Parte 4: Consejos de Sangre

58 25 7
                                    

Llego a casa y lo único que me apetece es pegarme una buena ducha. Estoy cansada y ni siquiera tengo ganas de comer nada así que les doy las buenas noches a mis padres y a mi hermano, me encierro en la ducha y me pongo a llorar mientras las palabras "hermana de mi amigo" resuenan en mi cabeza una y otra vez. No soy muy afortunada en el amor, a decir verdad.

¿Para él sólo significo eso, verdad? ¿No soy más que la hermana pequeña de su mejor amigo, no? Pues resulta, que para mí es algo más que eso. Él no es solamente un chico cualquiera que se pasa por mi casa a pasar el rato con mi hermano, jugando a la Play o haciendo trabajos para mí es algo más que todo eso. Es la persona por la que me pongo celosa cuando alguna de sus groupis, toca su cuerpo o su cara de una manera posesiva y con muchas intenciones, esas malditas arpías que hacen lo que haga falta para llamar la atención de los chicos más guapos del instituto al que vamos y que me vienen ganas de retorcerles el pescuezo y arrancarles sus extensiones baratas de pacotilla. Cómo las odio, por dios. Y no soy la única, Madison y Lauren están conmigo. Además de mejor amiga Melanie Moon.

Me derrumbo en la cama sin una gota de vida, pensando en lo que voy a hacer si sigo en este plan en el que sólo existo para Nate cuando hay que estudiar o para saludarme de vez en cuando. Quiero que note algo más mi presencia, quiero ser algo más para el. Darle un significado nuevo y diferente a nuestra relación. Pero por desgracia, soy demasiado tímida como para lograr cambiar algo a parte de las notas de mis exámenes o el próximo refresco que me pediré en la cafetería del instituto cuando esté sedienta.

Ahora mismo prefiero dejar a un lado mis pensamientos negativos y me dispongo a meterme en la cama cuando suena la puerta de mi dormitorio. <<Mierda, no ha colado>> pienso y es que mi hermano Cody, cuando no está ocupado con Raven, con sus entrenamientos de fútbol americano o con exámenes, está muy pendiente de mi para protegerme. A veces es bueno, otras no tanto. Y ésta es una de esas veces, qué bien, se ha dado cuenta de que algo no va como tendría que ir.  A veces preferiría ser hija única.

He llegado a casa y se ha dado cuenta de que no he celebrado una fiesta por ir a casa de Nate, que sin embargo he decidido pasar de cenar (mintiendo por supuesto y de forma generosa a mis padres diciendo que había comido algo allí)  y me he encerrado en la ducha y luego, en mi cuarto. Sin saltar ni ver unicornios por todas partes.

- Pasa- digo al chico que tiene un pie ya metido dentro de mi habitación- ¿Necesitas algo?- pregunto intentando parecer lo más neutra que puedo a pesar de que mis sentimientos están a flor de piel.

- ¿Qué si necesito alg...?- empieza a repetir frustrado pero se detiene para bajar su tono y no alarmar a mis padres. Se pasa una mano por su pelo castaño claro y me mira directamente a los ojos cuando sin permiso, se sienta en mi cama, justo a mi lado- Vamos Ally, te conozco. Ahorrémonos ésto, ¿quieres?- me dice en el tono más calmado posible que tiene.

-¿A qué te refieres?- pregunto yo de la forma más ingenua que sé, adoptando una expresión inocente, aunque con él nunca funcionan mis habilidades.

Siempre me pilla todas las mentiras que no llevo bien preparadas, a veces aunque me sepa mi recital de memoria es capaz de romperme los esquemas y acabo confesando. Me mira con las cejas levantadas y me rindo, incapaz de mantener mi piadosa mentira. Soy buena actriz con mis padres pero con mi hermano es imposible no ser descubierta. Puedes confiar tanto en Cody, que acabas contándole siempre todo lo que te pasa. Esta cualidad no sólo funciona conmigo, si no con cada una de todas sus novias, incluída Raven, la actual y con la que parece que va totalmente en serio. Eso es una de las cosas que me gustan de él; siempre deja claras las cosas desde un principio, nunca promete nada muy largo. No como otros que no saben lo que quieren en la vida.

- Dios, te odio por conocerme tanto, idiota- respondo con un apodo cariñoso y le doy un beso en la frente, que no tarda en limpiarse. Idiota. En realidad no tengo cariño.

- Cuéntame, ¿tengo que matar a alguien o...?

-¡No, tranquilízate! No creo que entre en tus planes matar a tu mejor amigo ¿no crees?- le interrumpo haciendo un gesto con las manos.

- Bueno, si eso implica quedarme sin sobrinos...- comenta sopesando la idea y yo le propino un buen tortazo entre el hombro que al no considerar suficiente, repito en su brazo- Vale, vale. Era broma, tregua...- y se ríe como él sólo mientras yo frunzo el entrecejo todo lo que puedo sin parecer un emoticono de un mono enfadado- ¿Qué ha pasado, ha hecho algo que ha herido tus sentimientos?

- N-no, no exactamente, no ha sido culpa suya, más bien me he portado yo como una idiota, sabes que se me dá genial...- digo mirando al suelo y le relato como puedo la forma en la que me comporté con Nate por lo del comentario en la fotografía que nos sacamos.

- Eh, tú no eres idiota. Y si él no aprecia lo que tiene delante de sus ojos, se lo pierde. Es mi amigo, pero tú eres mi hermana, sabes que tu eres más importante para mí desde siempre y que te estaré apoyando en todo lo que haga falta, aunque eso implique disminuír mi círculo social, ¿vale?- parece sincero y preocupado, está hasta tierno y sólo quiero que me abrace para sentirme segura; así que me dejo llevar cuando abre los brazos y me acerca para consolarme.

- Tampoco es eso, hombre. Sabes que llevo loca por él durante mucho tiempo pero quizá sea hora de decirle lo que siento. Creo que es el momento- me aparta para comprobar que estoy segura y asiento muy despacio. Me recojo un mechón rubio suelto que me tapaba los ojos y continúo con mi discurso- Gracias por darme estos consejos, Cody, han servido para darme cuenta de que lo que importa no es lo que piensen los demás, si no lo que sienta mi corazón. Además, no quiero dejarte sin amigos y menos con uno tan guapo como este... -bromeo intentando reducir el nivel de estrés en mi cuerpo.

Se ríe con dulzura y sé que se alegra de que la charla que hemos tenido haya servido para aliviar la tensión que tenía retenida por una esupidez como ésta.

- Bueno, pero como te haga daño, no intentes meterte de por medio porque lo dejo sin huevos. Y no podrás hacer nada por salvar a tus próximos hijos...

-Cállate. Eres tonto- me río al contagiarme por él y cuando me detengo le suelto muy tranquila y con cariño- Te quiero, Cody.

- Y yo a ti, hermanita. Recuerda lo que te he dicho, me tienes para lo que necesites- dice con una sonrisa, me besa en la frente y me golpea suavemente la nariz con la punta de su dedo índice  y cuando me doy cuenta, oigo como se cierra mi puerta y luego la de la habitación de mi hermano. Es hora de descansar, mañana será un día muy largo.

Pongo el despertador para el día siguiente y rezo para que mañana vea las cosas de otra forma.

+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+
Nota de autora: EDITADO


Holaaa ratoncitos míos!!!
Aquí os dejo mi cuarto capítulo. Subo tan seguido porque ya tenía los borradores sólo que no me atrevía a escribir. Soy una cobarde, mil perdones.
¿¿Qué triste y qué tierno este capítulo no creéis??
Quiero saber vuestra opinión, por favor, comentad lo que os salga del corazón y no olvidéis regalarme una estrellita dorada si os ha gustado. Me hace mucha ilusión.
Un gran abrazo y pequeño besito, mis ratoncitos hermosos.
🐁💞🐀💞🐁😊🐀💞🐁💞🐀💞🐭♥






I Won't Lie To You  (Yo nunca te mentiría)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora