JUNTOS

ES ÉL (CAPITULO.89.)

(CASTILLO DE LOS PRÍNCIPES)

(CONTADO POR BLANCA)

Me acababa de enterar de la escapada de mi hija, ella se había marchado del castillo sin ni siquiera decir nada, tan solo le había pedido a Nova que cuidase de la niña para después escabullirse en un caballo para buscar a su marido...

• ¡MAMÁ! – DIJO EMMA JUSTO CUANDO GARFIO DETENÍA EL CABALLO ANTE MI –

• ¡Blanca!

• ¿Se puede saber dónde leches andaban?, ¿Se volvieron locos?, la Reina Malvada anda nerviosa, su Robin ha perdido el norte y solo a ustedes se les ocurre salir del Castillo solos...

• Tranquila mamá.

• Blanca, asumo toda la culpa.

• Garfio... ¿cómo se te ocurrió?

• Necesitaba una copa o unas cuantas.

• Mamá, pasó algo en el camino.

• ¿Qué pasó?, ¿Están bien?, ¿Les hirieron?

• No, tranquila – ME DIJO MI HIJA – Pero entremos y te contamos.

• Saben que ese caballo es el de David, ¿no?

• Lo supuse cuando le vi – ME CONTESTÓ GARFIO –

• No lo sabía, lo vi listo y lo cogí... lo siento – DIJO MI HIJA –

• No pasa nada – LES DIJE – Llévate el caballo, quítale la montura y dale de comer y beber – DIJE MANDANDO A UN HOMBRE DE LAS CABALLERIZAS –

(DENTRO DEL PALACIO)

(CONTADO POR EMMA)

Tras contarle todo lo que habíamos vivido con el hombre misterioso a mi madre, a Nova y a Regina, el silencio reinó la sala...

• ¿Saben de quién se puede tratar? – PREGUNTÓ KILLIAN ROMPIENDO EL INCÓMODO SILENCIO –

• No lo sé, parece algún tipo de brujo o mago pero...

• Emma sintió el poder – DIJO NOVA –

• Apareció y desapareció de la nada – DIJE –

• Como la Reina Malvada hace... Regina...

• No es ella, yo siento cuando usa la magia y desde que salimos de su palacio no sentí nada en absoluto – LE CONTESTÓ REGINA A MI MADRE ANTES DE CONTINUAR LA FRASE –

• Aparece y desaparece, su piel es grisácea y Emma dijo que tenía el pelo y la barba negra como la noche... ¿Vieron si llevaba algún tipo de relicario? – NOS PREGUNTÓ NOVA HABLANDO MÁS PARA SI MISMA QUE PARA EL RESTO DE NOSOTROS -

• ¿Relicario?

• Si, un tipo de cilindro con grabados en relieve a su alrededor.

• Pues yo no vi nada parecido a lo que describes pero hay que reconocer que tampoco había mucha luz – DIJE –

• No vi nada, pero podía llevarlo bajo la túnica que usaba, la verdad es que quitando sus huesudas manos y su cadavérico rostro, lo demás de él estaba muy bien oculto – DIJO KILLIAN –

• ¿Por qué lo preguntas Nova? – LE PREGUNTÓ MI MADRE DEMOSTRANDO QUE ESTABA IGUAL DE PERDIDA QUE NOSOTROS –

• Hace muchos años, cuando estudiaba para ser un hada en una de mis escapadas para recoger el polvo de hada me encontré con una anciana, ya sabéis que me puede mi curiosidad asi que terminé hablando largo y tendido con ella y a partir de ahí empecé hacerle visitas continuadas pero un día cuando llegué a su casa la encontré muy desanimada y decaída, intenté sonsacarle por lo que le pasaba pero me dijo que no podía contarme aunque me dio a entender que tenía muchos años, más de ciento cincuenta, al principió no me lo creí pero cuando regresé otro día me la encontré muerta, estaba pálida y sus ojos se habían petrificado, intenté cerrárselos pero no pude, la arropé con una sábana y al hacerlo una carta se cayó de su mano, sé que no debí llevármela pero no pude contenerme.