nada – ME DIJO BLANCA –

· No hay mucho que decir, la niña estaba despierta y Emma necesitaba dormir un poco más, empecé a andar con ella y terminé aquí.

· Es tu sitio.

· Es de David.

· Ya hemos tenido esta conversación.

· Anoche la gente me reconoció en la taberna, ninguno dijo príncipe, todos dijeron me conocieron como el "Capitán Garfio".

· Es que eres el Capitán Garfio, eso no deberías de olvidarlo.

· Eso mismo dijo Emma.

· Y a mi me alegra que seas tú quien esté sentado ahí.

· Había pocas opciones, tú hija nunca se fijo en un buen hombre.

· ¿Por qué?

· Primero en el hijo del Ser Oscuro, luego en mí, luego en un mono volador y por último otra vez en mí.

· Después de Neal estuvo el cazador.

· Es cierto, cuando llegó a Storybrooke.

· Killian, de todos el mejor resultaste tú, eres el que le ha demostrado amor verdadero, eres el que ha cambiado su vida por ella así que déjate de martirizar, te mereces estar aquí y si te sirve de consuelo sé que no eres el culpable de la muerte de Alicia.

· Voy a necesitar un par de hombres, quiero llevarla a un lugar.

· Dispón de los hombres que quieras, pero te dije en serio lo de darle sepultura en la necrópolis de palacio.

· Gracias, pero no.

· Garfio.

· Dime.

· Necesito que protejas a Emma, no sabemos lo que ese ser quiere de ella, pero no puedo perder a mi hija.

· Ni yo tampoco, le dije acabando de darle de comer a mi hija y sintiéndome tranquilo con ella en mis brazos.

· ¿Cuándo...?

· Voy a dejar a la niña en la alcoba y me cambio de ropa.

· Voy a prepararlo todo.

(DURANTE EL FUNERAL)

(CONTADO POR KILLIAN)

Habíamos estado demasiada gente para mi gusto, pero al parecer en el pueblo se había corrido la voz de que Alicia me había salvado la vida y todos querían darle el último adiós...

· ¿De verdad no quieres que te acompañe?

· No amor, ya lo organicé todo, tú espérame aquí.

Se dijeron muchas palabras, todas hermosas, pero no dejaban de ser eso, simples palabras, nadie allí exceptuando yo conocía de verdad a Alicia, pero tenía que guardas las apariencias y comportarme, aunque me muriese de ganas por sacar su cuerpo de allí y llevármelo.

(TRAS EL FUNERAL)

Al final me había llevado a cuatro hombres, les indiqué el camino y al final llegamos a un prado, Alicia siempre había hablado sobre retirarse a una cabaña rodeada de flores, pensé que nunca lo haría, pero ahora lo cumpliría, la guardia me ayudó a cavar un hoyo profundo, dejamos su cuerpo envuelto en delicadas sedas y ellos mismos empezaron a echar tierra sobre ella, cuando todo había acabado les pedí que me dejasen a solas...

· Gracias por regalarme tiempo – LE DIJE – No te voy a olvidar jamás, te voy a extrañar cada día que viva, pero te prometo que lo voy a disfrutar por ti. Adiós amiga, siempre te estaré agradecido por escucharme.

Tras poner varias flores sobre el montón de tierra grabé con mi garfio su nombre en una de las piedras y luego me monté en el caballo para partir con los hombres que me habían acompañado.

(EN EL PALACIO)

(CONTADO POR REGINA)

Tras el funeral me había ido del Palacio, estaba en los alrededores, pero estaba sola y lo necesitaba, Emma me había hecho pensar en lo que me había dicho Zeus y Robin y había llegado a la conclusión de que tenían razón, la Reina Malvada era parte de mi y tenía que asumirlo porque sino jamás podría controlar mi vida...

"Soy lo que soy, tengo lo que tengo, no soy el mal ni el bien encarnado, pero me acepto, parte que separé, parte de la que hui, vuelve a mí"

Recité las palabras como mi corazón me pedía, eran palabras que nunca se habían escrito, pero sabía que tenía que decirlas y cuando lo hice todo se oscureció haciendo que mi otra mitad apareciese de la nada...


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