El juego comenzó - WhatsApp.

Epílogo.

Todo había terminado. Todo había finalizado. Muchos de la universidad en sí, se fueron a estudiar a otras provincias. Algunos siguieron comunicados, otros no. Algunos encontraron pareja, y otros siguieron con su soltería.

Danny siguió estudiando en la universidad en la que todos se conocieron. Estudió Medicina, al igual que Abi. Ambas siguieron juntas en la universidad, junto a Steffi, pero ella, en cambio, estudió contabilidad.

Alejo y Aaron se fueron a una universidad cercana a la que estaban Danny, Abi y Steffi. Empezaron a estudiar abogacía.

Matty, Micaela, Ally y Maxi, fueron a la misma universidad. Los cuatros estudiaron Medicina. Ah, y no olvidemos a la novia de Matt: Diana.

Todos se extrañaban.

Ally y Maxi estaban en una relación. ¿Cómo? Bueno, larga historia, amigos míos. Pero tengo todo el día para contárselos...

Un día normal, como siempre, Maxi y Ally se encuentran en un restaurante. ¡Pero ojo! Ellos no lo planearon. Pura coincidencia...

Ally leía un libro, sentada en una silla, con sus piernas bajo la mesa. Maxi la ve, se sienta en la silla vacía frente a ella.

Ally siente a alguien mirándola. Baja el libro. Lo ve. Rodea los ojos y vuelve a su lectura de Harry Potter. No iba a dejar de leer su saga preferida sólo por un molesto chico sentado frente a ella, mirándola fijamente, en silencio y... Oh oh... ¿Le estaba sacando fotos?

Ally baja el libro. Dos palabras salen de su boca, antes de verlo sonreír: ¿Qué hacés?

Él sólo dijo que quería tener una fotografía de su hermosa y concentrada mirada. Dijo que sus ojos color miel eran hipnotizantes, al igual que su sonrisa de oreja a oreja. Que los hoyuelos que se formaban en su comisura labial eran unas de las maravillas del mundo.

—Infantil.

—Perseguida.

—¿Perseguida yo?

—Sí, vos. No te estaba sacando fotos a vos, sino a la chica que está atrás tuyo.

Ally voltea. Ve a una linda chica, cabello rubio lacio, tez blanca, ojos miel y una perfecta sonrisa de oreja a oreja.

Perra.

¿Celos?

No.

—Y lo que dije al respecto de los ojos, hoyuelos, y eso, me refería a ella. Y te lo dije a ti, sólo para ver que tan perseguida eras.

—Seré perseguida, pero al menos no soy imbécil.

Maxi terminó empapado en jugo de naranja, viendo como Ally se iba con su libro de Harry Potter en su mano, apoyado contra su cuerpo.

Al día siguiente, se ven en la universidad.

—Ally.

—No estoy, me fui. Adiós.

Ally da media vuelta y empieza a caminar.

—Sí que estás —la agarra de la muñeca y hace que vuelva hacia atrás. La sostiene de la cintura y la besa.

Ehem, cliché, ehem.

Voy a vomitar.

—Imbécil.

Ella sólo se fue. Él sonrió.

Pasaron semanas en las que ella lo ignoraba. Alguna que otra mirada picarona.