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¿Qué bebé? ¿No sería el de Linda? Pero el dijo que no podría estar mejor que con su tía...y que yo amaba a ese bebé.

No amaba al bebé de Brenda aunque esa pobre criatura no tenía culpa de nada.

Estaba demasiado confusa y mi mente voló a mi sueño de hace unas semanas. Un charco de sangre en mi vientre y piernas...
Negué con la cabeza mirando mi barriga y tocandola no podía ser.

No.

No.

No.

De repente recordé todos los mareos, esa hambre de más en mi...la hemorragía era por un bebé por un bebé mío y de Frank. Mis ojos se llenaron de lágrimas demasiado gruesas y saladas. Me sentí realmente devastada y caí al suelo enterrando mis manos en mi pelo llorando horrorizada.

Noté los pasos de Frank hacia donde estaba y levanté mi cabeza para ver sus ojos inyectados en sangre como la noche del accidente.

No sabíamos que decir ninguno de los dos. Estaba dolida, resentida, triste...encorajada de que Frank me hubiera ocultado algo así. Era mi hije también.

Da...-

¿Pensabas decirmelo algún día?- Le miré resentida.- ¡Dime Frank! Pretendías ocultarmelo toda la vida ¿o que?- Dije entre lágrimas empañando mis ojos.

Frank se agachó y tomó mis mejillas.- No quería verte sufrir más...- Suspiró roncamente.

Sufrir o no ya da igual Frank...tenía derecho a saberlo.- Alcé mi voz nerviosa.- Era mío...nuestro.- Sorbí mi nariz.- No tenías ningún derecho a ocultarlo.- Negué levantándome e hiperventilando.

Perdóname...pero no quería verte mal...porque se pasa mal- Gritó Frank alterando la paz y descanso de los que alli estaban durmiendo por el  momento.

¡Claro que se pasa mal!- Alcé mi voz de vuelta.- Era...era...- No pude acabar la frase debido a mis lágrimas. Mordí mi puño y suspiré yéndome.
Frank me tomó la mano.- Ahora no quiero hablar...Frank necesito asimilar todo esto.- Susurré.

Este asintió y soltó mi mano. Solo corrí haciendo algo de daño a mis costillas aún convalecientes pero necesita estar sola.

Me paré a tomar aire en la esquina del cementerio y escuché unos pasos hacia mi.

Brenda.

Esta sonreía y movía su pelo como si fuera el mejor de todos.- Vaya...mi futura cuñada sigue viva.- Dijo desdeñosa.- Es una lástima.- Sonrió.- Que ese coche no hubiera acabado con tu estúpida vida. Pero no te preocupes...sino acabo contigo lo haré con nuestro amado Frank.- Guiño un ojo.

La miré frunciendo mis cejas del coraje.- Ni se te ocurra hacerle nada a Frank.- Dije entre dientes enfadada.

Eso depende de ti querida.- Pasó por mi lado pisando uno de mis pies con sus estúpidos tacones.

Le tiré del brazo con mi mano temblorosa y la miré con todo el valor que tuve.- Si le pones un dedo a Frank encima no respondo de mi...seré pequeña o una mocosa pero si me provocas me vas a encontrar Brenda.- La rete.

Esta se soltó y miró mis uñas clavadas en su piel.- Que estúpida eres para amenazarme...mejor cuidate tu de estar cerca de Frank porque...podría ir a hacerle compañia a su querida hermana y a vuestro estúpido feto.- Rió.

Se me revolvió el estómago del coraje y mi mano acabo estampada en su cara dos veces.- Que sea la última vez que me tocas o al próximo coche no sobrevives.- Me empujó y caí al suelo.

Esta se fue meneando sus caderas como si tal cosa. Abracé mis piernas dolida por sus palabras, por la pérdida de mi bebé, por el temor a que Frank sufriera algún accidente y para todo este dolor y rabia no había ninguna maldita pastilla para aliviarlo.

Cross the line ( Frank Iero) Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora