El chico de mis sueños°

#6 Salvación

Desperté en una clase de cuarto, que me imagino que sería una habitación.

Me duele demasiado la cabeza, palpita de acuerdo con la frecuencia de mi corazón, en la cuál estoy cagada del miedo. Y bueno, ya se imaginaran.

Traté de recordar que es lo que pasó anoche, traté. Pero no, no recuerdo nada. Sólo recuerdo que estaba en una habitación y estaba contemplando las estrellas, creo... creo... Que fue a través de una ventana o balcón, no sé. Y después entraba un tipo que creo que era de unos 19 o 21 año, según su apariencia, eso sí lo recuerdo.  Hasta ahí sé.

Me paré de la cama y lo primero que me di cuenta fue que, donde estaba recostada era de un matrimonial.

Al frente de la cama estaba un espejo de tamaño que parte del techo hasta el suelo.

Había dos puertas, cuyas habitaciones desconozco.

El techo es de color blanco crema, y el suelo de negro.
Es demasiado hermoso, parece de un hombre.

¿Que, hombre?.

Esperate. Recuerdo a un hombre.

¡¡ OH NO, NO NO NO Y NO !! ¡ HAY NO PUEDE SER !.
¡Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda y más mierda!.

¡Maldito hombre!
¡Ash!

Estoy frustrada, enojada, miedo, furia y ansiedad.

¡Que asco mierda!

¡¿Que me hizo ese hombre?!

De repente escuché un ruido a fuera de la habitación.

Y ¿si es ese hombre?. La única manera de averiguarlo es salir de esta habitación y ser valiente y enfrentarlo, fácil ¿no?.

¡Hay no puedo! Sí no me ha violado, definitivamente si salgo lo hará, definitivamente.

Dios ayuda.

Salí temerosa esperando lo peor. Al salir, había un pasillo demasiado largo para mí opinión. Al lado quedan las puertas de habitaciones, y al final del pasillo queda una escalarera donde dirigía el living.

De ahí provenía el ruido.

Cada pisada que deba, era probablemente un camino fácil a una muerte brutal.

Nunca en mi vida había experimentado algo tan frustrante y aterrador.

La peor pesadilla de una mujer es ser violada sin ningún armamento para defenderse.

Pues yo, una mujer de 17 años con una gran probabilidades de ser violada y sin armamento; cuyo lo único que tengo es un conocimiento previo, sobre que un golpe en la entren pierna de un hombre, duele que 10 partos al mismo tiempo, cuya técnica fue practicada con mi padre, en la cual, salió mal herido (mal, muy mal).

En serio así me siento en estos momentos.

Y llegó el momento. Llegue hasta el final del pasillo, sólo falta bajar.

Bajar.

Ahora esa palabra me aterra.

Bajé, bajé y bajé. Hasta que llegue.

Al frente se encontraba un sofá. Lo estaba ocupando una espalda descubierta. Bien difinidos.

- Despertaste - dijo aquel hombre. Ni siquiera volteó. No me sorprende; soy muy difícil en sorprender.

Pero eso sí, que lindo voz. Muy sexy, de echo.

- ¿Porqué estoy aquí?.

- Deberías decirme GRACIAS, ya que fuiste salvada por mí.