Por mi parte, aún no podía creerlo. Creí que esto nunca se cumpliría o que en algún momento se convertiría en realidad. Esta vez, la frustración no quebrantaría mi espíritu. A veces, uno mismo se queda esperando a que el mal destino siga su curso y haga lo que algún día profundamente queremos evitar.
Supongo que tal vez te sentiste así, igual que yo.
Pero ahora quiero concentrarme en ese preciso instante, y me imaginaba que sería perfecto. Entonces, mi perspectiva cambió completamente. Ya no estaba solo, sino también ella, su pareja, a la que nunca había visto en mi vida. Ella volvió a hablar con algunas personas y se acercó a nosotros:
- Hola amor, ¿Quién es ella?
- Penélope, la acabo de conocer -decía- ¿Ella es? ...
- Mucho gusto, soy Catalina.
- Catalina, mi nombre es Samuel y ella es mi enamorada.- cada palabra suya me transmitía un dolor inmenso, un dolor que cualquiera no siente fácilmente. Sin embargo, mi valentía perduraba.
- Yo vivía en el apartamento que estaba frente al tuyo, y te vi solo, no pensaba que te encontrabas en una relación. -le respondí
- Sorprendente, no sabía que vivíamos tan cerca. Y dadas las circunstancias, Penélope tuvo que viajar hace un año por sus estudios, por eso estaba solo todo el tiempo.
Ella intervino otra vez.
- Y gracias a Dios, él volvió a vivir con Samuel. La vida nos había separado, pero estamos juntos felizmente. -Nada más me limité a decirles ...
- Felicidades, a ambos y que afortunados.
- Basta de hablar de nosotros, cuéntanos qué haces por aquí.
- Eh, yo comencé a trabajar en una empresa periodística. Y actualmente editaba noticias y demás, pero me transfirieron a otro lugar. Así es que me mudo cerca de mi nuevo empleo.
- Que buena Catalina. Espero que sigas logrando lo que quieras. -fue lo que él dijo.
Y cuando quería responderle, el tren se detuvo en Nashville, donde ambos descendieron. Apenas se despidieron de mí, rompí a llorar en silencio, para no llamar la atención de los pasajeros a mi alrededor. Parecía que había perdido la consciencia a consecuencia del encuentro que tuve con ellos hace unos minutos. Traté de respirar tranquilo y esperé a llegar pronto a la siguiente parada.
Mis sentimientos no eran muy claros, pero la situación sí. El momento que no aguardaba, fue el que se acercó a mí sin aviso alguno. Ese momento me desconcertó, y cada segundo por completo, me destrozó.
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Prohibido No Enamorarse (Cuento)
Romance- ¿Qué eran las luces que me envolvían a cada instante? Eran tus pupilas, eran esos hermosos ojos que no lograban verme con amor. - Catalina Bloom, una joven periodista conoce a Samuel, un sensato abogado. Él tiene una bella vida además de su enamor...