Cap. 4: Brisa Marina

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Hermione quedó absolutamente sorprendida, pues frente a ella estaba nada más, ni nada menos que Draco Malfoy de quien solo se acordaba algunas veces, tal vez muchas en el último día... ¿fue premonitorio entonces, el haber estado platicando acerca de él con Clodye, hacía un par de horas? Tal vez... aunque ciertamente a la última persona que pensaría encontrar en Helgg sería a él de quien guardaba un vago recuerdo de lo vivido la noche de graduación... en realidad, menos que vago, las copas de esa velada sí que le habían pasado la cuenta. Quizá esta sería la ocasión propicia para hablar de ese temita inconcluso, aunque no era algo que le robara el sueño, pero teniéndolo ahí en la isla tal vez pudiera aprovechar la oportunidad. Además suponía que no venía solo, que por ahí debía estar metido el odioso de Lucius Malfoy que, de solo recordarlo, le escocía la cicatriz que llevaba en el brazo. Era posible que fuera en la camioneta de llantas altas que había pasado delante y...

¡Y mejor se ponía atenta a lo que iba a decir, si no quedaría en evidencia que su mente había viajado unos años en el pasado!

— ¿Granger? —preguntó Draco también sorprendido. ¿Qué hacía ella en ese lugar tan remoto? En alguna ocasión se preguntó por Granger y supuso que estaría detentando un alto cargo en el ministerio al lado del par de monigotes que tenía por amigos, pero estaba ahí... ¿Sería una especie de alcaldesa? Eso sería como obvio, pero con lo que él sabía de ella, podría poseer un alto cargo en cualquier parte, ser exitosa. Bueno, mejor no hacía más conjeturas. Ella se daría cuenta—. Digo, buenas tardes, Granger.

—Malfoy, sí, ¿qué haces aquí? —no pudo contenerse, debía preguntar. Era demasiado extraño ver al sofisticado empresario en ese lugar tan apartado de todo.

—Busco... —intentó responder pero Narcisa se adelantó.

—Buscamos un hotel, linda —le dijo con una cordial sonrisa pasando por sobre su hijo y acercándose a la ventanilla del carro.

—¿Ho... hotel? —preguntó Hermione intrigada, el único hotel en la isla era el de ella, la otra posibilidad podría ser la posada del pueblo, pero era de mala muerte. Tal vez eran turistas por el día y querían visitar algunos sitios.

—Eh... bueno, sí... está por este camino —señaló con su mano la vía que ella estaba siguiendo—, como a unos dos kilómetros hay una bifurcación, deben tomar el camino que sube a la colina —respondió segura dando la indicación de su hotel.

—Oh, bien. Andando —respondió Draco intentando subir el vidrio.

Hermione hizo una mueca, era de esperar que Malfoy no le agradeciera. Seguía siendo el mismo hurón engreído de siempre. Al fin de cuentas, le daba lo mismo.

—Draco, ¿qué está pasando? —la camioneta que iba delante, había puesto reversa y ahora se acercaba. Pansy Parkinson, sin saludar a Hermione, se había asomado por la portezuela, abriéndola pero no bajándose del vehículo. En cambio Draco sí lo hizo, haciéndose a un lado para no ensuciarse con lodo y fue a hablar con ella.

Hermione no escuchó lo que se decían, además que no le interesaba. Al cabo de unos segundos, la chica se metió nuevamente en el carro y este echó a correr. Draco le hizo una señal de despedida a Hermione y también se fue en su vehículo. No obstante, otra vez el chofer le había echado un chorro de barro.

—¡Maldito! ¡De seguro eres amigo de Ron!

Hermione iba echar un par de insultos cuando se acordó de que tenía una carta del Ministerio guardada en el bolsillo, tal vez eso tuviera relación con la visita de Malfoy. Se apresuró a buscarla, mientras se hacía a un lado del camino buscando un sitio seguro. Tal vez pasara otro carro y la enlodara otra vez

Todo Pasa Porque lo Cazan (sí, con zeta) - FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora