JUNTOS

NO SÉ QUE PENSAR (CAPITULO .80.)

CONTADO POR KILLIAN
Tras irse Regina me había dispuesto a ir a las mazmorras para devolverle el pañuelo a Barba Negra pero luego me lo lo había pensado mejor y sería mejor quedármelo por si en un futuro nos era de nevó necesario.
- Killian, te estaba buscando, mi hija está preguntando por ti.
- Pues ahora mismo voy.
-¿Estás bien?
-Si, solo me quede pensando en todo lo que paso.
-¿Qué pasó?
-Pensé que Nova te había contado, cuando se fue Regina me dijo que iba a buscarte.
-No vi a Nova, ¿y a dónde fue Regina?
-Pues en resumidas cuentas sabemos dónde está la mujer de Barba Negra y Regina fue al castillo de la Reina porque quería usar el espejo.
-Un momento, ¿saben dónde está esa mujer?
-Si, te lo acabo de decir, Nova y Regina hicieron un hechizo de localización con este pañuelo que le quite a Barba Negra hace un rato.
-Me estoy perdiendo, ¿por qué no me avisaron?
-Pues no lo sé, yo solo contribuí con el pañuelo, el resto fue cosa del hadita y Regina.
-¿Y dónde está esa mujer?, porque ahora mismo mando a la guardia en su búsqueda.
-No gastes fuerzas porque esa endiablada está en Storybrooke.
-¿Qué?, ¿cómo?
-No sabemos como lo hizo pero el pañuelo se posó frente al armario de Emma, el que usasteis para sacarla de aquí cuando era un bebé.
-Pero... ese armario puede dar a cualquier parte.
-Al parecer no, al restaurarlo, su Majestad lo enlazó al original, cuyo está en la tienda del cocodrilo en Storybrooke.
-Es alucinante.
-Lo alucinante es saber que esa mujer se fue por ahí cuando tan sólo coge a lo mucho un simple bebé o un niño pequeño.
-Hay que avisar a David, la aparicien de esa mujer en nuestro pueblo puede ser consecuente de la pérdida de magia.
-Ahí ya hemos llegado, es más, Regina fue avisar para que empiecen la búsqueda.
-¿Se lo piensas decir a Barba Negra?
-No y pensándolo mucho será mejor que me mantenga alejado de las mazmorras, me he contenido una vez pero no te aseguro hacerlo más veces.
-Tendrá un juicio Killian.
-Lo sé pero soy pirata, te aseguro que lo que de verdad me apetece hacer es tomarme la justicia por mi mano.
-No eres como él.
-Pues por eso me contuve, porque no quiero ser con él, no quiero volver a ser el despiadado Capitán Garfio.
-Ya no eres un hombre lleno de rencor e ira, ahora tienes amigos y a una familia así que estás muy lejos del Capitán Garfio de antaño.
-Eso parece, ahora solo me queda que tu reino lo sepa.
-Ya lo sabe, desde tu convalecencia la gente cambió bastante con respecto a ti.
-Habrá que verlo.
-Necesito tu ayuda para llevar este Reino, no puedo hacerlo sola sin David y Emma tampoco está para ayudarme.
-Cuanta conmigo, en lo que te pueda ayudar, lo haré.
-Bueno te dejo que vayas con mi hija y mi nieta, voy a buscar a Nova, así me cuenta más detalles de vuestra andanza.
-Vale - LE DIJE ANTES DE IRME -

Recorrí medio palacio hasta que llegue a la alcoba que compartía con mi mujer, al entrar la vi despierta sentada en la cama con una bandeja delante.
-¿Dónde estabas?
-Haciendo unas cosas, supuse que debía dejarte descansar.
-¿Que clase de cosas?
-Nada importante.
-Killian...
-No es nada Emma, pero ahora dime, ¿Cómo te encuentras?
-Mejor, muy cansada pero algo mejor.
-Ya lo dijo Blackblood, necesitas unos días para recuperarte.
-Killian, ¿Qué es eso?
-¿Esto?
-Si.
-Un roído pañuelo, tranquila no es nada.
-¿De quién es ese pañuelo?
-De nadie importante.
-¿Por que me estás mintiendo?, ¿Qué pasa Killian?
- No pasa nada amor, no es de nadie el pañuelo.
-No quieres contármelo muy bien, lo tendré que averiguar...
-¿Dónde vas? -LE PREGUNTÉ AL VER QUE HACÍA EL INTENTO DE LEVANTARSE DE LA CAMA -
-Voy a averiguar qué leches me estás ocultando.
-Es de la mujer de Barba Negra, se lo quite para que Regina y Nova lo usasen en el hechizo de localización.
-¿Se lo quitasteis?, ¿Estás bien?
-Claro que estoy bien.
-¿Qué le hiciste Killian?
-Nada, te lo juro, tan solo le deje ver que estaba bien y le quite el pañuelo.
-¿Y por qué no se lo diste a Regina?
-Ya lo usaron.
-¿Y?, ¿Encontraron a esa mujer?
-Este ajetreo no creo que te venga muy bien amor, tú ahora lo que tienes que hacer es descansar y ocuparte de ti misma y de nuestra hija.
-No me desvíes el tema, la niña está dormida y yo estoy descansando más que nunca.
-¿Si te cuento, te calmarás?
-Si.

Me senté a su lado en la cama, sabía que en cuanto empezase a contarle ella querría saberlo todo así que le conté hasta el último detalle de todo lo que había pasado mientras ella dormía.

-Y Regina fue sola, ¿no?
-Si, ella se empeñó, yo le dije de ir pero no me dejó, hasta Nova se ofreció pero ya sabemos como es, agito sus manos y se desvaneció como el humo frente a nosotros.
-No debería de haber ido sola.
-Bueno amor, a Regina recupero su magia, no es que haya ido totalmente desprotegida.
-Tengo una mala sensación, creo que Regina y su otra mitad no se van a llevar como se han estado llevando hasta ahora.
-Estamos aquí porque la Reina quiere ayudar a Regina, no creo que ahora cambie de parecer.
-Cuando la trajo no Sabía que Regina le quitaría sus poderes.
-No va a pasar nada, ademas me prometiste calmarte si te contaba.
-Está bien, pero avísenme en cuanto esté de regreso.
-Te lo prometo.
-Me alegra saber que estás al cien por cien.
-Regina hizo lo propio.
-Podía hacer lo mismo conmigo.
-No puede porque lo tuyo no son heridas así que a ti te va a tocar descansar.
-Capitán, su hija le reclama - ME DIJO CUANDO LA NIÑA EMPEZÓ A REGUÑIR EN LA CUNA ZANJANDO NUESTRA CONVERSACIÓN -

Me levante de la cama y antes de coger a la niña enganche una especie de tapón en la punta del garfio, mi mujer no pudo contener la risa al verme y aunque ella me había dicho muchas veces que no lastimaría a la bebe, yo por si acaso prefería ser precavido.