Cap. 5: Despejado con nubes aisladas

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Hermione dio un suspiro de satisfacción mientras repasaba, una vez más, el reporte del Banco Mágico de Gringotts en relación a su cuenta personal, debido al depósito realizado por Blaise Zabini. Con eso tendría suficiente para componer la calefacción del hotel y contratar una mucama. Por lo menos, Molly Weasley se había compadecido de ella. Cuando la encontró en el supermercado del pueblo y, al contarle que tenía a cinco huéspedes en el hotel (a la espera de dos más dentro de unas horas y de varios otros en los días siguientes), se ofreció de inmediato a ayudarla con la cocina y el aseo. Y, a pesar de que ese día había sido la boda de su hijo, en la noche ahí estaba adelantando los almuerzos de la jornada siguiente, preparando la cena del momento y dejando todo listo para el desayuno. Era una gran mujer y muy preocupada por todos a quienes consideraba de su familia. No obstante, Hermione le pidió que por favor no contara a nadie quiénes eran los huéspedes, pues la familia Malfoy había pedido total privacidad. Ella comprendió:

Hija, cuentas con todo mi apoyo, para lo que sea. Si tienes a un exconvicto o a una gran estrella, no me importa. Lo que realmente interesa es que tú estés bien. Y si hoy tienes cinco personas en el hotel, mañana serán cien... y eso será porque los atenderás como reyes. Yo te ayudaré en todo lo que pueda.

Mientras oteaba nuevamente el documento, uniéndolo al cheque que Blaise le había dado por el arriendo del castillo abandonado, escuchó un crujir de maderas en el segundo piso y luego un golpe.

—Parece que la parejita está adelantando la noche de bodas —era Clodye que llegaba en su silla a la recepción cargando unas sábanas planchadas en el regazo. Hermione intentó oír de nuevo los ruidos, pero habían cesado, se encogió de hombros y miró a su compañera:

—No creo que estén en «eso»... —respondió Hermione, no muy convencida, haciendo una mueca.

Clodye meneó la cabeza, mientras acomodaba las sábanas en una caja que estaba a la orilla del mesón.

—¡Ja! Bueno, yo dejaré estas cosas en la bodega y luego me iré a descansar. Mañana debo levantarme muy temprano, por si los turistas necesitan algo.

—Yo haré lo mismo. Además mañana arribarán los padres de la novia, así que prepararé dos suites más. Lo bueno es que lo harán durante la tarde, así que en la mañana podré ordenar los dormitorios.

—No gastes tu hechizo en eso. Yo utilizaré el mío, ¿sí? —dijo la mujer, lo cual Hermione agradeció de verdad, así podría reservar su hechizo diario en una aparición que haría desde el pueblo al hotel, una vez que comprase las provisiones necesarias.

—Gracias, Cloy.

—No soporto a esos ricachones... de seguro terminarán hablando mal de nuestro hotel por más que nos esforcemos. Aun así, les demostraremos que, por muy humilde que sea, es lo mejor que hay en kilómetros.

—¡Porque es que es el único! ¡Ja, ja, ja! Pero bueno Cloy, no especules, por lo que he visto a los novios les ha parecido excelente.

—Y porque no hay más, como tú bien dices —agregó la mujer abriendo la puerta—. ¡Ah! Y, por favor, mantén esta puerta cerrada. No ha parado de llover... no debemos enfriar el ambiente —agregó recordando el trabajo que habían tenido intentando hacer que funcionara la salamandra para abrigar la planta superior y la administración.

—Sí, ahora en la tarde ha llovido muy fuerte. No es normal en este tiempo —reflexionó Hermione acercándose a Clodye con un paraguas que tomó de un perchero rayano—. Ten, no te mojes —agregó entregándoselo a la mujer.

—Gracias. Esta isla siempre nos sorprende. En fin, tal vez mañana amanezca mejor. Duérmete temprano, ¿sí? —Hermione asintió.

Clodye se marchó y Hermione regresó al mostrador de donde tomó una vez más el cheque, lo metió en su billetera y, el documento que le habían enviado del banco, lo guardó en un archivador de palanca. Luego de meterlo en un cajón del mueble, sintió otro ruido en el segundo piso. Tal vez los huéspedes necesitaran algo, así que iría a ver. Al girar se encontró con que Narcisa bajaba la escalera, mirándola sonriente.

Todo Pasa Porque lo Cazan (sí, con zeta) - FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora