Capitulo 10

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PABLO POV

Antes de entrar  casa me tomo un minuto para mandar un mensaje de texto a Clarissa, avisando que llegué bien. Abro la puerta, y al agacharme a levantar mi maleta, veo el correo, un marrón grande y otros sobres de tamaño normal, los tomo y me adentro.

De camino a la recamara me doy cuenta que Dayana no esta en casa, lo mas seguro es que este con mi hermana, desde que se conocieron son inseparables. Entro, pongo la maleta en la cama, y me dispongo a sacar  mi ropa y acomodar de nuevo en su lugar. Quito el reloj de mi muñeca y me dispongo a colocarlo en el tocador de Dayana, antes de colocarlo, noto algo raro, no están las cosas que suele usar, ni su alajero. frunzo las cejas, extrañado y un poco exaltado entro al cuarto de baño, y reviso sus cajones..Ní sus cremas, ni sus sales, nada. «Que esta pasando». me apresuro a abrir el ropero, los cajones y el miedo se apodera de mi al no ver la ropa de Dayana,«no, no se pudo haber ido».  

Me apresuro hacia la sala de estar, «no se puede ir así como así sin razón alguna» . Tomo mi celular y marco su número...una tonada, dos, tres, pero no responde. Después de intentar demasiadas veces, decido llamar a mi hermana. Me siento en el sofá, recargo mis codos en mis rodillas, reposo mi frente en mi mano izquierda y con la otra sostengo el teléfono en mi oído.

—¡Dile a Dayana que se ponga al teléfono!—es lo primero que digo al escuchar que contesta la llamada.

—Pablo, estoy en el trabajo, ¿como quieres que la ponga al teléfono?—

—Solo dime donde esta, Dayana y te dejo de molestar,dime, Yuli—

—No esta conmigo, entiende, puede que haya ido de compras, y tu estas como loco—

—No esta su ropa, ni sus pertenencias, ¡NO HAY NADA!—DIgo exaltado, levanto mi cabeza, miro la mesa de estar y observo una hoja en ella. La tomo y me quedo helado, al leer lo que esta escrito. Siento que la sangre se me va a los pies. 

Pablo....

"La primera vez que me engañes, será culpa tuya. La segunda, será culpa mía"

No habrá segunda, ten eso por seguro.

Cuidate...

—Pablo, Pablo— escuho decir a Yuli.

—Voy a tu departamento, se que esta ahí—es lo ultimo que digo y corto la llamada.

Me levanto del sofá, tomo el celular, y  corro a la recamara, tomar las llaves  del coche, sin más las tomo y corro hacia la puerta y salgo directo a subirme al coche, Voy a toda velocidad, trato de nuevo marcando el numero de Dayana, pero como las veces anteriores, no hay respuesta. «no puedes ser que lo sepa».  Escucho el claxon de un coche, inmediatamente piso el freno, y el carro se detiene de golpe. Asustado veo hacia los lados y un coche pasa frente al coche, escucho a la persona al volante maldecirme, y acelera. 

Al llegar al estacionamiento, veo que el coche de Yuli, ya se encuentra ahí, «sabía que estaba aquí» ,  aparco el coche y bajo a toda velocidad. Llego a la puerta del departamento y la golpeo fuertemente con mis nudillos. 

—¿pretende romper mi puerta, o que?— dice Yuli, abriendo. La evado y entro sin más.

—¿Donde esta?, ¡Dayana!, ¡Dayana!— recorro el departamento gritando.

—¿vas a decirme que esta pasado?— 

—Tu sabes lo que esta pasando, dime donde esta—

—Tu debes de saber, eres su esposo—

Me quedo en silencio. Miro a Yuli, quien esta de brazos cruzados, y las cejas alzadas. Suspiro.

—Creo que..se entero de algo, y por eso se fue— digo pasando mis manos por mi cara.

—Debe ser algo demasiado malo para que se haya ido y llevado sus cosas, ¿que hiciste?—pregunta. La miro a los ojos—¿vas a hablar,o te vas a quedar ahí parado como idiota?— agacho la mirada.

—La estoy engañando— digo en voz baja.

—¿Que dijiste?—dice acercándose a mi.—¿La estas engañando?—La miro a los ojos en silencio. Sin previo aviso me da una bofetada. Lo merezco se que lo merezco.—Es increíble que hagas esto a Dayana, jamas creí que harías algo así, es tu esposa, tienen 5 años juntos,¡Cajaro!— se da la vuelta, caminando hacia la entrada.

—¿Donde vas?— pregunto caminando hacia ella. se para de golpe, y sin voltear a verme.

—Donde no estés tu, me alegro de que Dayana se haya ido, búscala en otro lugar por que aquí no esta—dice sin más, y sale del departamento. Me quedo mirando hacia la puerta, pienso en lo que acaba de pasar, y una lagrima sale de mi ojo.  Cierro mis ojos. 

meses atrás...

Ya perdí la cuenta de cuantas copas he bebido, solo se que quiero perderme por un momento, no saber nada. pido otra copa al cantinero. 

—¿Mal de amores?—escucho una voz femenina decir. Levanto la mirada y veo a una chica rubia, con una sonrisa en sus labios.

—Algo así—le devuelvo la sonrisa.

—¿Quieres compañía?, vine sola—sonríe coquetamente. La chica me mira atentamente cuando hablo, se siente tan bien. 

Hace mucho que no tenia una conversación tan animada con alguien, ya ni siquiera recuerdo cuando fue la ultima vez que Dayana y yo tuvimos una conversación así. Ahora no hablamos dado que casi siempre que lo hacemos terminamos discutiendo: ella llorando, y yo yendo al bar. Seguimos bebiendo, una cosa llevo a otra y terminamos en el asiento trasero de mi coche. La lleve donde me lo pidió, intercambiamos números y me fui directo a casa. Llego a casa, quito mi saco, lo aviento al sofá, quito mis zapatos, y me encamino a la recamara.  Miro la cama, Dayana dormida plácidamente, desde que pasó lo de Lili, las cosas han ido de mal a peor, ya no creo sentir tanto amor como lo sentía antes.-suspiro- Me desago de mi ropa, me adentro en la cama y me dejo llevar por el cansancio. 

Esa fue la primera pero no la ultima vez que vi a Clarissa.



No soy la únicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora