- Sabes, he estado pensando mucho últimamente. – Murmuró el mayor en medio del desayuno. Se veía ciertamente desmejorado; ojeras marcadas, las mejillas más hundidas, y había perdido su color blanquecino abriendo pasó a un nauseabundo tono gris.
Min YoonGi no podía mirarse al espejo sin sentir que se echaría a llorar si no despegaba la mirada del reflejo, se sentía tan agotado de estar bajo su piel.
- También duermes poco, me preocupas, cielo. – Le dijo el castaño mientras ponía el tenedor con tofu en los belfos ajenos. - ¿Te gustaría que llamáramos al doctor Lee? Quizás pueda recetarte algún medicamento.
- Mi problema no es dormir, simplemente estoy teniendo sueños bizarros. – Contestó cansado.
- Min min, si quieres hablar...
- Como te decía – Lo interrumpió el azabache. Hoy no quería escuchar su discurso de "Podemos contarnos lo que sea" más cuando JiMin parecía más nervioso cada día. – He estado pensando mucho últimamente, y recordé nuestras primeras citas.
El castaño rio con ternura al recordar sus inicios juntos. El cómo tuvo un pequeño enamoramiento por el chico del casillero 93 y terminó pidiendo un cambio de casillero con tal de verlo todo el tiempo.
- Vaya que fueron divertidas. Me sentía tan nervioso de salir contigo, eras tan lindo y misterioso; el sueño húmedo de cualquier adolescente
- ¡JiMin, sucio! – Realmente le hacía bien reír, los ojitos de Min YoonGi opacaron el sol en ese instante. – Eras un niño torpe, y cuatro ojos ¿Cómo me fije en ti? – Le molestó sacando la lengua juguetón.
- Quien persevera alcanza, y yo realmente quería atrapar tu corazón.
- Ugh, tienes suerte que te ame tanto. Dios santo, tantas tonterías dices.
- Min YoonGi, te amo, te amo ¡Te amo! – Gritó con toda la felicidad que tenía; armando todo un espectáculo al levantarse de la mesa y bailando sin sentidos.
- Dame un beso, merezco muchos por soportar tus disparates. – Dijo señalando sus labios delgados. Incluso si los labios de JiMin le pertenecían desde hace tanto, siempre se sentía ansioso por probarlos.
Con suma delicadeza y afecto, el menor detuvo su algarabía y se inclinó a volver a aquel lugar que conocía como hogar.
Tu sabor es agridulce ¿Alguien más ha probado tus labios, JiMin? ¿O es un efecto secundario de mentir?
Atormentado por pensamientos intrusivos, YoonGi sólo pudo besarlo con más ímpetu y desespero. Quería borrar toda marca ajena de JiMin, quería limpiar lo agrío y volver a tener a su dulce novio.
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Sweet Lies •Jimsu•
FanfictionDonde JiMin le miente a su lindo novio acerca de su trabajo. YoonGi sabe lo que esconde; JiMin ya no es el niño bueno de antes, pero se tragará cada una de las dulces mentiras de su; pues le profesa más amor que a cualquier persona.