#1 El chico de mis sueños

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Siento que estoy libre y que nada me puede arrebatar lo que es sagrado, mí corazón. Sé que nadie me puede arrebatarlo porqué no les voy a dar el lujo de dárselo.
Mi ambiente, mí mundo, mis sueños y mi mente se irán al encontrarse esos que suelen decir AMOR.
Soy libre aquí, en mis sueños, donde nadie me puede justificar sí el amor existe. Pero ni en mis sueños soy libre.
Cada pisada que doy en el lindo césped salen un delirios de flores indicándome que estaré a salvo, mí vestido se moldea con el viento al seguir con mi caminata.
Pero no siempre estaré en paz. Esa es mí maldición.
Cadenas de acero se enredan en mis muñecas, tobillos y vientre indicándome que éste en mi final de mí paz.
Cielo se pone oscuro y las nubes más grises que antes.
Siento un dolor intenso en todo mi cuerpo; las cadenas queman.
Todo mí cuerpo se debilita; siento que es mí final, pero unas manos tocan mis brazos liberando todos mis cadenas alrededor de mí. Siento una paz que jamás había experimentado.
Todo el ambiente volvió a la normalidad sólo que éste el sol está más brillante. Y allí lo veo. Un demonio que vino a salvarme.
- Recuerda que soy el único que te puedo salvar. Tú eres mí única salvación.

- otra vez no - Murmuré con la cabeza gacha. Me acabo de despertar con el mismo sueño - ¿quien será ese chico?.
- ¡¡DANIELA PARATE YA!! - grito mí madre como si fuera el fin del mundo.
- YA VOY
- ¡¡VAS A LLEGAR TARDE!!
- ¡¡ESO YA LO SÉ NO ME LO TIENES QUE DECIR MUJER!!
- ¡¡¿QUÉ DIJISTE?!!
- QUÉ YA VOY MAMI.
   
Casi me revienta la boca
     Sí así es.
    ¡¡CALLATE!!

Me paré de la cama tan rápido que fue mala idea. Me Marree.
Fui al baño a hacer mis necesidades (no hace falta explicarlo) y salí toda duchada, me vestí y bajé hacia el living.
- Hola mamá.
- Hola hija, en la cocina están unas frutas, agarras algunas para que comas durante el trayecto y el almuerzo.
- ok.
Le hice caso a mí madre y me dirigí hacia la cocina, al entrar me encontré a mí padre comiendo un pan tostado con un café.
- Buenos días papá.
- Buenos días mami, ¿como amaneciste?.
- Bien, supongo - lo dije como si fuera lo más triste del mundo.
  Dramática.
-  ¿Y eso? - dijo mi padre preocupado - no me digas que es el mismo sueño.

Mí padre sabía de los sueños que he tenido desde los 8 años. Es raro ya que cada vez que sueño de eso me siento libre, feliz y con una paz inmensa como sí estuviera en el mismo cielo. Es tan mágico.

- Sí papá. ¿Tú crees que ese sueño me trata de decir algo y yo no lo sé?.

- No lo sé. Tú sabes muy bien que no creo mucho en la magia. Sólo en los milagros.

- Uh bueno, está bien.
Agarré unas cuantas frutas y lo guardé en mi mochila.

- Chao papá.
- chao mami.
Salí de la cocina y me dirigí hacia mi mamá.
- Bendición mamá.
- Dios te bendiga, mami. Me mandas un mensaje cuando llegues.
- ok chao.
- chao. 
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- ¡¡¡ DANII !!

Llegue justo tiempo antes que tocaran el timbre sólo falta 5 minutos para entrar a clases.
 
Gracias Dios por ayudarme.

De repente escuché un grito de mujer que gritaba mi nombre.
Sin duda nunca me olvidaré esa voz.

- Hola loca, como estás - me dijo mi mejor amiga cuando llegó al lado de mí.

- Hola Raisha. Cuántas veces te tengo que decir que la loca eres tú yo no.

- No importa, para mí eres la loca de las más locas. ¿Has escuchado tus pensamientos?, son sobre-naturales.- dijo ella de broma.

- El que yo piense qué esté embarazada no significa que esté loca - dije yo a la defensa.

- Sí pero tú eres VIRGEN y aún así pensaste que estabas embarazada - dijo ella toda obvia

- No me culpes, mi cabeza ya está corrompida por ti.
- En eso sí tienes razón.
- Ves.

En eso sonó el timbre de la hora de clases.
 
Wow que rápido.

- Vamos Daniela.

- Ya voy -  dije con mi mano a mi pecho. Espera, ¿donde está mí...?

- Espera Raisha, mi collar ¿donde está?.

- No sé. Espera no es ese. - dijo ella señalando a la dirección de la entrada a las afueras. Volteo donde ella señaló y allí la vi. Me dirigí corriendo antes de que alguien la agarrara.

- Aquí estas.
Me agache y agarré el dije de la luna.

Recuerdo que no sé como la obtuve, sólo sé  que estaba soñando con él supuesto chico en la cual él me colocaba un collar de oro con un dije de la luna, al momento que me la colocó me desperté con un collar en mi cuello ahí supe que era especial nunca debería quitármela y era igual al de mis sueños.

- No te vuelvas a salirte de mi cuello - dije. Definitivamente estaba loca, hablándole a un collar. Típico.

Al levantarme y voltee me quedé petrificada, mí corazón late a mil por minuto. No me lo puedo creer, es que estoy soñando.
Esto no debe ser real.
Allí estaba el chico que tenía tanta curiosidad, ahora aquí está.
El chico de mis sueños

El chico de mis sueños°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora