Parte 32: "Lie to Me"

14 7 17
                                    

Allyson:

Hoy he llegado un poco antes al instituto porque no podía conciliar el sueño y he aprovechado para adelantar deberes y cuatro cosas pendientes que debía hacer, pero de todas formas me ha sobrado tiempo y en lugar de pedirle a alguien que me acercase, he decidido caminar tranquilamente mientras paseaba. 

En los cascos resuena una canción de 5SOS que me encanta; Lie to me. Me parece preciosa y su ritmo es tan suave que el paseo me es agradable. El día parece tranquilo pero yo no hago más que darle vueltas en mi cabeza por la situación emocional en la que vivo y la música creando una banda sonora en mi cabeza que sólo yo puedo oír no soluciona las cosas para ser claros.

Nate, Luke. No sé qué decisión debo tomar, pero al mismo tiempo lo sé. No me entiendo ni yo; sólo quiero que todo sea más fácil, que nada sea tan complicado como para estar rebanándome los sesos continuamente, necesito paz en mi vida o acabaré ahogándome en la angustia, la confusión y la indecisión del momento.

Joder, ¿por qué narices en toda mi vida ningún chico se había fijado en mí y ahora en el último año hay dos? ¿Es una especie de broma celestial? Soy atea, pero voy a empezar a creer que hay algún ángel divirtiéndose ahí arriba con mis asuntos personales.

Se me viene una imagen en la cabeza de un hombre alado tirando de los hilos de mi vida, enredándolos y enlazándolos para complicar más la situación.

Sé que ambos son diferentes; que cada uno tiene sus cualidades que me llegan pero que ninguno de ellos es perfecto. Sólo que eso es lo que me encanta; que nadie lo es, y que todas y cada una de sus imperfecciones son las cualidades que más me enamoran por dentro.

Los hoyuelos son una imperfección de la cara que, según he leído, sólo la tiene un dos por ciento de la población mundial, pero a mí me parecen tiernos en Luke. De hecho, me encanta hundir mi dedo índice en ellos cuando sonríe con sus labios suaves y sensuales. De nuevo, su boca viene a mi mente y con ella el reciente beso.

Las dudas quieren dispersarse, esa niebla que cubre mi mente quiere deshacerse pero es demasiado espesa todavía. Necesito claridad, y sé que Melanie puede aconsejarme una respuesta que reflexionaré y obtendré la solución que mi cerebro y mi corazón necesita. Lo cierto es que me siento muy filosófica para variar y eso que odio esa asignatura.

Llego al Instituto con adelanto. Aún quedan unos minutos para mi primera clase. La verdad es que no me apetece mucho entrar, los lunes son demoledores para gente dormilona como yo. Soy el tipo de persona que puede quedarse hasta tarde despierta pero que a la hora de madrugar o me levanto según suena la alarma, o no me levanto nunca. Miro mi horario en el móvil, tengo Griego y Latín después, dos horas seguidas con la misma profesora que aunque es encantadora, nos hace trabajar como si no hubiera un mañana. Me río en esa clase por las locuras que decimos, pero eso no quiere decir que aún habiendo comodidad pueda no hacer nada y dormir.

Le mando un mensaje a Melanie para avisarla de que he llegado,  como suelo hacer todas las mañanas.

"Estoy aquí. Te espero en el banco diva de la entrada. No tardes" -le envío.

Visualizo los dos tics azules y veo que me  escribe unos minutos después. El Banco diva tiene ese mote porque está hecho de madera adornado con flores naturales.

“Dame cinco minutos, odio los lunes, tía. Quiero dormir”

Me río y le respondo con un sticker de Kim Kardashian formando un corazón con sus manos. Los stickers son mi fuerte. He hecho cada meme de mis amigos que son dignos de calificar de obra de arte. Deberían exponerlos.

Reviso la hora y las redes sociales por si hay alguna noticia de madrugada que sea interesante. Finalmente cierro y bloqueo el teléfono porque no hay nada nuevo, sólo un par de frases que me gustan y que guardo para mí en Instagram. Acepto y deniego un par de solicitudes antes de dirigirme al cuarto de baño. Me miro en el espejo tras ir al servicio y me lavo las manos. Podría tener peor cara, ciertamente. Y el pelo nada mal, lo que es un milagro. Salgo de allí cerrando la puerta, saludo al conserje y bebo de la fuente potable de agua que hay en la esquina. Me decantó entre subir al piso superior porque conozco a mi mejor amiga y aún le va a llevar un rato venir. Mel, ¿no me dijiste que ya venías? Han pasado más cinco minutos, tienes la casa aquí al lado. Me pregunto qué ha podido entretenerle tanto.

I Won't Lie To You  (Yo nunca te mentiría)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora