Epilogo: cierre.

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Pequeñas risas se escuchaban dentro de esa casa. Se podía palpar el lindo ambiente del interior, era un día cálido, más no caluroso pero tampoco se podía sentir frío.

Los pasos se escuchaban de arriba abajo, pasos juguetones que se hacían lentos, y rápidos, de nuevo lentos y de nuevo rápidos. Eren corría del cuarto de invitados al baño y del baño a su habitación, riendo, procurando no ser alcanzado.

–Eren, trae ese lindo trasero aquí–Grito Levi saliendo del baño.

–¡No!

–Te voy a alcanzar y te comeré todo–Recibió una risa en respuesta, esa linda risa que amaba y nunca en su vida se cansaría de escucharla.

A paso rápido, Levi por fin pudo llegar a Eren, a quien tomo de la cintura para besarlo hambriento. Beso que fue correspondido de inmediato, fogosidad pura entre ellos dos, el menor jalaba los cabellos negros y trataba de pegarlo más hacia el aunque ya no fuera posible mientras que Levi apretaba el trasero fuertemente, metiendo sus manos al bóxer.

Memorizado. Ese sabor lo tenían memorizado, el sabor de sus bocas juntas, de los besos que hace años compartían, de las caricias ya estudiadas a profundidad y estaba bien. Todo estaba bien, porque el amor es así, y esa persona se convierte en tu zona segura.

–Tengo tantas ganas de follarte–Soltó Levi brusco.

–¿Enserio?–Ronroneo Eren.

–Si, quiero joder este trasero ahora mismo–Las palmadas en este no se hicieron esperar haciendo al castaño saltar de placer.

–Bien, pero no puedes tardar tanto–Sintió el cálido aliento justo en su cuello y la piel de Levi se erizó más. Sintió su polla vibrar fuerte y la forma en que Eren se frotaba descarado contra el, no ayudaba mucho.

–No te puedo prometer nada cuando te comportas así de travieso–El menor río complacido pero no detuvo sus movimientos, en cambio los aceleró un poco. Pasó su mano por el duro pecho de Levi, desde el inicio de los pectorales, pasando por el abdomen para finalmente subir la playera que estaba usando el pelinegro, tratando de quitarla rápidamente–Te voy a joder duro.

Tomo a Eren de la cintura cargándolo unos segundos, poniéndolo en la cama boca arriba mientras esté solo abría sus piernas ansioso por la afirmación que había recibido de su esposo momentos antes. Esperaba deseoso que lo jodieran rico, tal y como lo hacía siempre. Levi se quitó la playera que el castaño no había logrado sacar mientras lo observaba acostado en espera por el. Sus labios algo abiertos debido a la excitación, los pezones ya erectos completamente expuestos a el y el miembro debajo del duro abdomen marcando la única prenda de vestir que el menor conservaba. El pelinegro lamió sus labios y se abalanzó hacia la figura que tenía enfrente, posicionándose entre las piernas de este y llevando su boca directo al moreno cuello para besarle cada rincón.

Volvieron a comerse las bocas desesperados, toqueteándose cada rincón de sus pieles. Acariciando las zonas que ya sabían eran sus puntos débiles y Eren se alzaba sobre sus caderas para sacarse el bóxer que solo era una molestia en este punto, quedando así completamente desnudo. Levi se separo un poco para observarlo, pasó sus manos por sus piernas, acariciando, subiendo por sus muslos y deteniéndose en las caderas.

Las apretó fuerte, moviendo sus pulgares en círculos en los huesitos de las mismas ejerciendo un poco de presión. Eren se removía gustoso–Mhm, Levi–Salía de su boca.

–¿Listo, amor?–Pregunto con voz rasposa, Eren solo asintió rápido mordiendo su labio. Lo quería ya.

No pasó mucho tiempo después para que Levi estuviera haciendo movimientos relajados embistiendo al menor en un delicioso misionero.

¡Vuelve a Mi!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora