Maraton *_* 3/4 Capitulo 5 parte 1: Confeciones

315 5 0
                                    

-Ve a comprarme algo de beber –me ordenó Robert.

Robert, Nicholas y yo nos encontrábamos esperando en el aeropuerto para emprender vuelo hasta el destino de nuestro viaje. Tomé el dinero que me dio Robert en mis manos y fui directo a buscar un establecimiento donde vendieran bebidas. Con una soda en mano iba camino hasta Robert cuando escuché una voz a lo lejos, una voz desconocida que parecía discutir con alguien.

–Harry, no puedes acabar con la maldición, acepta que estás maldito y no puedes amarla –decía una voz masculina.

Me detuve cuando escuche ese nombre... Harry. Cautelosamente seguí la voz por lo largo de un pasillo repleto de puertas de habitaciones, cuando la voz se intensificó me detuve tras una de las puertas, la puerta estaba entre cerrada pero supe que la voz provenía de ahí dentro.

–A mí no me engañas –dijo otra voz. La voz clara y perfecta de Harry-. Tú me maldijiste y tú tienes el poder de deshacer esa maldición. Yo sé bien quién eres tú Paul D' Angelo. 

Asomé mi mirada a través de la abertura de la puerta y vi la escena. Estaba Harry de pie frente a un hombre medianamente alto de ojos verdes y cabello ondulado, el tipo llevaba jeans de color gris y una camisa negra, zapatos negros, y una pulsera de cuero gruesa adornando su mano derecha en conjunto con el collar que llevaba en el cuello del que parecía colgarle un diente, mejor dicho, un colmillo.

–Tú no mereces ser liberado de la maldición –argumentó este tal Paul D' Angelo–. Tú eres un demonio, los demonios no merecen ser felices.

Vi a Harry sonreír con malicia.

–¿No sientes lástima por esa pobre chica inocente? –Le preguntó Harry–. Ella sufrirá por culpa de tu maldición.

–Sufriría de igual forma –replicó Paul.

Harry sonrió mostrando sus brillantes dientes blancos todavía más.

–Todo lo haces por tu envidia –dijo Harry acercándose a Paul–. Tu deseas ser como yo y tener lo que yo tengo, pero nunca llegarás siquiera a alcanzarme.

–Nadie quiere ser un maldito asesino como tú, Harry Styles–la voz de Paul se intensificó al igual que su mirada.

–¡Pero qué pequeña es Roma! –me dijo Harry cuando volteó su mirada y me vio espiándole.

Paul y Harry me miraron sin parecer sorprendidos en absoluto, como si siempre hubieran sabido que yo había estado escuchándolos.

–Otra vez tú de nuevo –me dijo Harry–. Paul, ella es mi amiga, _______ Kardashian. 

Me quedé mirándolos con gesto de total confusión. 

–¿Es ella? –preguntó Paul–. Si pides mi opinión yo diría que es muy inocente para ti.

–Nadie pidió tu opinión –gruñó Harry mirando con odio a Paul.

Luego de eso vi a Paul desvanecerse. Simplemente desapareció en el aire como si nunca hubiera estado allí, me enmudecí de la impresión que me causó ver a ese Paul desaparecer en un abrir y cerrar de ojos sin dejar rastros.

–Impresionante, ¿no? –me dijo Harry sonriéndome después de que estuvimos solos. 

Yo seguía del lado de afuera de la puerta. Harry caminó un paso hacia mí y yo retrocedí un paso al mismo tiempo. No estaba segura de a que me enfrentaba teniendo a un... "demonio" frente a mí.

–No tengas miedo –me dijo Harry en tono tranquilizador.

Mis piernas se tambaleaban tanto por miedo ahogado dentro de mí que cuando intenté dar otro paso hacia atrás caí en el suelo sobre mi espalda al mismo tiempo que derramaba la soda de Robert en el suelo. Harry aprovechó la situación, para acercarse hasta mí.

Mas allá que una atracciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora