Capitulo 6

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—El secreto para cocinar a los enanos es degollarlos primero— sugirió de forma vengativa hacia los enanos que anteriormente lo había mandado a pelear contra los trolls

—¿Esperen no será una trampa?—la horripilante criatura se fue acercando a de menor tamaño con una mirada acusadora.

—A mi me gusta comer enanos crudos— interrumpió el otro troll mirando a su compañero completamente confundido.

La elfa al darse cuenta que probablemente Gandalf no regresaría, decidió tomar las riendas del asunto y comenzar con su plan de rescate. Sabía que negociar con los trolls no sería una opción, por lo que valientemente decidió dar su primera advertencia hacia las criaturas

—Suelten al hobbit.

Al dar su admonición notó como los trolls tomaban una postura defensiva, sin embargo ninguno de los dos soltó al señor Bolsón.

—Dije que soltaran al hobbit.

Al ver que el troll acercaba a su pequeño amigo a su horripilante e inmunda boca, no lo pensó dos veces para tomar una de sus dagas y lanzarla a la mano de la criatura para evitar que se comiera a su amigo.

Logró escuchar los marmullos del ser frente a ella debido la herida que le había ocasionado por su acción anterior.

—Si quieren salvar sus miserables vidas, les recomendaría que bajaran a mi camarada y se largaran de aquí — miró a ambos con un amenazante semblante que hasta a los enanos se sintieron cohibidos.

—¿Y si no quiero?— contestó uno de ellos tratando se pasarse de listo.

—Ojalá no hubieras dicho eso— su ceño siguió con una mirada severa, sin embargo sus labios se curvaron en una sonrisa un tanto tétrica y burlona.

Con sus grandes y gruesas alas hizo un esfuerzo para volar directo en picada hacia las criaturas, al tocar el rugoso piso tomó un puñado de hojas y las lanzó hacia los ojos de los trolls para tapar su mirada sobre ella;  sin pensarlo sacó su espada y comenzó a darles cortes certeros a las piernas de los trolls. 

Luego de lastimarlos hasta que no pudieran  pararse colocó su espada en su espalda nuevamente, dio un exponencial salto para poder extender sus alas y volver a estabilizarse en el aire, al ver que uno de trolls trataba de alcanzar su arma, sacó una daga y la lanzó a su mano para evitar que lograra su objetivo.

Mientras tanto los enanos no podían hacer otra cosa más que ser espectadores en primera fila de la acción tan inmaculada de la que ahora era su nueva integrante de la compañía. Sus movimientos mantenían sus miradas llenas de conmoción ante aquel elegante pero mortal acto.

En medio de una distracción por parte de la femme uno de los troll logra sujetarla del pie, todos al presenciarlo comenzaron a preocuparse de sobremanera pensado que sería comida de troll, no obstante al momento de lanzar una de sus últimas dagas, Gandalf el Gris aparece rompiendo por la mitad la roca que interfería con la luz del sol y ahí fue cuando los trolls comenzaron a transformarse en piedra dando por terminada la batalla.

En medio de una distracción por parte de la femme uno de los troll logra sujetarla del pie, todos al presenciarlo comenzaron a preocuparse de sobremanera pensado que sería comida de troll, no obstante al momento de lanzar una de sus últimas dagas,...

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Mientras Helena desataba las ataduras que tenían cautivos a los enanos, los enanos la observaban como si fuera una criatura de otro mundo, aun no podían dar conciencia de los sucesos anteriores.

Después de unos minutos de plática entre los enanos, Thorin decidió buscar el paradero de la elfa, se sentía bastante confundido acerca de la pelea que esta había tenido con los trolls.

—Mujer ¿De dónde aprendiste todos esos movimientos?— preguntó Escudo de Roble al estar frente a frente a su salvadora.

Helena paro de guardar sus armas al escuchar su nombre en boca del líder de los enanos —Thorin Escudo de Roble, como usted sabrá yo he vivido en innumerables regiones de estas tierras, por consiguiente he tenido la oportunidad de pertenecer a la mayoría de los ejércitos de Tierra Media, así que en resumidas cuentas, diría que lo que ha presenciado recientemente sólo fue una combinación de todos los tipos de entrenamientos que he adquirido a través de los siglos— contesto educadamente mientras apartaba la mirada lejos de la presencia de Thorin.

-¿Siglos? ¡Cierto! olvidaba que eres una elfa— Interrumpió Fili con unas cuantas risas a la ves que le daba a su tío unos leves golpes en la espalda como signo de aprobación.

—Si bueno, hay que irnos de este lugar— terminó Thorin un tanto incómodo.

—Un momento, mientras investigaba los alrededores logré encontrar una cueva bastante grande como para servirnos de refugio o bueno al menos encontrar algunos víveres que nos puedan ser de utilidad— comentó la femme llamando la atención de algunos enanos presentes.

—Muy bien Helena ¿por qué no vamos todos a esa cueva para investigar?— preguntó Gandalf alegremente.

Al momento de querer partir todos recordaron que los ponis habían escapado así que dispusieron a continuar a pie, al llegar a la cueva harapienta y obscura, encontraron varios tesoros, así como armas, joyas y mucho más. 

Al estar tan entretenidos por los tesoros no se dieron cuenta que los sonidos de los huargos cada vez era más cercanos.

—Apúrense tenemos que irnos— demandó Thorin.

Al llegar al bosque Gandalf se encuentra con su viejo amigo Radagast, quien al verlo se muestra muy alterado y apurado, su plática fue amena y bastante corta a como los demás esperaban, por lo que no tuvieron que esperar tanto para que Gandalf reg...

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Al llegar al bosque Gandalf se encuentra con su viejo amigo Radagast, quien al verlo se muestra muy alterado y apurado, su plática fue amena y bastante corta a como los demás esperaban, por lo que no tuvieron que esperar tanto para que Gandalf regresara.

De un momento a otro los orcos les estaban pisando los talones, así que con pasos rápidos se apuraron para encontrar un lugar detrás de las rocas  y así poder esconderse, pero desgraciadamente uno de los huargos logró dar con su paradero por lo que esas horrendas criaturas los siguieron hasta donde estaban escondidos para tenderles una emboscada.

Kili se armó de valentía y preparo su arco con flechas para finalmente salir y encarar a esas criaturas, se dispone a disparar matando al orco y al huargo al mismo tiempo, en eso Helena decide unírsele apoyándolo con su arco, ambos consiguen acabar con varios orcos hasta que Thorin los llama para que pudieran meterse a la roca donde estaban a salvo.

En la lejanía, de manera inesperada suena un cuerno y todos los orcos caen, todos al escuchar el alboroto deciden dar un vistazo al arma que acabó con la vida del enemigo y ahí observaron una pequeña como letal flecha bastante característica de cierto grupo de criaturas no tan gratas de los enanos.

—Elfos— Thorin murmuro notablemente asqueado mientras seguía observando dicha flecha.

—¿Los seguimos?— preguntó Dwalin algo confundido.

—Los seguimos— completó Thorin mirando con desagrado al mago frente a él que caminaba alegremente por el sendero.

—¿Esto es?— preguntó Bilbo anonadado ante las espectaculares vistas llenas de magia, misterio e historia.

—Esto es Rivendel— contestó la pelinegra con una mirada calmada aunque por dentro se encontraba retorcida del enojo por estar frente a los que querían su cabeza en una bandeja de plata.

H.N

The lie of love  ₹Thranduil₹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora