- ¿Muchacho, tienes a alguien que pueda hacerse cargo de ti? – Preguntó la oficial de policía con calma.
YoonGi lo tenía, ¿Pero quería verle? No, prefería dormir en la estación antes de tener que enfrentar sus monstruos.
- Hmm, creo que sí. Kim NamJoon.
- De acuerdo, ¿conoces su número? - YoonGi sacudió la cabeza lentamente, se sentía tan cansado de vivir en general. Cualquier movimiento lo agotaba.
- No sé si pueda tener uno diferente – Contó quedito, aún temblaba un poco cada tanto.
- No hay problema, Intentaré ubicarlo con el nombre. ¿Quieres algo más, hijo? – La oficial Yoo era una mujer realmente dulce. Dulce, y cálida. Desprendía un olor muy agradable a cítricos, hacía sentir a Min seguro.
- No, gracias, así estoy bien. Ya es usted muy amable.
- Arrópate bien mientras intentó contactar a tu amigo, ¿de acuerdo? – Le dijo la castaña organizando los cabellos alborotados del contrario para después dirigirse al escritorio de la estación.
YoonGi no quería pensar, y eso lo hacía pensar aún más. ¿Qué haría? ¿JiMin estaría buscándolo? ¿Debería desaparecer como si nada? ¿Debería enfrentarlo? ¿Debía volver a casa?
JiMin, JiMin, JiMin ¿Qué me has hecho?
YoonGi lo odiaba con la misma intensidad que lo amaba, lo odiaba por todo lo que lo hacía sentir. Porque en el fondo todavía seguía viendo al mismo niño de ojos dulces que fue siempre, pero ¿cómo pasar por alto sus acciones?
¿Acaso el contrario creía que esto era divertido?
- No es como si no lo hubieras visto venir. – Le interrumpió su alter ego en la silla junto a él.
- ¿Tu estúpido rostro? Desearía no verlo nunca más. – Resopló Min.
- Yo soy tú, tú eres yo; creí que ya lo tenías claro, querido. – Le dijo August mientras mordía el lóbulo del contrario.
YoonGi y August llevaban varios años juntos. August era probablemente la compañía más constante y duradera de Min. Apareció cuando tan sólo era un niño perdido; lo ayudo, lo tranquilizó, básicamente lo salvó. Le sirvió como compañía después del accidente y muerte de su hermano.
August era su mejor amigo, era igual a él, pero YoonGi le creía un poco más genial. August era todo lo que él quería ser. Valiente, confiado, no tenía límites.
Pero a medida que ambos crecieron las cosas comenzaron a cambiar, August comenzó a volverse más violento, más impredecible, un ser oscuro. YoonGi le temía un poco más cada vez; August olía su miedo, lo sentía. Y por eso se aprovechaba, le presionaba hasta su límite, le hacía cometer actos de ira que Min no haría.
YoonGi veía la maldad en August, veía la maldad de sí mismo.
Por un tiempo desapareció, tiempo antes de conocer a JiMin. Él simplemente dejo de aparecer en sus sombras y las pocas veces que creía escuchar su voz no eran más que comentarios irónicos. Min llegó a tener la loca idea de que se había desecho de él, que se había desecho de ese odio que tenía por sí mismo. Pero otra vez estaban juntos, acostumbrados, aliados, solitarios y juntos.
- ¿Quieres saber lo que pienso? – Le dijo con una adorable sonrisa, casi hasta pensarías que diría algo dulce.
- No August, no me importa en lo absoluto lo que piensas.
Actuando como un niño pequeño el contrarió comienza un berrinche.
- ¡Oso oso mentiroso! ¡Bueno, no me importa! Te diré de todas formas. – Comienza a susurrar más y más cerca de YoonGi; como si alguien pudiera oírlo. - ¡Deshazte del problema de raíz!
- ¿Qué? ¿A qué mierda te refieres? – Preguntó un asustado YoonGi.
- Mata a JiMin, así no podrá hacerte daño. – August terminó la oración con un chasquido de lengua y sonrisa coqueta. El hombre estaba hablando enserio. – Si no lo matas a él, tú amor por él te matará a ti.
YoonGi comenzó a temblar erráticamente ¿Qué eran estas ideas que escondía su inconsciente?
- ¡YoonGi! – NamJoon había vuelto a ponerle forma a su realidad.
Se veía tan preocupado y su respiración estaba acelerada, como si hubiera llegado corriendo. YoonGi se sintió culpable de volver a ser un peso para los demás. ¿Qué habría pasado si hubiera dicho que estaba solo?
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Sweet Lies •Jimsu•
FanfictionDonde JiMin le miente a su lindo novio acerca de su trabajo. YoonGi sabe lo que esconde; JiMin ya no es el niño bueno de antes, pero se tragará cada una de las dulces mentiras de su; pues le profesa más amor que a cualquier persona.