El juego comenzó - WhatsApp.

31.

Matty fue en busca de Giselle. Pero, ¿cómo sabía de su paradero? Fácil, el genio de la tecnología logró descubrir donde se encontraba la ambulancia en la que Giselle fue subida. ¿Cómo sabía que Giselle y Danny estaban en una ambulancia? Él, por más infantil e inmaduro que pareciera, era el más inteligente, maduro y atrevido. Así que, preocupado por Giselle, al creer que ella ya sabía sobre la muerte de Katy, la llamó; al no recibir respuesta -por estar en llamada con otra persona-, se preocupó aún más y decidió dirigirse a su casa.
Desde lejos, vio una ambulancia al frente de la casa de Giselle. No sabía que pasaba, así que decidió esperar y ver. Vio como la subían a la ambulancia, y a Danny, subiendo junto a ella.
No sabía donde se dirigía aquella ambulancia, así que decidió quedarse por allí. Al llegar el mensaje de Giselle, pidiendo ayuda, decidió ir a buscarla. Desde hace unos cinco minutos, había descifrado la ubicación. Fue en su auto a buscarla.

Giselle

Giselle, estoy llegando. Hasta eso, mantente viva.
Enviado 19:35.

Bueno, siendo serio, trata de respirar regularmente.
Recibido 19:37.

Giselle, responde, por favor.
Leído 19:53.

Ayuds
Leído 19:55.

{Giselle se desconectó}

***

—¡Giselle! —gritó a un par de metros al ver la ambulancia dada vuelta—. ¡Giselle! ¿¡Me escuchas!?

—Ayuda —respondió débilmente. Golpeó la ventanilla trasera de la ambulancia con su mano, suavemente, al estar casi sin aire.

—Ya regreso —dijo apresurado. Fue en busca de un fierro para romper la ventanilla—. Muévete, Giselle.

Giselle se hizo a un costado. Matt rompió el vidrio, virutas volaron a todos lados. Los paramédicos seguían "inconscientes", pero no había tiempo.
Giselle tomó aire bruscamente.

—¿Estás bien, Giselle?

—Mejor. Gracias. ¿Y vos? ¿Que te pasó en la frente?

—Un pequeño accidente, no importa. Vámonos de aquí.

Flashback:

Matt, en su auto, se dirigía al lugar en el que se encontraba Giselle. De repente, la rueda del auto hace un chillido, y Matt hace zigzag. Entre maniobra y maniobra, logra volver el movimiento del auto estable. En eso, su frente golpea la ventanilla; se lastima. Le sangra un poco. Sigue el viaje.

Fin de Flashback.

—¿Qué sucedió? —Matt mira un segundo a Giselle.

—Todo pasó rápido... No recuerdo mucho. Sólo sé que me desmayé y me subieron a la ambulancia, y que Danny se subió junto a mí. De ahí, nada más.

—¿Y Danny? ¿Dónde está? —dirige su mirada hacia ella, nuevamente.

—Supongo que, luego del accidente, se fue. No lo... ¡Cuidado! —grita.

Un camión se atravesó en su camino. La luz cegadora, provocó que Matt sólo pudiera desviarse hacia un lado, haciendo que su auto chocara contra un árbol. El camión sólo siguió su camino, luego de un toque de bocina.
Ambos amigos estaban heridos. Las ventanillas estaban rotas, y habían virutas de vidrio por todo el interior del auto.

—¿Giselle? —pregunta adolorido.

—Estoy bien. ¿Estás bien?

—Sí. Intenta abrir la puerta —dice, mareado.

Ambos intentaron abrir las puertas, sin lograrlo.

—¿Y las traseras?

—Intentemos.

Nuevamente intentaron abrir las puertas. Fallaron.

—Romperé las ventanillas. Ten cuidado, muévete.

—No, te ayudo.

—Estás débil. Puedo so... —gime de dolor— Solo. Puedo solo.

—Quiero ayudar, ya hiciste demasiado.

—Sos terca, ¿eh? Está bien. Tomá esto —le entrega un tubo de metal—. Tené cuidado.

—Bien.

Cada uno, por su lado, intentó romper las ventanillas. Esta vez, lo lograron.

Matt salió primero, por la ventanilla. Se dirigió a la puerta del lado de Giselle. La "abrazó" para sacarla de allí. Ella seguía mal, adolorida y débil.

—Espera, espera. No puedo. Me duele el cuerpo entero, Matt.

—Vamos, sé que puedes. Y podrás —la levanta y la coloca en sus hombros, como tal saco de papas.

—Suélt... —respira agitada y cansada— Suéltame.

—Estás mal, y necesitamos seguir. No te dejaré. No te pienso soltar. Patalea, golpeame, gritame. Da igual.

—Está bien —pone sus ojos en blanco. Ya agotada, se duerme fácilmente.

—¿Giselle? —gira su cabeza. Ve a Giselle dormida—. Ja, duerme —dijo, siguiendo caminando.

Llegó a casa de Giselle, agotado. Claro, no fue a pie por completo; subió a un taxi, al estar ya muy cansado y no dar más. Giselle seguía dormida.