Al día siguiente Tae me invito para ir a Starbucks. Caminamos tomados de las manos. Ya estábamos volviendo con nuestros cafés en las manos, hoy soplaba el viento frio. Y entramos en una tienda y tae se quedo viendo una sudadera negra
—¿Te gusta?- pregunto Tae después de beber de su café-
—Es lindo.
—¿Quieres que te la compre?
Negué con la cabeza. Volví a tomar su mano y caminar de regreso a su casa. Cuando llegamos me saque la sudadera y la colgué en la entrada.
—Iré a tomar una ducha.
Sin esperar respuesta de Tae corrí hacia el baño, cerré la puerta, abrí la ducha y me quite la ropa, quedando desnudo. Me metí debajo de la maravillosa agua caliente. Había disminuido el frio ya que en la casa había estufas. Tome el champú, desparrame un poco en la palma de mi mano. Y comencé a darme masajes en la cabeza, quite todo rastro de la espuma blanca. Escuche pasos en el pasillo. Iban y venían. Volvieron y se detuvieron frente a la puerta. Fruncí el ceño mientras sacaba la cabeza detrás de la cortina de baño. Tae entro en el baño y puso un dedo sobre su boca.
—¿Qué haces Tae? – Susurre- sal ya de aquí.
El negó con una sonrisa, se quitó la camisa y se desabrocho los pantalones. Venia descalzo. Quise tomar la toalla pero ya no estaba en su lugar. Tae había sido más rápido.
—¿Estás loco?
El rio. Esta tan tranquilo y a mí me dará un paso cardiaco en cualquier momento. Entro desnudo a la ducha y me cubrí los ojos. El volvió a reír. Me tomo las manos y la retiro de mi cara. Pero yo tenía los ojos cerrados.
—No seas niño bebe y abre los ojos.
Abrí los ojos pero solamente miraba el techo. El me abrazo.
—¿Estas asustado?
—¿Estás loco?
El asintió. El agua caía sobre nosotros. El pelo de Tae se pegaba a su frente. El comenzó a besarme el cuello. Suspire. El hizo que me arrodillara y luego ya estaba encima de mí. En mis pies caían las gotas de agua caliente. Me toco mi panza y su mano estaba bando poco a poco mas a bajo. Se la tome antes de que valla más abajo. Negué con la cabeza. Me beso con ternura.
—¿Estas nervioso?
—¿Va a pasar?
—Si quieres. No te voy a obligar a que pase.
Yo si quiero. Pero tengo miedo.
—¿Tus padres?
—Si no gritas ellos no te escucharan.
—¿Presley?
—esta con una amiga.
—¿Me va a doler?
El asintió. Mierda. Eso es a lo que le tengo miedo.
—Voy a ir despacio ¿Sí?- me beso el cuello- te amo.
Del cuello bajo asia mis pecho y gemí. Sin querer levante mi pierna y roce el miembro de Tae el gimió.
—Lo siento.
Me dio un beso en la frente. Su boca fue bajando y repartió besos en mi adominales . Comencé a reír. El rio conmigo. Estaba ahora un poco más seguro. Volvió a mis labios y le acaricie la espalda.
—¿Tae?
—¿Mmm?
—¿Tienes condón?
El levanto la vista y se levantó encima de mí, salió de la ducha y abrió un cajón de ahí saco un paquetito gris y una botella de lubricante. Antes de entrar a la ducha me vio de arriba hacia abajo. Me sonroje . El rio y volvió a ubicarse encima mío.
—¿Lista?
—Antes de que hagamos esto quiero que me prometas que no cambiara nada entre nosotros. Que seguirás siendo el mismo chico conmigo.
—Lo prometo bebe.
—Entonces estoy listo.
Él se puso el condón y agarro la botella de lubricante para ponérselo mientras yo trataba de pensar en otra cosa menos el dolor que sentiré en unos segundos.
—Abre las piernas bebe.
Hice lo que me pidió y se ubicó entre ellas. Cuando me dedico su mirada asentí. Sentí un tirón. Lleve mis mano en la espalda de Tae.
¿Qué le encuentran de lindo a esto? ¡Duele mucho!
—Oh, Dios mío- solloce- duele.
—Shh, tranquilo, tranquilo, tranquilo.
Claro si a ti no te duele, estúpido.
Tae se quedó quieto. Eso se lo agradezco. Levanto mi barbilla, me encontré con su mirada. Él sonrió. Trate de sonreírle pero creo que fue más una mueca. Me beso la frente.
—¿Puedo moverme? ¿Todavía te duele?
Asentí y luego negué.
—Muévete.
El comenzó a moverse tire mi cabeza hacia atrás. El gimió en mi cuello. Arañe su espalda. Me mordí el labio. No teníamos que hacer tanto ruido los señore kim estaban abajo. La mano de Tae empezó a masajear mi miembro.
Bien, ahora sé porque tanto alboroto por el sexo.
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—¿Quieren ordenar pizza ?
—¡Pizza!- grito Presley- ¡Quiero pizza!
Con la Sra Kim reímos. Estábamos los dos sentadas en la barra de la cocina. Los demas estaban mirando el juego de los Lakers. Pam se levantó y ordeno tres cajas de pizzas. A los vente minutos el repartidor llego tocando el timbre.
—¡mama timbre!
Ella rodo los ojos.
—No se levantaran por nada.
—Deja voy yo.
Tome el dinero de la mesada y fui a abrir la puerta.
—Entrega especial.
¡Y ya veo que tenia de especial esta entrega!
Quede mirando al repartidor lindo ¿Por qué todos los que reparten pizzas son Guapos?
—¿Lindo? ¿Me escuchas?
—Ah sí- me sonroje- perdón.
Que estúpido. Él me sonrió. Luego miro hacia la derecha. Gire para ver que llamo su atención y vi a Tae.
—¿A quién le dijiste lindo?
El levanto las manos en son de paz.
—Perdón amigo. No sabía que era tu...
El dejo de hablar ya que no sabía que era de Tae.
—Novio. Y gracias el ya sabe que es lindo. Yo me encargo todos los días de recordárselo.
—Tae deja de pelear con el pobre chico y siéntate a mirar el partido con tu padre- lo llamo el sro kim desde el sillón-
El chico me tendió las cajas de pizzas, las tome y se las pase a Tae, le di el dinero. Y él se marchó pronunciando un pequeño "Adiós". Le tome las cajas a Tae y camine hacia la cocina. Un grito del Sr Kim
—Que bestias que son cuando juegan los Lakers.
Le sonreí. Papa era así. Y mama siempre lo retaba cuando él decía groserías delante de mí. Nos sentamos en la mesa. A los minutos la televisión se apagó y aparecieron los gritos. Tae se sentó a mi lado. Tomo un pedazo de pizza y se lo llevo a la boca. Puso su mano derecha en mi pierna y la acariciaba tiernamente.
PERDON POR LA TARDANZA NO TENIA IMAGINACION PARA HACER PERO YA ESTOY DE VUELTA
SIGAN LEYENDO..........
SE A CERCA EL FINAL
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BULIMICO ( VKOOK)
Fanfiction<<- El amor es una de las cosas más maravillosas que puede experimentar un ser humano pero si no estás dispuesta a luchar por ello, no vale la pena estar enamorada, ya que solo te consumirás en el dolor y en la tristeza. Recuerda que no hay pe...