Dos

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-Hola, bebe, ¿ya estabas durmiendo?—entraba al cuarto de su hijo.

-No, papi, no puedo dormir.

Se acerco a la cama para sentarse a su lado, el pequeño tenia en sus manos un dibujó. En el los tenia dibujados a ellos tomándolo de mano saliendo de la casa de adopción.

-No entiendo lo de dijo papá, que ya no iba a estar aquí.

-Oh pues... aveces los papis se tienen que separar pero que tu papá ya no vaya a estar aquí, no quiere decir que te quiera menos.

-Pero ¿tu no te pondrás triste?

-Tal vez un poquito, pero para eso te tengo a ti, me harás reír mucho cuando este triste ¿Cierto?

-¡Si papi! Yo siempre te haré feliz.

-Te amo bebe, entonces a dormir ¿Si?—le dio un beso en la frente, lo cobijó y se dirigió a su habitación.

Sentado en esa gran cama, en medio de ese cuarto en el que había dormido los últimos años de su vida; se sentía vacío. Tomo su celular para hacer una llamada y como siempre, en el primer timbrazo, contestaron.

-Eren.

-Espero que puedan venir mañana.

××××××××××××××××

-¿Donde esta dani?

-En la escuela, lo llevo levi.

-¿Por que no éstas tu en la escuela?

-Por que tomare el día libré.

-Eren, no puedes dejar de ir cuan...

-Mikasa, por favor, ni armin me está regañando tanto por faltar un día.

-Bueno, yo tampoco estoy muy de acuerdo con faltar a...

-¡Armin! ¡Por favor!

-Esta bien, lo siento.—Se disculpó el rubio.

-Habla ya idiota, por que nos hiciste venir aquí a los tres.

Y es que en la sala de la casa, estaban sentados los cuatro, Eren, Mikasa, Armin y Jean.

-Maldito caballo, no me pueden tener un poco de paciencia.

-Pero si llevamos aquí dos horas y lo único que has hecho es comer cereal y ponte algo de ropa ¡Por el amor de dios! Son las doce del día.—dijo señalando el desastre que era, un pantalón de cuadros y una playera mínimo tres tallas mas que la de el.

-Es cierto eren, no entiendo por que sigues en pija...

-Levi me pidió el divorcio.—solto de golpe. Los otros tres se quedaron con las palabras en sus bocas y sus miradas clavadas en el.

-¡¿Que ese maldito enano hizo que?!—La primera, obviamente su hermana.

-Eren, ¿estas hablando enserio?

Y en vez de que recibirán algunas palabras por parte del castaño, lo único que recibieron fue su carita llenarse de lágrimas. Armin fue el que se adelanto para poder abrazar a su amigo.

-¿Pero como? ¿Por que?

-No lo se, simplemente... no lo se, trato de buscar algo que haya hecho mal, tal vez fui un pésimo esposo tal vez...

-No sigas Eren–hablo Jean- ¡Tu eres el mejor esposo y padre que he conocido!—y es que aunque la mayoría del tiempo se estuvieran insultando, Jean y Eren eran  mejores amigos junto con Armin.

-No se que haré, ayer solo llegue a casa y me lo pidió, y... y... no paro de pensar en dani, Se supone le le teníamos que dar la mejor vida posible y ahora...y ahora...—No podía terminar bien sus frases por las lágrimas.

¡Vuelve a Mi!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora