¡Provocándote de nuevo!- {Frededdy} T2 (Finalizada)

~Cap 2~ "¿Se puede quedar para siempre?"

El castaño se dirigió a su habitación después de aquello. El rubio le esperaba tumbado en la cama con la lámpara de la mesilla encendida, tenía el pijama puesto y llevaba unas pequeñas gafas mientras leía un libro. Freddy sonrió de lado para luego tumbarse a su lado.

—Te veo preocupado cari —. Comentó Golden. El castaño abrazó al contrario acurrucandose en su pecho.

—Golden... Estoy bastante confuso, ha pasado todo esto tan rápido...—. El rubio cerró el libro y lo dejó en la mesilla. Después miró al ojiazul.

—Tranquilo... Es maravilloso tener a Fred de nuevo ¿No? —. Freddy asintió.

— P-Pero no le veo igual... Es como si ya no le conociera de nada—. El ojigris pasó su brazo por la cadera del contrario correspondiendo al abrazo.

—Es normal... Llevas seis años pensando que estaba muerto Freddy—. Respondió — Pero eso no es problema... Nunca es tarde para conocer de nuevo a alguien, si te preocupa que no volváis a estar tan unidos tan sólo conócelo de nuevo—. Añadió.

— P-Pero...—.

—¿Cuantos años pasamos separados cuando me fui a Estados Unidos?—. Freddy se quedó pensando.

—Unos doce...—. El rubio sonrió levemente.

—Cuando nos volvimos a ver eramos iguales que cuando eramos pequeños... Sólo que de mayor estatura y con rasgos faciales diferentes—. Dijo mientras acariciaba la mejilla del castaño — Fred no ha cambiado... Sólo lo ves cambiado por muchas razones... La primera que tiene cuerpo, y la segunda que llevas seis años sin él cuando estabas acostumbrado a tenerlo siempre—. El castaño sonrió.

—Tienes razón —. Acabó diciendo— Gracias doradito—. Añadió para luego besar la mejilla del ya nombrado.

Tras eso acabaron durmiéndose. Mas un pequeño niño de cinco años estaba muy nervioso y alterado.

...

Me levanté bastante agitado en medio de la noche, tenía sed. Me puse las zapatillas de casa que me habían dejado para luego empezar a caminar por el pasillo de la casa. Pasé por en frente del cuarto de Golden y Freddy.

Al mirar por la puerta me pude encontrar al pequeño Ted en frente de la cama de sus padres... Parecía que quería meterse entre los ya nombrados, pero estos descansaban abrazados.

—Ted... ¿Qué pasa?—. Pregunté en susurros. El niño se giró bastante asustado pero al verme se calmó.

— T-Tengo miedo... He tenido un s-sueño malo—. Lo miré con ternura. Extendí mi brazo ofreciéndole mi mano, él la tomó con fuerza aferrándose también a mi brazo. Caminamos juntos a la cocina y me tomé un vaso de agua.

—¿Quieres dormir conmigo?—. El pequeño rubio asintió mientras no dejaba de mirar hacia todos lados temeroso. Tras eso fuimos juntos de nuevo a mi cuarto. Me tumbé en la cama con él... Se aferró con fuerza a mi pecho. En ese momento sentí una gran necesidad de protegerlo. Lo abracé de forma protectora.

— B-Buenas noches señor F-Fred—. Susurró antes de cerrar los ojos. Yo reí levemente.

—Puedes llamarme Fred a secas Ted... Y buenas noches, que sueñes con cosas bonitas—. El ojizafiro sonrió. No tardó ni diez segundos en quedar dormido... Yo también me dormí rápidamente.

—Te quiero—. Susurró muy bajo el niño, el pelinegro no lo oyó.

...