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-Joder mi cabeza -Fue lo primero que dijo 8cho al levantarse por la tarde, a eso de las 13:00, se sentó en la cama solo para ver a su hermano a su lado, durmiendo tranquilamente. Esta imagen le causo mucha confusión, no recordaba mucho de anoche pero no quería haberla cagado, un miedo intenso se apodero de él al darse cuenta de que en su mente solo había una gran laguna. Sintió un gran dolor en su rostro y en su torso, levantó su camiseta solo para ver que en su abdomen habían muchos moratones que se extendían por toda su piel, esto solo le causo más confusión.

"Joder, ¿Me habré declarado o algo así? Dios ¿Y si la he cagao' y ya no me quiere hablar más? ¿Qué sería de mi sin él?" Estos y más pensamientos inundaron su cabeza que ya de por sí dolía por la resaca. Estaba inseguro, ¿Qué pasaría si había arruinado su único soporte? Él se derrumbaría y no quedaría más que polvo.

Ahora, a parte del dolor de cabeza y físico tenía que lidiar con aquel fuego interno que había comenzado a encender en su pecho. Se volvió a acostar en los brazos del contrario, deseando que no se despertarse y que eso jamás terminara, porque no quería enfrentarse a la dura realidad. A pesar de todos sus deseos, a los minutos su hermano despertó y 8cho decidió, por miedo, que sería mejor hacerse el dormido.

Su hermano abrió los ojos, encontrándose al contrario dormido junto a él, recordandole la noche anterior, como memorias que se le venían encima y le asfixiaban. Cada vez que miraba a su hermano se le venía a la mente la noche anterior, como estaba dispuesto a todo con tal de olvidar algo, ¿Qué seria eso? Eso era lo que más se preguntaba y le dolía que no estuviera dispuesto a contárselo, ¿No era él en quien más confiada? De todas formas esto no le importaba tanto, si no el hecho de que esa cosa le estuviera doliendo tanto y el no pudiese ayudarlo.

Carlos decidió que ya era hora de levantarse, se había quedado en la cama más de lo normal para estar con su hermano pero ahora quería salir a despejarse un poco. Se levantó con cuidado de no molestar al contrario, tomó un par de cosas y salió por la puerta de la habitación, seguidamente, de la casa. Dani abrió repentinamente los ojos, asegurándose de que su hermano ya no seguiría ahí. Se levantó con cuidado para ir a su habitación y acostarse en la cama.

Allí pudo pensar y llorar con tranquilidad, ¿Cuándo se le había ido la alegría tan repentinamente? A pesar de tirarse un largo rato allí, cuando no le quedaban lágrimas, se levantó yendo a la cocina a por algo de comer aunque únicamente su tomo una lata de "Burn".

A eso de las 20:00, Carlos volvió, había ido a la casa de uno de sus amigos y le había pedido algunos consejos, encontrando a su hermanito dormido en el sillón de la sala, se acercó a él, viendo como fruncía el entrecejo, probablemente por algún mal sueño. Carlos sonrío inconscientemente y lo tomó en brazos, cargándolo como una princesa y viendo como se acurrucaba aún más en su pecho. Le llevó  hasta su cama, donde le dejó acostado por debajo de las sabanas para después taparlo con ellas. Carlos prosiguió a irse hasta que 8cho logró abrir los ojos y le llamó.

-¿Podrías quedarte un rato más conmigo? -Pidió sorprendiéndole un poco ya que pensaba que estaba dormido, aunque asintió lentamente y se sentó en el borde de la cama, mirándole. Se había decidido, daba igual si su hermano le contaba o no, él siempre le demostraría que no estaba solo.

-Últimamente estas preguntando demasiado, sabes que yo estoy dispuesto a todo por ti -Le aclaró haciendo que su hermano tomase las sabanas y se cubriera el rostro con ellas por la vergüenza.

-Lo sé, lo sé -Dijo por lo bajo mientras reía un poco, seguidamente intento reincorporarse e hizo una mueca de dolor.

-¿Qué pasa? -Pregunto Tri Line. Dani levantó su camiseta dejando al descubierto su abdomen, donde reposaban varios moratones de gran tamaño, había olvidado que había estado en una pelea.

-No lo recuerdo -Confeso, apenado. Su hermano toco suavemente la piel ajena, logrando que se estremeciese.

-Ayer, cuando volviste, confesaste que te habías metido en una pelea -Dani le miró confundido, hace tiempo que había dejado de hacer eso -¿Te duele?

-Solo un poco -Tri line le miró, con una mirada triste que hizo que su pecho doliera.

Dani sintió como el tiempo se detuvo, solo estaban él y su hermano en su cuarto, las luces estaban apagadas y solo se colaba la luz del pasillo. La mano de su hermano acariciaba su abdomen y le causaba cosquillas, acerco su rostro con lentitud, como pidiendo permiso, no podía pensar en nada más, sus ojos se posaban en los labios ajenos y en su mente solo rondaba la pregunta de como sería probarlos. Ambos se acercaron, sus corazones latían con rapidez y en sus mejillas se había instalado un color rojizo. Cuando estuvieron a centímetros de distancia, sus respiraciones chocaban, Carlos reacciono de manera rápida y le dio un ágil beso en la punta de su nariz, logrando que se sonrojase aun más.

Dani pego sus frentes y cerro los ojos, simplemente disfrutando de la compañía de su hermano, sabiendo que pase lo que pase él estaría ahí.

-¿Puedes contarme que ha estado pasando? -Preguntó el menor después de unos minutos de silencio cómodo.

-E-Esta bien.

Dark Tri8choDonde viven las historias. Descúbrelo ahora