–¿Harry? –le dije rebosada en felicidad.
–Ya te dije que no soy Harry –dijo él apartando su rostro del mío–. Soy Hashton
-¿Hashton? –ahhhh... El clon, ¿no?–. Pensé con sarcasmo.
Mi confusión era grande, el destino quiso que volviera a verlo y ahora que estaba ahí no pensaba dejarlo ir sin escuchar una explicación. Noté que mi cuerpo estaba tumbado en el asfalto, en la fría calle húmeda, y escuché sirenas de los camiones de bomberos a lo lejos. Hashton estaba de rodillas a un lado de mí. Levanté mis manos para ponerlas sobre su rostro y lo tomé posesivamente. Tocar a Harry me hacia desearlo descontroladamente pero tocar a Hashton era relajante y una sensación de paz llenaba cada centímetro de mi cuerpo. Con mis manos en su rostro lo atraje jalándolo hacia mi cara para mirarlo más de cerca, nuestros rostros tenían una cómoda cercanía con apenas unos cuantos centímetros de separación, lo que me permitió observarlo detalladamente. No había un solo lunar o peca que no fuera igual a los de Harry, era exactamente el mismo, sus cejas eran igual de espesas y creo que hasta el más mínimo vello estaba en su lugar, es decir, era igual a Harry, sus ojos tenían la misma mirada, el mismo color, las mismas pestañas y sus párpados. Sus labios eran igual de apetitosos, provocativos, carnosos y rosados justo como para caerle a besos, sus mejillas tenían la misma característica de sonrojarse ligeramente haciéndolo ver radiante, no había nada que diferenciara a Harry de Hashton excepto pues..., el cabello, Hashton lo llevaba corto y Jaxon largo. Pero del resto eran como exactamente una copia uno del otro, cada gesto, cada mirada, cada sonrisa, incluso la forma en que sus músculos se tensaban era igual.
–Son iguales –susurré sosteniendo a Hashton entre mis manos.
Hashton tomó mis manos y las apartó de su rostro para que yo le permitiera alejarse.
–Veo que conoces a mi hermano –dijo él.
¿Su hermano? Yo estaba en lo correcto, Hashton era su hermano
–Mi hermano gemelo Hary –concluyó "el clon".
Pensé en miles de cosas a la vez, tenía muchas preguntas por hacer y no sabía por cual comenzar. Me hubiera gustado haber preparado un cuestionario para ese momento. La confusión era peor que cualquier cosa.
–¿También eres un demonio? –lancé la pregunta de manera inesperada. La cara de sorpresa de Hashton era exactamente para ponerla en una fotografía y enmarcarla, abrió sus ojos como platos y me miró perplejo, atónito, más que sorprendido.
–Harry no te ha ocultado nada por lo que veo –mencionó él y luego negó con la cabeza–. Y no, no soy un demonio. Yo soy un arcángel. Harry es el demonio.
"!Oh por Dios!" Pensaba yo. ¿Un arcángel? O sea un ángel, ¿cómo esos de las películas? La cabeza me daba vueltas y me confundía entre recuerdos "mi padre era un ángel y mi madre un demonio" "Yo soy únicamente el lado oscuro de la moneda" volví a revivir en mi mente y recordé las palabras de Harry. Ahora tenía una teoría: si su padre era un ángel y su madre un demonio, uno de los hermanos nació como ángel y otro como demonio, ahora tal vez sabía a qué se refería Harry cuando me dijo que él era el lado oscuro de la moneda... Entonces Hashton debía de ser el bueno. Además de todo lo que tenía por pensar sobre ángeles y demonios debía preocuparme por mi vida humana donde se suponía que no debían existir cosas como tal.
–¿Dónde está Nicholas? –pregunté con cierto desespero mientras me levantaba para quedar sentada–. ¿Salió del incendio?
–¡Cuidado! –me advirtió Hashton–. Estás herida. Todos escaparon del incendio, la única que no había escapado eras tú, así que ese Nicholas debe estar por allá buscándote.
Estuve más tranquila luego de que dijo que Nicholas tenía que estar bien. Cuando eché un vistazo al cielo noté que seguía siendo de noche así que probablemente solo había dormido un par de horas. Y solo luego pensé en mí. ¿Estoy herida? Me percaté del incómodo dolor que sentía en la frente y fui directo a examinar mi cara con mis manos.
–¿Me quemé? –dije sintiendo mi rostro liso de siempre bajo mis dedos.
–No.
Toqué mi frente cerca de la parte donde empezaba a nacer mi cabello y sentí la húmeda sangre que provenía de una herida. Luego bajé mi mano y la coloqué en frente de mi rostro para verla. Mi mano estaba llena de la sangre que acababa de tocar.
–Te golpeaste justo aquí –Hashton puso su mano extendida sobre la herida de mi frente y de forma increíble esta dejó de dolerme. Ya no sentí esa sensación incomoda e inquietante del dolor que me estaba lastimando y debilitando. De inmediato, luego de que Hashton quitó su mano de mi herida yo volví a levantar mi mano hasta mi frente para volverme a tocar pero... Ya no había nada, ya no estaba la herida donde debía de estar, desapareció bajo los dedos de ese ángel, lo único que quedaban eran los rastros de la sangre derramada anteriormente, pero ni una sola marca, ni cicatriz ni mucho menos. Hashton sonrió y casi suelta una carcajada al ver mi cara de absoluta y completa sorpresa repentina. Me dio la impresión de que se reía de mí.
–Soy un ángel –me recordó–. Tengo el poder de curar personas... y por cierto, te he salvado
la vida. Me puse de pie con la ayuda de Hashton. Miré mi atuendo de arriba a abajo.
–Ensucié la ropa que me dio Nicholas –me repliqué en voz baja.
–No creo que a él le importe en absoluto ese detalle –dijo también examinándome de de pies a cabeza.
–No lo entiendo –se dijo Hashton así mismo.
–¿Qué cosa?
–Pues que tú... tú eres una chica guapa y conoces a Harry y... Estás viva –fue confuso lo
que dijo pero yo capté el significado de sus palabras en segundos. Él estaba preguntándose por qué Harry no me había matado aún.
–Estoy viva porque me salvaste –hice como si yo no hubiera entendido.
–No, yo no diría que por mí. Estás viva porque Harry extrañamente decidió dejarte con vida.
–Pero tú salvaste mi vida.
–Sí, bueno... Supongo –esbozó una sonrisa resplandeciente–. Eso me convierte en tu ángel de la guarda.
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Mas allá que una atracción
FanfictionQue pasa cuando Eres pobre, sola, maltratada por el unico hombre que siempre estuvo a tu lado? Que pasa cuando encuentras a la persona más linda del mundo y no es quién dice ser? Qué harías si descubres que eres la única persona que hay para que la...