No soy la única

capitulo 5

Abro los ojos de golpe ante el recuerdo se esa noche, una noche que jamás olvidaré, me han dicho que no fue mi culpa que no debo cargar con ese peso en mi, pero me es imposible.

Abro el cajón de la mesita de noche que esta a  mi lado izquierdo y saco el portaretrato, lo veo y el recuerdo viene a mi mente.

*Un año y meses antes.... *

Estaba recostada en la cama, cuando siento a Lili moverse, sonrió y frotó mi vientre abultado de 7 meses.

- ¿La pequeña Lili tiene hambre o solo quiere jugar en la pansita de mami?

Y como típico de toda embarazada, viene a mi mente, un delicioso postre de leche. Miro el reloj y son las 10:15 de la noche, puede que la pastelería que esta cerca de aquí esté abierta aún. Me pongo un suéter, tomo las llaves del coche y manejo hacia la pastelería.

Afortunadamente llegué a la pastelería cuando estaban apunto de cerrar, la dueña se compadecio  por mi estado y me vendió un delicioso pastel de tres leches, mi favorito.

Manejando de regreso a casa, el semaforo esta en rojo, reviso mi celular checando si Pablo me ha llamado o mandado mensaje, pero no tengo nada. Levanto la mirada al semaforo y observo que se pone en verde.
En el momento que aceleró por mi ventana observó un resplandor acercándose a mi y el coche.

Trato de abrir mis ojos pero lo siento muy pesados, intento moverme pero mi cuerpo duele, suelto un quejido, y vuelvo a tratar de abrir los ojos, al fin lo hago,  intento mover mi brazo el cual me duele demasiado, pero no puedo. Miro mi brazo, lo tengo enyesado, y en ese instante recuerdo lo que paso.

Asustada bajo la mirada hacia mi vientre pero esta plano, entro en pánico.

-¡No, no, esto es una pesadilla, es una pesadilla, estoy soñando! - comienzo a gritar-¡ Pablo, Pablo! - grito, sollozando y llorando.

Una enfermera entra y se acerca a mi.

-Tranquila, tranquila- dice tratando de calmarme, pero es imposible.

-Dígame que es un sueño, por favor, dígame que mi Lili está bien, quiero verla por favor, dígame que está bien- la miro a los ojos y me mira con tristeza.

Escucho la puerta abrirse y entra Pablo. Me mira y puedo ver en su mirada, tanto enojo como tristeza.

-Pablo, por favor, dime que Lili esta bien, que la traerán para conocerla al fin, por favor Pablo , dimelo, dímelo-le ruego llorando.

Pablo agacha la mirada y veo que empieza a llorar. Levanta la cabeza y mira a la enfermera, diciéndole con la mirada que salga de la habitación y la enfermera sale.
Pablo acerca una silla y se sienta a mi lado sin mirarme.

- Por el choque, te quebrarste dos costillas, el brazo, y... - se le quiebra la voz.

-Pablo, por favor dime-

- Lili, nuestra Lili, no... No la veremos crecer, Dayana, no.. No escucharemos su risa, no la veremos dar sus primeros pasos, esta...- tapa su cara con las manos llorando.

- Mi Lili, mi pequeña, Lili- lloro tocando mi vientre.

....

Ese fue y siempre será, el peor día de mi vida. Limpio mis lágrimas con mi blusa y vuelvo a guardar el portaretrato en el cajón. Me recuesto en la cama y me dejo llevar por el sueño.