I Won't Lie To You (Yo nunca te mentiría)

Parte 5: Demonios

Llego a clase, esta vez, sin muchas ganas. Estoy algo más animada desde que he hablado ayer con mi hermano, pero eso no quita el enfado que tengo en estos momentos con Nate. Todo esto me supera con creces y es que ya no sé que hacer... Mi hermano me dió un buen consejo, que no tenía nada sarcástico por el medio, lo cual es impresionante para tratarse de Cody...

El caso es que, necesito hablar con Madison, Melanie y con Lauren por mi bien y por el de el helado de chocolate que hay en la nevera de mi casa y que peligra en cuanto llegue del instituto si no hablo con ellas.

Decido ponerme a escuchar música durante el trayecto en autobús (ya que a partir de ahora mis padres no siempre vendrán a traernos o buscarnos por cosas del trabajo) y es que es lo único que puede relajarme ahora. Total, no tengo nada interesante que hacer ni nadie con quien charlar, todo el mundo está haciendo deberes atrasados, conectado al móvil o pegando una cabezadita antes de ir a clase. Entro en la app de música que tengo en mi teléfono y me pongo los auriculares. Escojo una de las canciones que describen más o menos mi situación y pulso en la pantalla hasta que el sonido viaja a través de mis cascos. Nunca pensé que amaría tanto a Justin Bieber en estos momentos y es que es así, creo que me comprende en 2U como nadie de este mundo y después de que se termine dejo que la lista de reproducción continúe hasta Friends, otra de las suyas que me encanta. Luego tecleo "Shawn Mendes" y escojo Mercy mientras llego a la parada de Nate. No me doy cuenta hasta que veo que está subiendo las escaleras y me mira directamente a los ojos, visiblemente dolido.

Lleva puesta una sudadera oscura y unos vaqueros negros y rotos en la rodilla junto con unos NIKE de color blanco, que es lo único que destaca en su look. Cuando sus ojos grises se encuentran directamente con los míos, un escalofrío me recorre la columna vertebral. Todavía sigo cabreada y me parece que hoy tendrá que buscar a otro compañero de asiento que no sea yo. Intento transmitírselo con la mirada y parece que lo entiende cuando se coloca con uno de sus amigos, que lo saluda cuando se sienta a su lado. Ojalá se diera cuenta de la conexión que hay entre nosotros, pero para mi desgracia no es así, nunca, y acabo hecha una mierda, comiendo helado hasta reventar e inflándome a canciones tristes.

Ignoro las miraditas que me manda él cada vez que echa la vista atrás para mirarme, aunque de manera disimulada, y desvío mi atención por la ventana, contando los árboles y los minutos que faltan para llegar a clase y dar Música, donde como no, estoy sentada con Nate. Qué bien. Nunca habría pensado que me molestaría por tener a mi lado la persona de mis sueños pero hoy y por los motivos que dicta mi corazón, acabo de empezar a odiar mi clase favorita. Y no lo era necesariamente por el temario musical, creo que se sobreentiende, no hacen falta pelos y señales para explicarlo.

Me quema la piel cada vez que sus ojos se clavan en mí. Se nota que está preocupado por la situación que tiene conmigo y me siento patética, culpable y una muy mala persona, pero es que cada vez que me acuerdo de por qué estoy tan enfadada con él, una parte de mi ser se hunde más y no da tocado fondo. No encuentra ese fondo, porque ni siquiera sabe donde está o si lo hay, ¿no es gracioso?

Pero es que... ¡DIOS! Esto es justo lo que a mí me mata. Con lo listo que es, ¿cómo no se da cuenta de lo que siento por él? No soy una buena actriz en cuanto a lo que a mentir se refiere asique con lo inteligente que es este chico tan atractivo, ¿como no me lee la mente, si no puedo dejársela más abierta? L-la mente... N-no no lo que estáis pensando...eh...Da igual, no pienso explicarlo.

Me bajo del bus lo más deprisa que puedo. Mis piernas andan a toda velocidad y es que más que andar, parece que estoy haciendo una maratón... y es que ahí esta la cosa, no es que tenga un pronto de correr por las mañanas es que me están persiguiendo. Tiene las piernas más largas que las mías y está más acostumbrado a hacer deporte, ¿como quieres que gane metros de distancia? Si parezco Doraemon a su lado... La versión cutre, sin peto mágico, claro.

No podía fijarme en un chico normal, no, tenía que buscar a uno con la mejor complexión atlética de todo el centro. Si hasta ganó unas cuantas medallas, trofeos y campeonatos de fútbol no compares... Dejo de resistirme completamente agotada y cojo aire mientras espero a que mi perseguidor, o sea, Nate recobre el aliento para hablar conmigo. Putos remordimientos que no me dejan mover los pies... es como si hubieran echado raíces a toda velocidad. Y es que forman parte de una planta, que está colada por su jardinero, Nate Henderson.

Una vez que los dos recobramos el aliento, me dice:

- Oye, ¿me estás evitando?- me pregunta con una media sonrisa.

- No, claro que no-miento deliberadamente- ¿Por qué lo dices? Ni siquiera te he visto- sugiero inocentemente sin despegar la cabeza de mi móvil. 

Lo estoy guardando por respeto y educación, no porque me interese lo que vaya a decirme, de ninguna manera. << No te lo crees ni tú>> me reprocha mi subconsciente.

- Ah no, por nada, es que, has puesto tu mochila ocupando mi asiento, no me has mirado a la cara durante más de dos segundos -sólo para comprobar que me quedaba lo suficiente lejos de ti- y luego te has escapado corriendo lo más rápido que podías para que yo no te alcanzara y así no poder hablar contigo. ¿Me ha faltado algo...?- me pregunta después de recitarme todas las idioteces que he hecho esta mañana para evitarle y que no han colado.

-Vamos, no te lo creas tanto- le suelto, y es que siento la imperiosa necesidad de defenderme ante él y sus acertadas insinuaciones más que acusatorias.

- Eh- me dice, y me sujeta por los dos hombros- Si he hecho algo que te ha molestado, dímelo. No quiero estar así contigo, ¿vale? Eres importante para mí y no quiero hacerte daño. ¿Lo sabías, no? Considero que nuestra amistad es una de las más importantes que tengo en la vida, y Ally, de veras te aprecio.

Eso ha sido un golpe tan bajo que me ha calado hasta en los huesos.

- Llego tarde a clase. No tengo tiempo para hablar ahora, Nate- es lo primero que suelta mi boca y me aparto antes de caerme y romper a llorar a sus pies. No se me ha ocurrido otra evasiva mejor, qué le quieres. Sé que tarde o temprano todo se vendrá abajo, y como dice una canción de mi grupo favorito: ambos caeremos en desgracia.

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Nota: EDIT

Bueno, soy yo otra vez, sé que los capítulos son bastante cortos pero quiero incluíros en la historia poco a poco para que no os resulte pesada y podáis ir asimilando toda la información.
¿Qué os parece el comportamiento de los chicos?
Será mejor esperar a ver qué pasa.
PD: estoy subiendo estos capítulos de golpe porque como ya he dicho antes, los tenía en el borrador pero eso no incluye que vaya a poder subirlos siempre rápidamente porque tengo que estudiar esta última semana y hay cosas que hacer por lo tanto, aprovechad ahora que doy está pequeña no-maratón. Gracias por ser tan comprensivos, ratoncitos de mi alma.
No olvidéis votar por fis, me alegraríais mucho...
Un abrazo enorme.

Vuestra autora ratona fav.

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