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Eran cerca de las 10:30 p.m. JiMin se estaba tardando más de lo normal "Deben ser turnos extras" se reprendió YoonGi; desde hacía dos meses que su bonito novio no dejaba de trabajar día y noche. Todo para pagarle sus tratamientos, medicinas y los gastos del hogar. YoonGi no era tonto, sabía que había algo raro; pero no se sentía en la posición de refutar cuando el menor llevaba todo el peso de su hogar en los hombros.

Cosas caras, llamadas en la noche, eventos de último minuto y un novio que sollozaba al apedirle perdón cuando le creía dormido.

Era como estar atrapado en una vitrina de cristal, sabes lo que ocurre, pero no puedes moverte mucho porque de lo contrario, todo se viene abajo.

- ¡Ya llegué Min min! Adivina lo que compré; Bulgogi y un poco de vino. Sé que no deberías tomar mucho alcohol, pero vi está botella elegante y no pude negarme el traerla. – Un poco avergonzado por sus acciones imprudentes, Park evitó mirarlo a los ojos cuando mencionó esto último. Al acomodar todo y darse la vuelta, tenía una encantadora sonría. Lástima el olor a tabaco que le pisaba los talones.

Min YoonGi sonrío intentando verse menos cansado de lo usual, apreciaba las buenas intenciones del más bajo. Pero una voz en su cabeza seguía gritándole alertas en el fondo de su cabeza.

- ¿Cómo se supone que me pueda negar a ti? – El azabache se acercó a su novio y acarició su mejilla con delicadeza. - Cuando eres tan hermoso.

- Lamento decirlo, pero estás bajo mi hechizo. – JiMin lo acerco a sí y se besaron con todo el amor que sentían el uno por el otro.

Imperceptibles lagrimas comenzaron a salir de los ojos del mayor cuando visiones de su novio besando a alguien más lo invadieron. Moría un poco más con cada invento de su mente.

Al separarse, JiMin notó como la nariz del mayor tenía un leve tono rojizo y el cómo sus mejillas estaban húmedas. Min YoonGi no era tonto, él lo sabía. Pero todo terminaría pronto, no dejaría que Min min siguiera sufriendo por esto.

- Por favor, nunca me liberes de él. – Susurró el pálido con los ojos aún cerrados.

- No tengo planeado hacerlo en lo absoluto. – Con devoción infinita, se sentó junto a quien tanto amaba y lo invitó a comer. Ver su sonrisa cuando le contaba las cosas nuevas que había aprendido o el cómo cerraba sus ojos antes de disfrutar otro sorbo del costoso alcohol. Tengo que soportarlo, valdrá la pena, todo pasará pronto. Pensaba el menor

Esa noche hicieron el amor; entre besos dulces, gemidos ruidosos e ilusiones de cristal.


- Te amo tanto, Min min.

- ¿Sólo a mí?

- Sólo a ti soy capaz de amarte, en esta y en todas las vidas que te encuentre. 

Sweet Lies •Jimsu•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora