CAPITULO II
A la semana siguiente las cosas cambiaron un poco en mi vida, la mayor parte del tiempo estaba con Sam, curiosamente aunque no me agradaba del todo, una parte de mía se sentía muy autentica con él y eso me mantenía pegado de cierta forma.
-No es tan difícil, sólo colocas el casete aquí, y presionas el botón con la flecha. ¿Lo ves? Y ahí puedes escuchar las canciones de Bon jovi.
-Ya veo. –Puse atención a la música ignorando un poco al chico, pero no por mucho. -¿Cómo la vuelves atrás?
-Simplemente tienes que presionar el de reversa, doble flechas atrás. –Retrocedió y dejó esa canción sonar, yo tenía un sólo audífono y el otro lo tenía él, fui moviendo mi cabeza al ritmo de la música poco a poco, Sam parecía reírse de mí, encontrando graciosa mi desconocimiento de la moderna tecnología.
Estábamos casi llegando abril, aunque los días seguían siendo calurosos, así que al finalizar las clases salíamos la mayoría con la camisa, el sweater daba demasiado calor.
-Me sonrió y se fue, comenzaba a notar que su forma de decir adiós era precisamente esa, con una sonrisa. El resto de los mortales debió esperar el autobús, me bajé en el centro y el resto del camino lo hice a pie, debía mantener un tiempo más mi ''reputación'' de niño rico y por ahora todo estaba bien como para arruinarlo al propio.
O eso decía mamá.
Llegué a los bloques, subí hasta mi piso y comencé a preparar las cosas, mamá llegó por la tarde a la cena.
-¿Cómo te ha ido con las clases?
-Bien, todo bien. –Pero no estaba aquel día particularmente interesado en comer.
-¿No te estás molestado? –dijo algo molesta, parecía incomoda con mi presencia, supuse rápidamente que era un día estresante para ella.
-No, todo va bien. –Jugué con los tallarines un momento mientras hubo un leve silencio entre todos.
La profesora de lenguaje estaba repartiendo las calificaciones, cuando llegó a Sam solo negó con la cabeza soltando un comentario acido.
-Si no se pone las pilas, parece que vamos a repetir el curso otra vez.
-No hay problema profe, me asignaron un tutor para ponerle más interés. –Me abrazó rodeando mi hombro y le sonrió tan amplio que parecía que le brillaban los dientes.
A la hora de salida caminábamos juntos, estaba cayendo una suave llovizna, la primera en verdad. Así que la mayoría se fue rápidamente a su casa. Emprendí mi camino para tomar la locomoción y como era ya costumbre irrumpió sin permiso con su masculina y energética voz.
YOU ARE READING
SUPONGAMOS
Teen FictionBenjamín es un chico de una situación económica bastante ajustada y que ha vivido ocultando su homosexualidad para su familia. De pronto tras su madre al enterarse de que su hijo es victima de maltratos en su escuela, decide con la ayuda del padrino...