Capítulo VI

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2 meses después...

Samuel se encontraba muy bien, ya recuperado y obtuvo otros casos que cubrir en su agenda. Me preocupaba el tiempo que nos distanció sin medida. Notaba lo extraño que se ponían los días sin saber de él; ningún encuentro, ningún contacto.

Éramos mi rutina y yo. Tan solitarias, se podría decir.

Tanto de ello fue una prisión desierta para mí, no hubo nadie que me sacara de esta realidad para llevarme a donde mi amor estaba. Y si la mayor parte de mi vida era grandiosa por los buenos momentos conseguidos, siempre un rincón de mi aura se volvía triste, por no disfrutar de su compañia, por no ser su amiga como antes.

Aunque detectaba algo raro en su forma de actuar, estaba indiscutiblemente lejos de su pareja.

...

- Amor, ¿por qué no vamos al cine? Tengo día libre mañana y descanso del taller de capacitación.

- Lo siento. No creo que se pueda, trabajaré más seguido.

- Samuel, he estado pendiente de ti los meses pasados, pero basta ya. Debemos darnos un lugar para ambos.

- Déjame tranquilo Penélope. Lo que hiciste me disgustó y fue demasiado. Si te parece, mejor no tocamos el tema.

- Pues yo creo que ya estamos hablando de eso. No es justo tratarnos así, no de esta manera.

A punto de irse, ella lo detuvo del hombro y le dijo:

- Perdóname, se que hice mal, es cierto. Y lo lamento, de verdad. Solo te pido poder tener un espacio para los dos esta bien?

El le respondió con media sonrisa, sin nada de satisfacción:

- Por supuesto, no te molestes. Vuelvo enseguida.

Y por más que mostrara interés en el asunto, no dejó de pensar en mí ni un solo segundo. En su corazón, permaneció sus recuerdos conmigo. Para él, también sonaba extraño carecer de vida, por mi ausencia.

Nos extrañábamos y caíamos en el amor indefinidamente, en el amor profundo, en la templanza de nuestros deseos y únicos sentimientos.

Prohibido No Enamorarse (Cuento)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora