19.~Who tells your story

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Cuando Philip consiguió liberarse de los brazos de Helen se levantó y ayudó también a ella; la tomó de la mano y la miró a los ojos, sin necesidad de hablar adivinaron lo que iban a hacer. Cogieron un par de abrigos y salieron corriendo en medio de la luminosa y estrellada noche hacia el sauce. Allí, se echaron boca arriba exhaustos y se pusieron a observar las estrellas . El cielo estaba muy claro esa noche , no les costó identificar las estrellas.

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Al despertarse , Philip estaba arropando a Helen , ya que se habían dormido bajo el sauce y empezó a hacer frío .  -Buenos días- Le susurró al oído. -Buenas noches-Contestó Helen a modo de  broma. Luego, Philip y Helen se levantaron y se sacudieron un poco las gotas de rocío de los abrigos y fueron a casa de Helen . Allí Philip esperó a que Helen se arreglase y fueron a casa de el muchacho para que él también se arreglase. De paso decidieron que debían contar a los padres de Philip la noticia. Encontraron a la madre de Philip cabizbaja sola en el banco de mármol del jardín. Como sabían eran las elecciones para presidente, ya que George Washington decidió irse a "descansar". Después del follón de los Reynolds, Alexander no se podría presentar a presidente, sin embargo, Aaron Burr y Thomas Jefferson sí que podían. Alexander odiaba con toda su alma a Thomas , pero aún así , para sorpresa de todos, lo votó, por que según Alexander, tenía esperanzas, y Burr no. Lo que no sabían era que Burr se lo había tomado muy mal...Y que la tragedia les rodeaba. -¡Buenos días madre! Tenemos que contarte una cosa. - Eliza no respondió . Se limitó a suspirar y seguir cabizbaja. -¿Madre?- Philip empezaba a sospechar...Eliza se dio la vuelta, y ocultando su dolor, se llevó a Philip hacia dentro de la casa; dejando a Helen pensativa en el jardín. Cuando salieron, Eliza estaba abrazando a Philip, y éste lloraba como si las lágrimas fuesen cataratas. Después Eliza le susurró al oído lo que había pasado. Alexander Hamilton había sido disparado en un duelo a manos de Aaron Burr.
-Lo siento mucho señora. Se que todo ha estado muy movido últimamente, de verdad le doy todo mi apoyo.
-Te agradezco lo que has hecho...- .
Eliza ya se había enterado hace un tiempo, por eso ya estaba más calmada, sin embargo, Philip estaba roto en mil pedazos. -Llévatelo - le ordenó delicadamente Eliza a Helen. Helen le dijo que esperase allí , fue a por un par de libros y cuadernos, sin contar las plumas para escribir y el apetitoso almuerzo. Regresó forzando una sonrisa para que Philip se alegrase un poco. Pero no funcionó mucho. Philip corrió a los brazos de la chica, quien había dejado caer todo lo que traía.
-Él está...Está...M-mue...
-Shhh. The past is the past...
-Pero...
-Shhh... Sé que es duro aceptarlo,yo también perdí a mis padres pero escúchame...Ahora es tu deber cuidar de tu madre y tu hermana...
-Está bien.-
Philip se secó las lágrimas y miró al infinito. Luego Eliza intervino.
-Por si queréis ir...El entierro es esta noche a las 19:00.
-Gracias Eliza, se lo diré...-
Eliza ayudó a Helen a recoger lo que había dejado caer antes y tiraron el almuerzo a la basura, ya que se había caído.

Pasó el tiempo y Helen se quedó en casa de Philip para acompañarlos en aquel deprimente día. Almorzaron sin muchas ganas y cuando quedaban 30 minutos, Helen se fue a cambiar para el entierro. Se puso un vestido de cuello alto y mangas un poco anchas, unos botines también negros.

Llegó a la casa de Philip exactamente a falta de 5 minutos para que comenzase el entierro

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Llegó a la casa de Philip exactamente a falta de 5 minutos para que comenzase el entierro. Fueron caminando, durante el camino Helen animaba a Philip para que no se arrepintiese y volviese a su casa. Cuando llegaron al cementerio, estaban algunos compañeros de Hamilton y la familia. Nadie conocía a Helen, y viceversa, por lo que se sintió un pelín desplazada. Aunque le daba igual, allí no era su fiesta ni nada suyo, estaba allí para dar su pésame y ayudar a la gente, sobre todo a Philip.

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Se pasaron 1 hora allí, y el mundo empezó a irse poco a poco. Eliza también se fue, dejando a Philip lamentándose a los pies de la tumba de su padre; la cual terminaban de enterrar. -Philip, piensa que...Ahora está en la felicidad y paz eterna...- Le decía de vez en cuenta Helen para ayudarlo a no hundirse en sus deprimentes pensamientos... Helen dejó que pasaran unos minutos y le aviso que debían irse. Cuando Philip aceptó, insistió en alejarse lo más posible del cementerio, así, aunque no fuese mucha ayuda, no pensaría tanto en aquello.Fueron a casa de Helen allí, para intentar animarle, Helen le preparó un chocolate caliente con un dibujo de un corazón dibujado con la espuma y sus galletas caseras, las que tanto amaba Philip.
-Helen...No tenias por qué...
-Shh...No rechistes y come.-
Philip obedeció y comió, con más ganas que en el almuerzo, la comida y bebida que le ofreció Helen.-Philip...Si quieres podemos cancelar...La boda hasta que te recuperes...-Philip se atragantó y tosió.
-Helen, no quiero que este acontecimiento me hunda mi vida y la tuya...Sé que si él estuviese aquí...-*Suspiro* -Haría lo mismo...- Casi no acabó la frase . Helen luego lo abrazó y tras terminarse la comida , le sugirió irse a dormir ya. Así fue, se puso uno de aquellos misteriosos pijamas que Helen le daba y se durmieron. Pero pobre Helen; esa noche Philip habló en sueños porque tenía pesadillas y se despertaba a cada rato y daba muchas vueltas. Cada vez que pasaba algo de eso, a Helen le entraba una risa tonta o le daba una tila para que se relajase y de paso volviese a dormir. -Para la próxima vez me pongo orejeras y le dejo en la mesita la tila- rió una de las veces Helen. El comentario no le hizo gracia a Philip; pero acabaron riéndose igualmente. Hay que admitir que por muy tonto que fuese el comentario, consiguió estampar en la cara de Philip una sonrisa.

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