El chico de mis sueños°

#12 Nueva amiga

Sí, así es. Es el fin del mundo. ¡¡Corran por su vida!! xD.
No, enserio, corran.

Es extraño subir tanto capítulos en un sólo día. No tenía nada que hacer 😅. Sin
mencionar que éste capítulo va a ser muy largo que lo normal.

Disfruten el capítulo 💋.

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Es normal buscar un camino, sólo a que saber buscarla bien, sin ningún remordimiento.

—¿Algún día seremos felices?. —dije con la interrogante que me aterraba.

—En algún lado de éste mundo, Dios nos escuchará sabiendo que es lo que tiene que hacer. Es probable que nos perdone. Pero algún día nosotros seremos felices, pero juntos. Sin nadie. Sin tú familia.

Me encontraba abrazada por mi amor. El que nunca seremos felices. En que mí maldición se empleará y se ejecutará.

—¿Qué pasará con mí maldición?.

—Recuerda que eres mí única salvación. Soy el único que te puede salvar.

Sentí mis párpados pesados. Sé que me debo despertar, pero mí cuerpo no responde a los llamados de mi cerebro. Lentamente comencé a mover mi mano aflojando mis huesos. La luz que traspasaba la ventana, fue lo primero que ví al abrir mis ojos lentamente. Conseguí lentamente a pararme, pero cuando estaba por acostarme de nuevo debido a la debilidad de mí huesos, alguien colocó una mano en mí espalda como ayuda de un sustento. Quedé confundida por el toque de éste pero después pensé que sería mi madre que me estaba ayudando a pararme. Cuando mis pies tocaron el frío suelo pero estando sentada en la cama, me di cuenta que no estaba en mi habitación, sino en otra.

Las paredes eran de color crema, y en las columnas eran de color morado. Había un sofá individual de color púrpura al lado de un escritorio. Básicamente era el cuarto de una mujer que le encanta el color morado.

Me volteé con la esperanza de que la dueña de la habitación éste aquí, conmigo.

Me encontré con una mujer sentada al otro extremo con una mirada de angustia, lo que me aterró tiempo después.

Lentamente llevé mi mano a dirección a mi pecho comprobando que mi collar estaba en su lugar, acción que hice inconscientemente.

La muchacha me miró fijamente después hablo. —¿Como te sientes?. —dijo ahora con un tono de preocupación.

—Supongo que... bien. —mentira.
Me siento como la mierda. —¿Quién eres?.

—Ah, sí, que falta de respecto soy. Soy Alessandra... Alessandra Lowrance. —¿eh?. Espera. ¿Lawrance?.

—¿Lawrance, dijiste?. —pregunté atónita.

—Si. ¿Algún problema?. — dijo ella.

—Eh... no, claro que no. ¿Conoces a Aaron?. —dije con algo de curiosidad.

—¿Conocerlo?. Qué insulto. —me miró por un instante y después prosiguió. —Es mi hermano. —dijo suspirando.

Wow.

—Es t-tú. ¿Hermano?. —Dije nerviosa ante tal información que me tuve que presentar. Estúpido tartamudeo.

—Si. —dijo suspirando. —Qué loco. ¿Verdad?. —asentí como respuesta.

Me paré con la única misión de no caerme por mi debilidad de mis huesos. Capté que había un espejo y me dirigí a él con el miedo presente que me pueda suceder lo mismo lo de hace unas cuantas horas.