-Kookie, ¡eres increíble!- Decía Jimin mientras se recostaba al lado de su novio, que se encontraba desnudo en la cama, después de una larga noche de pasión.
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-Jiminie Hyung, ¡Seremos padres!- Dijo co...
La mañana llegó, Yoongi fue el primero en despertar, abrió lentamente sus ojos, tarto de mover su cuerpo pero no pudo, levanto solo su cabeza para ver qué es lo que lo apresaba y notó como las rodillas de Jungkook descansaban sobre su pecho, mientras el estómago lo apoyaba sobre la entre pierna de Yoongi y los brazos del menor se encontraban extendidos hacia los lados.
Qué manera de dormir. Pensó Yoongi.
Aunque disfrutara la vista del trasero que se exponía sin pudor alguno frente a sus narices, decidió acomodar al menor, así que con cuidado quito el cuerpo que se encontraba arriba de él, para seguido levantarse y tomar al menor en brazos, le dio la vuelta para que quedara del lado correspondiente en la cama y lo dejo descansar.
Aun no podía creer que Jeon Jungkook se encontrara en su casa. Siempre soñó con eso, pero por más que lo deseaba jamás sucedía y ahora sí. Jungkook se encontraba acostado sobre su cama, donde tantas veces se daba placer pensando en Jungkook. Fuera de pensamientos pervertidos, haría que Jungkook se quedara en esta casa para siempre.
Se dirigió a la cocina, para preparar el desayuno, aunque nunca le emociono la idea de cocinar, ya que le era muy agotador, sabía hacerlo. Y hoy lo haría por el castaño que en estos momentos dormía plácidamente.
Jungkook comenzó a removerse en la cama, al abrir sus ojos se levantó de golpe notando que esa no era su habitación, enseguida los recuerdos vinieron a su mente, ya más tranquilo se levantó dirigiéndose hacia la gran ventana de la habitación, afuera pudo notar las calles claramente mojadas, por la tormenta de la del día anterior, abrió la ventana y el aire fresco le golpeo en la cara, una sonrisa se dibujó en su rostro, aquí sentía tanta tranquilidad, le gustaba ese sentimiento, le producía felicidad.
A paso lento se dirigió a la cocina, siendo guiado por el rico olor que salía de ahí.
-Buenos días.- Dijo entrando tímidamente a la cocina.
-Buenos días.- Respondió Yoongi, regalándole una sonrisa.
-¿Necesitas ayuda?-
-No, ya acabe, solo toma asiento, en seguida te sirvo.-
Yoongi tomo dos platos, repartiendo la comida que hizo en porciones iguales, bueno le sirvió más a Jungkook ya que este debía comer por dos.
-¿Podrías prestarme tu celular? Le marcare a mi hermano para que pase por mí.-
-No te preocupes por ello Jungkook, yo te llevare a tu casa.-
-Está bien.- Dijo en tono bajo, para seguir comiendo.
Yoongi sentía el aire tenso así que decidió hablar.
-Jin me conto que buscabas trabajo, supongo que es lo que hacías ayer ¿cierto?- Jungkook asintió.- ¿Qué tal te fue? ¿Conseguiste empleo?-
-No, al mencionar sobre mi condición no me aceptaban, además de que no puedo trabajar en cualquier cosa, por las náuseas, mareos y esas... cosas.- El menor carraspeo al darse cuenta de lo que dijo.
-No te preocupes, lo sé todo.- El castaño lo miro sorprendido. –Que no te sorprenda, mi mejor amigo es tu hermano, suele contarme sus preocupaciones.- Jungkook le sonrió.
-Entiendo, gracias por el desayuno.- El menor se levantó para lavar su plato.
-Jungkookie ¿te gustaría trabajar para mí?- Pregunto de la nada Yoongi, aunque este no tenía trabajo para darle, pensó que sería una buena excusa para que Jungkook se quedara con él y así poder cuidar de él y él bebe de Jungkook.
-¿Trabajar para ti?- Pregunto confundido. –No quiero trabajos indecentes.-
Yoongi soltó una risa. –No tienes de que preocuparte, no será nada indecente, jamás te pediría algo así, o bueno, no en tu estado. El trabajo que te ofrezco es de...- Se quedó pensando un momento, no tenía anda en mente. –el de hacerme compañía.-
-¿Hacerte compañía? Pregunto incrédulo. –No ere un anciano que necesite compañía.-
-No, soy una persona que siempre se encuentra sola en esta casa, y quisiera a alguien para compartirla, además también ayudarías en los quehaceres domésticos de la casa, y ayudarme con papeleos, eso sería todo.-
-Parece un buen trabajo.- Se quedó pensando.
-Lo es, solo que tendrías que quedarte a vivir aquí, nada te faltara ni a ti, ni a tu bebe.-
-Está bien, acepto el trabajo.- Dijo con una gran sonrisa Jungkook.
Muy bien, ya lo tienes viviendo en tu casa Min Yoongi, ahora solo falta casarte y darle otro bebe.
Acabo de publicar 2 nuevas historias. Si gustan pasar a leerlas, se los agradecería.
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