¿Me Permites Enamorarme? [ In A Heartbeat Fanfic ] ❤

7: Deseable.

No sabía que sentir al respecto. Mientras me sentaba en mi silla correspondiente dentro del salón, y trataba de prestar atención a mi maestro explicando algo de cálculo integral, mi cabeza estaba en otro lado pensando y analizando la situación en la que me encontraba.

¿Soy pansexual? ¿Eso se puede? ¿Se elige? O simplemente... ¿se nace con ello? ¿podría dejar de serlo si lo quisiera así?

Mis dudas eran cada vez más, y conforme aumentaban, mis manos sudaban y me sentía mareado consecuentemente.

El maestro se acercó a mí y, sin tratar de ocultar mi nerviosísmo lo volteé a ver.

— ¿Joven Jonathan..?.- Preguntó sin más.- ¿Está usted bien?.-

Todos mis compañeros de salón voltearon a verme enseguida, creo que Sherwin también lo hizo. Mis manos temblaron más si se podía y con un hilo de voz contesté:

— N-no...-

Kelly fué la primera en levantarse de su asiento a mi lado, y me tocó las mejillas con extrema preocupación.

— Jonathan, ¿qué te pasa?.-

No le contesté, a lo lejos escuché como susurraban acerca de mi estado. ¿Estarían hablando de mi homo... pansexualidad? ¿Sabrían que besé a Sherwin? ¿Le dirían a mamá?...

— Jonnhy... ¿qué tienes?.- Volvió a preguntarme Kelly.— Estás completamente frío y pálido.-

Juro que quise decirle que tenía miedo, me aterraba lo que los demás dijeran del perfecto Jonathan Díaz. Mi corazón latía tan fuerte, quise gritar y llorar.

No quiero... ¿Porqué me pasa esto a mí?...

Todo se oscureció ante mí, y en un intento de querer pedir ayuda, lo último que ví fueron los amielados ojos de Sherwin mirándome con angustia.

Después no supe nada más.

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— Excelente, entonces deja de reclamarme, idiota.-

Abrí los ojos y lo primero que ví fué a mi mamá hablando por teléfono con una persona. Intenté levantarme pero una punzada en mi cabeza me hizo volver a acostarme haciendo una mueca de disgusto.

— N-no te levantes... P-porfavor.. Aún n-no estás b-bien..-

La última persona que debería estar ahí conmigo, lo estaba.
Mis recuerdos de hace unos cuantos días regresaron de golpe al ver a Sherwin sentado junto a mí dentro de la enfermería de la escuela; mamá estaba fuera de la enfermería pero por su acalorada discusión por teléfono supe que no entraría.

Intenté levantarme otra vez, quería saber qué tenía.
Nunca me he desmayado y es muy raro que le suceda a alguien que se alimenta sanamente.
La cabeza me dolía pero aún así lo intenté.

Unas manos se posaron en mi pecho con delicadeza y volteé a ver a Sherwin.

— J-Jonathan... N-no...-

Tragué duro al ver que mi chaleco de uniforme no lo traía encima, solamente mi camisa blanca. Y el calor de las manos del niño a mi lado me traspasaba ferozmente.

— Todo esto es tu culpa...- Susurré sin querer. Bajé la mirada, y me recosté nuevamente. Sherwin ahogó un gemido y cubrió su rostro con ambas manos.

Joder... Deja de ser tan adorable.

— ¿M-mi culpa..?.- Preguntó asustado, asomando sus ojos por entre sus dedos.— Y-yo lo s-siento tanto... N-no quise...-