5.~A hope for the destiny

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-¡ AAAAAH ! - Gritó Helen. -
-¡Srta. Sallow! - Gritó su vecina, La Sra. Peterson-
- ¡Lo siento, pero tuve una pesadilla!-
-Qué no se vuelva a repetir...-
-No le prometo nada...-

Antes de que la Sra. Peterson pudiera rebatirle lo que dijo, Helen ya se había ido con su almuerzo y su cuaderno de poemas al claro del bosque.

-Nunca aprenderá...- Rió su vecina...

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Cuando Helen llegó, hizo lo que hacía los días que creaba poemas, hasta que se quedó absorta mirando los ya creados poemas, y no se dió cuenta de que la estaban observando...

-Después de 3 días, ahí está...A tan solo unos 15 metros de mi...¿Pero por qué no me muevo? - Philip estaba paralizado ante Helen, quien empezó a reírse con uno de sus poemas hasta rodar por el césped- Las mejores personas lo están...- pensó Philip, que se había dicho a sí mismo que la chica estaba loca-.

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Inesperadamnte, Helen se pusó a cantar y bailar por la islita, vigilando que no se cayese al agua , de nuevo.
-¡Look around , look around! ¡ How lucky we are to be alive right now!- Repetía cada vez más feliz y casi gritando.
Al final se tiró al suelo y decidió , simplemente, hacer el vago.
-Está loca, definitivamente loca- Philip se estaba partiendo de risa tras el arbusto en el que se escondía .
-Veamos...-Helen se reincorporó , cogió el cuaderno y empezó a escribir y leer poemas-.

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En ese momento, Philip, sin querer rompió unas ramas del arbusto al querer acercarse más a su sueño. Eso hizo que Helen se pusiese alerta y se levantase de sopetón. Pero , involuntariamente , Philip fue lo suficientemente hábil para salir corriendo , intentando no ser descubierto. - Tranquila Helen, el destino ha hecho que te encuentre, mañana serás tan feliz como yo al encontrarte- Dijo Philip, alejándose de allí a la velocidad del rayo.

Helen supuso que sería un erizo o un conejo, y debido a que estaba cansada , volvió a casa antes de lo previsto y se puso a hacer unas galletas para mañana desayunar. Pero volvió a paralizarse al acordarse de Philip; esta vez , soltó un suspiro, - Sé que vendrás....¿Verdad? - Helen, que no lo había dudado ningún momento, se paralizó y solo el olor a galletas recién hechas la despertó de sus pensamientos.

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-¡AAAAAAAHH!
-¡ SRITA. SALLOW , QUE HACE USTED DESPIERTA A LAS 4:30 DE, LA MADRUGADA!
-Emm...¿Si le doy una bandeja de galletas recién hechas...No me denunciará?
-¿ De qué son?
-He hecho de varios tipos, y hay de sus favoritas, ¡ mantequilla y amapola!
-Humm...Está bien, asómate a la ventana y las cojeré.
-Y así es como me quedo sin mis galletas caseras- Pensó Helen.

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