El juego comenzó - WhatsApp.

35.

—Bien, un fácil juego. Vamos a tomar ventajas del encontrarnos en el bosque —dijo Emily.

—¿Ventajas? ¿Cómo cuáles?

—Los árboles. La cantidad de árboles. Uno tras otro. En sí, llegar a perderse. ¿Qué tal?

—Cool —dijo Steffi.

—Okay, ¿cuál es el juego? —preguntó Aaron.

—Ahora lo sabrán —respondió Emily.

Emily desapareció. Ella estaba ahí. Ellos sentían su presencia. Pero no la podían ver. Sus celulares vibraron.

Emily:
¿Dónde ta Emily? No taaa🙈

Matty:
Técnicamente si está, pero no la vemos, es decir, no te vemos, ya que eres Emily. Estás, pero no estás visiblemente, o sea si estás, pero no. ¿Se entiende?

Ally:
Volví. ¿Por qué hablamos por WhatsApp en vez de hablar en persona?

Austin:
:v

Danny:
El que te hayas desmayado te dejó mal, Ally

Benjamin:
Opino lo mismo

Steffi:
¿Ya empieza el juego? :D

Matty:
Cofcofinmaduracofcof

Benjamin:
Mira quien lo dice...

Matty:
El popular

Aaron:
En teoría, todos nosotros lo somos

Matty:
Shhhh :'v Déjame soñar :'c

Emily:
Deseo concedido a Steffi. Empecemos.

Una rama de tamaño mediano, y textura gruesa cayó al puente en el que se encontraban los chicos. Esta, por sí sola, se rompió. Una parte de la rama rodó por el puente y cayó al piso del bosque.
Se escuchó una tímida risa desde alguna parte del bosque; los chicos escucharon aquella risita, pero no supieron de donde provenía.

—¿Me ven? —preguntó.

—Nel —respondió Steffi.

—Pastel —le siguió Matty—. ¿No? Bueno, bueno, me disculpo.

—Seriedad, niños —dice Ally.

—Ya, callen —habla Emily—. Estamos aquí para jugar, no para hablar.

—Pero, de una u otra forma, íbamos a hablar; ya sea para que expliques las reglas, o el juego en sí, alguna duda, o eso.

—Deja de hacerte el inteligente, Matt. Gracias —lo regaña Aaron.

—Pero...

—¡Nada! —gritan todos al mismo tiempo, excepto Emily.

—Bueno —responde Matty, haciendo trucha como niño pequeño.

—Niños, dejen de jugar. ¿Quieren un helado también? Ash, por favor. Emily ¿nos dirás el juego o podemos irnos retirando? —se queja Ally.

Emily:
Está bien, tranquila. Empecemos.
El juego consiste en encontrar una rama con brillantina y tiras de tela de colores, colgando de ella. Hay solamente 5 de estas ramas. Quienes no las encuentren, y por lo tanto lleguen últimos, pierden. Quedarán dos y habrá un desempate, en el cual tendrán que correr por caminos marcados por mí misma. ¿Listos? Que el juego empiece en...

Una hoja cayó suavemente al puente. Tras ella, otra. Y una más. Esto, marcó el comienzo del juego.

Emily:
3

Cada quien bajó por las escaleras de madera del puente, las cuales estaban en el espacio vacío que había entre el comienzo del puente y el tronco que lo sostenía de cada lado. Es decir, había un tronco de cada punta del puente, y entre este y el puente, había un espacio vacío, del cual colgaban las escaleras de madera. Por ahí, cada uno se apuró en bajar lo más rápido posible.
Ya estando abajo, empezaron a correr en busca de estas ramas con brillantina. Algunos rayos del sola atravesaban el bosque, por lo que a Emily se le ocurrió colocar estas ramas en esos lugares en los cuales hubieran rayos de sol. Ella intentaba ser un alma buena y hacer lo más fácil posible las cosas. Intentaba. Ally fue la primera en encontrar una de estas, por lo tanto, la tomó y corrió de regreso al punto de inicio.

—Ya la tengo —dice algo agitada.

Emily:
Salvada.

Benjamin fue el segundo, tras encontrarla sobre un tronco de gran tamaño tirado en el piso cubierto de hojas otoñales; amarillentas y anaranjadas, otras más amarillentas y así, secas. Agarró la rama y corrió con ella en mano de regreso donde se encontraba Ally.

—Aquí está —avisó cansado.

Emily:
Descansa.

Danny y Matty fueron los siguientes en encontrar las ramas. Seguida de ellos, Steffi. Quedando solamente Aaron y Austin. Ambos vieron a Steffi correr con la última rama sobrante. Fueron tras ella, enojados, tras no haberlas encontrado.

Emily:
Ups, ¿que pasó, chicos?
Desempate: carrera.
Si se fijan bien, hay carteles clavados en los árboles y caminos marcados con pintura, y encima piedras a su alrededor. Más fácil imposible. No se pueden quejar.

—Suerte —dice Aaron.

—Lo mismo digo —sonríe Austin.

Emily:
3
2
1
¡Ya!

Austin y Aaron empezaron a correr por estos caminos marcados por Emily. Los chicos que se encontraban seguros, les hacían el aguante a ambos, siendo que nadie le deseaba la muerte a nadie.
Habían algunas curvas y árboles atravesados, al igual que rocas.

Que linda y tan amable Emily. Un alma tan bondadosa.

Aaron llegó primero al punto de inicio.

—No —dice Austin, llegando por detrás de Aaron, mientras se sostenía la cabeza preocupadamente.

Emily:
Lo siento bombón.

Una vara metálica atravesó su cuello, de atrás para adelante. La sangre salía a salpicones de su boca y de la gran herida causada en su cuello. Cayó al piso de rodillas, y por último, de espalda; muriendo desangrado.

Emily:
Fin del juego.

—¡No! —gritó Ally, tirándose al piso llorando. Danny y Benjamin trataron de ayudarla a levantarse, pero esta se negó—. ¡Déjenme! ¡Suéltenme!

Emily:
Calma, Al.

Ally sintió el movimiento suave de su cabello.

—Muerete perra.

Emily:
Ya lo estoy.