CAPITULO VI

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CAPITULO VI

Habían pasado ya dos meses desde que los niños se habían separado. Les habían pasado muchas cosas; Anne, empezó sus estudios en una de las escuelas más prestigiosas de Massachusetts, ¨The Bement School¨. Había conocido nuevas personas, y amigos. Todo estaba bien para ella se sentía cómoda en su nuevo hogar, en su escuela, con sus amigos y con todo lo que rodeaba.

Pero desde que salió del orfanato no había hablado con su mejor amigo. No tenía comunicación con él y no lo veía. Supuso que era porque sus tíos estaban muy ocupados como para llevarla. Pero aun así ella no dejaba de recordarlo y de preocuparse por él. Siempre llevaba consigo la carta que su amigo le había escrito pues, era una forma de tenerlo cerca.

En el orfanato Kendall, se las había arreglado para no pensar tanto en su amiga. Ya tenía nuevos amigos con los que se llevaba muy bien y trataba de distraerse casi todo el tiempo. Pero siempre sabía que el vacio que Anne le había dejado le afectaría un poco pero lo superaría.

Se preguntaba el por qué Anne no había ido a visitarlo como lo prometió, empezaba a dudar de ella, en que si en verdad cumplirá su promesa o si en verdad lo apreciaba tanto como ella le decía.

Pero un día comprendió que no sería fácil adaptarse a un nuevo mundo y nuevas personas sobre todo de clase tan alta. Y se dijo que le daría tiempo, que esperaría a que llegara a visitarlo como lo había prometido.

Un día; Anne, se dirigió a la terraza donde estaba su tía para poder conversar con ella. La terraza era un lugar simple donde solo había unas mesitas de madera barnizadas de color café, junto con unas sillas igual de madera barnizadas con una vista a toda la mansión donde pegaba la brisa y la luz del sol, era un lugar muy tranquilo para poder conversar, leer, pensar o tomarse un café.

-Tía, ¿Podemos hablar? Exclamo Anne mientras se dirigía a ella.

-Sí, dime.

-¿Por qué no hemos ido a ver a Kendall?

-Porque me parece mejor que estés lejos de él para que no te impida seguir con lo que tienes ahora. Repuso la tía.

Anne, se molesto con la respuesta que la tía le había dado y contesto.

-No es lo que me prometieron. Ni siquiera le he escrito y el pensara que me he olvidado de él y no es así. Ustedes no me llevan a verlo. Pensé que eran personas diferentes los conocí y parecían amables y confiados. No es justo.

-¡Anne, Anne! Cuando seas mayor entenderás el porqué de las cosas. Dijo la tía mientras le acariciaba el rostro a la pequeña niña.

-Pues no quiero vivir en un mundo donde las personas no cumplen los que prometen. Encontrare la forma de ir a verlo porque el si me importa.

La niña se fue a su recamara llena de enojo y llorando pensaba que todo este tiempo atrás estaba viviendo en una farsa con personas farsantes y entendió el porqué la tardanza de los tíos para ir a adoptarla. – ¿Por qué no lo hicieron cuando mis padres murieron? -¿Por qué hasta hoy? -¿Por qué me han mentido? Esas dudas se encontraban en su mente y quería respuestas pero sabía que su tía no se las daría. Decidió esperar a su tío para poder hablar con él.

Mientras esperaba a que su tío llegara pensaba en lo que le preguntaría tenía muchas preguntas que hacerle. Al cabo de un par de horas su tío llego a la casa y justo después de cenar tenía la costumbre de irse al estudio antes de dormir, esa era la oportunidad de Anne para poder hablar con él.

Se acerco al estudio y toco la puerta antes de entrar una voz al fondo dijo: pase.

-En que puedo ayudarte. Dijo el tío que se encontraba sentado detrás de la mesa de escritorio.

-Tío, hoy discutí muy feo con mi tía y me dejo con dudas. Exclamo la niña mientras se acerca.

-¡Ah sí!, dime, ¿Por qué discutieron?

-Porque no quiere llevarme a ver a Kendall. Me dijo que era para que el no me impida seguir con lo que tengo hasta ahora. Y eso no es así ¿sabes? El pensara que lo he abandonado. ¿Podrías decirme porque mi tía actuó así? ¿Acaso es todo esto una falsedad?

La niña tenía muchas dudas en su cabeza y espera a que su tío se las aclarara.

-Ven aquí pequeña. Repuso el tío mientras le señalaba sus piernas para que se sentara. –Aclarare todas las dudad que tengas. Añadió.

La niña inocentemente le hizo caso y se sentó.

-Veras, tu tía estos días a estado insoportable no le hagas caso yo te llevare a ver a tu amigo. En ese momento una cara de felicidad se figuro en la niña. Pero necesitare algo a cambio y te llevare a ver a Kendall las veces que quieras. Añadió el tío.

Con todo esto él empezó a acariciarle el cuerpo a la niña y ella muy asustada contesto.

-¿Qué quieres?

-Que me des algo que tu tía no puede darme. Si quieres ver a tu amiguito las veces que quieras tendrás que hacer lo que yo te diga sin decirle a nadie. Será un secreto entro tu y yo, ¡veras que bien nos la vamos a pasar! La miraba con mucho deseo se paro y le puso llave a la puerta del estudio para no ser interrumpido.

-¿De qué se trata? Exclamo la niña muy aterrada. Sabía que las cosas no estaban bien.

-Solo déjate llevar mi pequeña y no sentirás nada. Empezó a tocarla y besarla, la niña intento defenderse arañándolo pero fue en vano.

-¿Acaso no quieres ver a tu amigo? Dijo el tío. Esta es la única manera para que yo acceda a llevarte. ¡Vamos, coopera!

Pensando en su mejor amigo y con la ilusión de poder volver a verlo la aguanto esa impotencia que tenia contra su tío mientras el abusaba de esa pequeña niña tan frágil.

Mentes CriminalesWhere stories live. Discover now