"Mas halla de la atracción" Capitulo 1 Parte 2 "PRIMER ENCUENTRO"

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Narra _________

Desperté agitada porque estaba empezando a tener otra de mis pesadillas. No supe en donde iba a despertar esta vez, no supe que había sucedido ni donde estaba pero ya yo estaba preparada para esperarme cualquier cosa. Cualquier cosa menos lo que vi. Abrí mis ojos con curiosidad por saber donde estaba metida esta vez. Me atemoricé de inmediato, yo estaba terriblemente llena de miedo cuando vi a aquel chico, estaba sentado sobre la cama en la que yo estaba recostada a mi lado, no reconocí su rostro pero de alguna manera yo sentía que lo conocía, como si lo hubiera visto antes en alguna vida pasada, y esa misma sensación era la que me hacía dudar de él, me hacía sentirme atemorizada y llena de terror.
Rebusqué en mi memoria intentando recordar algo sobre él. ¿De dónde salió él? ¿Por qué estaba conmigo? ¿Dónde estaba yo? ¿Qué me había sucedido? ¿Por qué le tenía tanto miedo a aquel muchacho? ¿Quién era él? ¿Era uno de ellos? ¿Y dónde estaba... Robert? Me alteré de forma demasiado notable, tenía un nudo en la garganta y un escalofrío me recorrió todo el cuerpo. ¿Cómo podía sentir miedo de un chico tan... Perfectamente hermoso? Yo había estado toda mi vida rodeada de hombres feos, robustos y con cara de matones y nunca sentía miedo, pero esta vez el pánico me invadía cada parte de mi cuerpo, sentí que debía echarme a correr o caer en el llanto, por alguna razón sentía que él quería hacerme mucho daño. Si imagen me cegaba de manera espeluznante era como si estuviera brillando, como si tuviera luz a su alrededor, su rostro era perfecto, perfecto con todas sus letras, tenía un brillante cabello castaño con rulos peinado de manera natural, tenía una perfecta sonrisa dibujada en el rostro con perfectos dientes blancos que relucían a través de sus carnosos labios rosados, sus mejillas estaban bastante sonrojadas y tenían un ardiente tono rosa, su mirada era intensa y llena de picardía, me miraba como si quisiera comerme y eso me aterrorizaba pero él aparentaba tener una actitud juvenil y relajada. Sus cejas eran espesas y hacían relucir su rostro iluminado, sus ojos eran de color verde intenso y tenían un brillo suspicaz, su cuerpo era hermoso y dotado, tenía musculosos brazos y musculosos abdominales que se le veían a través de su camisa, era de espaldas anchas y hasta su cuello era musculoso y grueso y hasta apetecible, pero aun así este chico me aterrorizaba. ¿Por qué sentía tanto pánico de un chico tan apuesto y aparentemente perfecto? Tomé una bocanada de aire para echar un grito audible y en seguida la sonrisa del joven se borró, alzó su mano y la colocó sobre mi boca antes de que yo pudiera soltar el aire con un grito. La sensación que sentí cuando él colocó su mano sobre mis labios fue impactante, electrizante, y paralizante, fue atrayente y aumentó mi ritmo cardiaco de manera brutal. Mi terror aumento aún más. ¿Qué me está haciendo? Pensaba yo. Era como si me estuviera suministrando alguna sustancia mortal que fluía por mi cuerpo.

–Hazme el favor y no grites. –dijo el chico con una perfecta voz que entró por mis oídos y golpeó mis tímpanos, su melodiosa voz era como música para mis oídos. Apartó su mano de mi boca de inmediato, intenté tranquilizarme y que mi voz saliera.
–¿Quién... Quién eres tú? –balbuceé intranquila y aterrorizada.
–Harry –me respondió él y volvió a esbozar su sonrisa matadora–. Harry Styles para
servirte.
–¿Dónde... –dije con una tímida vocecita–. ¿Dónde está Robert?
–¿Quién? –preguntó Harry.
–Robert... Mi... Mi Robert. 
–Espera... ¿Quién eres tú? ¿Te llamas _______ no? –me preguntó casi con amabilidad–. Yo no sé nada sobre ti, ni Robert ni nada que tenga que ver contigo, pero quiero saber qué hacías en el Cabaret.
–¿Qué estoy haciendo aquí? –dije aún mas confundida.
–Yo te traje porque unos tipos iban a hacerte daño, iban a tocarte y quién sabe qué más –sonaba su voz calmada–. Estabas en peligro, ahora dime ¿qué hacías en un lugar como ese?
–Yo... Yo te tengo miedo.
–Deberías –su respuesta hizo que me aterrorizara aún más–, ¿no has escuchado que soy peligroso?
–No yo... –tragué saliva aún más temerosa–. Yo ni siquiera soy de aquí.
–Lo sé –me dijo–. No quiero ofenderte pero tienes un espantoso acento.
Me quedé muy callada cuando pensé en las palabras de Harry, él me había confesado que debería tenerle miedo, él me había dado a entender que se decía que él era un tipo peligroso.
–Tengo... Tengo que ir con Robert –
–¿Qué? –Preguntó Harry frunciendo el ceño mientras su sonrisa desaparecía de su rostro–. ¿Quién es ese Robert?
–Robert es mi novio. –dije insegura y me levanté de la cama para alejarme de ese extraño, guapo y peligroso Harry, miré a mi alrededor, estaba solo en una habitación pequeña y cómoda,, tenía una salita, un cuarto de baño con la puerta entre abierta y yo visualicé directo hasta la puerta principal pensando escapar. Aquel chico no me había mostrado intensiones de herirme ni hacerme daño, solo estaba conversando conmigo pero aun así yo sentía miedo de él. Había una voz dentro de mí que me gritaba que me alejara de él. Corrí hasta la puerta cerrada que parecía ser mi vía de escape, la puerta de salida. Cuando llegué hasta puerta puse mis manos en la manilla y de un segundo a otro sentí brazos rodearme por detrás la cintura. Ni siquiera lo sentí acercarse a mí, fue sigiloso y silencioso, ágil como un felino. Mi estomago se alteró y sentí un terrible cosquilleo.
–Suéltame –me quejé–, no me toques.
Él no me soltó y siguió rodeándome con más fuerza apretándome el abdomen.
–No tengas miedo, pequeña salvaje –me molestó que me llamara de ese modo, casi todas las personas solían hacerlo y cada vez me molestaba más–. Sí, es cierto que soy peligroso pero realmente no voy a hacerte daño.
–Suéltame –repetí. Harry me soltó.
–Háblame de ese Robert, quizás yo pueda llevarte con tu novio. Él te maltrata, ¿no es cierto?
–Robert me ama, y yo lo amo a él.– dije
–¿Por qué dices que te golpeará si no le das de comer? ¿De verdad lo haría? ¿Vives con él?
–No es de tu incumbencia –respondí.
–Bueno... Cambiemos de tema si prefieres –dijo Harry. El perfecto chico estaba al frente de mí mirándome–. ¿Dónde vives? Puedo llevarte a tu casa.
–Yo no tengo casa –respondí–. No aquí en Roma. Robert me envío a ese cabaret que le pertenece a uno de sus amigos para que yo pasara la noche allí. Él me dijo que pasaría a recogerme en la mañana.
–¿Es decir que debo llevarte de vuelta hasta ese lugar no es cierto? –dijo Harry
–Sí, pero no quiero volver allí.
–¿Te han hecho daño allí?
–Ese tipo entró al cuarto mientras yo dormía, quiso besarme y tocarme, y como yo me resistí él me inyectó algo, lo último que recuerdo es que me tomó en sus brazos y luego lo vi todo negro... ¿Qué quieres de mi Harry? –le pregunté aterrorizada. Yo me preguntaba por qué un tipo como él había querido proteger a una chica como yo. ¿Por qué él quería saber de mí? ¿Por qué me trataba tan bien si a mí nunca nadie me trató bien? Ese chico estaba tan cerca de mí y era tan guapo que me hacia derretirme de una manera que nunca antes había experimentado. Nunca antes me había llamado la atención un hombre físicamente ni nada por el estilo. El único hombre que había en mi vida era Robert, él me había dado todo lo que yo tenía desde que mataron a mis padres cuando yo solo tenía diez años, él era un amigo de la familia y desde entonces él me llevó con sigo y a nadie le importó nada
–No te preocupes, ________ –me susurró Harry–. Yo no quiero hacerte mal.-Me lo dijo de manera tan convincente que casi mi miedo hacia él desapareció por completo. 

Me quedé de pie frente a él y lo vi alzar su mano hasta mi mejilla, me acarició casi como si me conociera de toda la vida, como si fuéramos amigos de toda la vida, incluso si no fuera porque era un completo extraño yo hubiera pensado que me quería, pero aún dentro de mí tenía esa horrible sensación, algo que me decía que me alejara de él, algo que me hacía creer que él iba a hacerme daño.Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Harry para mí era el hombre más hermoso que yo haya visto jamás, solo lo había visto una vez en la vida y ya deseaba probar aquellos labios, pero a la misma vez que lo veía como nunca vi a ningún hombre había algo en su persona que me mostraba que era muy peligroso.

–Aléjate de él –escuché esa voz resonar en mis oídos, pero esa no era la misma voz interna de antes que provenía de mis pensamientos, éste era un susurro que provenía de quien sabe dónde y volvía a repetirse una y otra vez, estaba escuchando esas voces nuevamente. Desde la muerte de mis padres empecé a escuchar aquellas voces aterradoras que se dedicaban a atormentarme. ¿Estoy loca? Me preguntaba yo todo el tiempo y temía contarle a alguien sobre eso.–¿Escuchaste eso?-le pregunté a Harry esperando que él si me entendiera. 
–¿Qué? Yo no he escuchado nada.
–Harry tengo miedo –le dije con absoluta sinceridad. Por más que intentaba nunca iba a acostumbrarme a aquellas voces que solían atormentarme y cada vez eran más escalofriantes. Cada vez sonaban más aterradoras.
–Aléjate de él –volví a escuchar ese horrible y aterrador susurro, la voz era demasiado
horrible, demasiado maligna, no sabía a qué temerle más.
–Harry tengo miedo –Volví a decirle con voz cortada por el pánico y ahogada por un nudo en la garganta–. Harry, ¿no lo escuchas? Tengo miedo. Tú tampoco me crees, ¿verdad?.-Vi a Harry fruncir el ceño.
–No tengas miedo, ¿sabes? Estás con Harry Styles, no tienes por qué tener miedo. Dime, ¿qué es lo que escuchas? –me dijo con un tono lleno de ternura y me hizo sentir protección.
No quise responderle que estaba escuchando voces, la última vez que se lo mencioné a Robert él me llamó loca y ni siquiera le dio importancia.
–Harry, llévame con Robert por favor.-dije.
–Bien –me dijo con sequedad–. Vamos al Cabaret.
Harry abrió la puerta de la habitación y solo hasta entonces noté que era la habitación de un motel, Harry se abrió paso a caminar a través del pasillo hasta un elevador sin decirme nada, supuse que esperaba que yo lo siguiera y eso fue lo que hice. Lo seguí hasta que me llevó a un auto chapado a la antigua, verdaderamente una sorpresa ver un auto como ese, él abrió la puerta del copiloto y supe que aquel era su auto, me quedé de pie en la acera mirando a Harry y al auto –¿Qué esperas? Entra al auto. –me dijo Harry.
Nunca antes un chico había sido cordial conmigo es por eso que ni siquiera me pasó por la cabeza que Harry estuviera abriendo la puerta de su auto para mí. Despistada entré a aquel carruaje de quien sabe qué época. El Styles puso su auto en marcha. Yo lo miraba, miré su perfección.
–¿Dónde están tus padres? –rompió Harry con el silencio.
–Yo no tengo padres.
–¿O sea que sí vives con ese Robert?
–Sí, Robert es el único que me quiere, él me está enseñando a leer –le comenté mi gran emoción por el agrado que me causaba recordar que Robert me enseñaba a leer con mucha paciencia.

bueno aqui las conciento con 2 capitulos el dia de mañana solo estare subiendo 1 cap ya que tengo algunos asuntos que resolver en la escuela :p pero bueno espero que le guste tanto como a mi bye beshitos :*

Mas allá que una atracciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora