Capítulo 1. ♡

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No pude dormir en toda la noche, sólo miraba hacia el techo pensando en todo lo que le diría a Matthew y a veces, riéndome sola porque seguramente terminaría como ‘omg ¡Matt, te amo! Asdfghjkl’ y entonces él llamaría a seguridad y todos los chicos se reirían de mí… sí, eso era lo más probable, así que mejor decidí dejar de pensar y después de unas cuantas vueltas más en la cama, logré conciliar el sueño.

La alarma sonó a las 9:00 am y debo decir que es el primer día en toda mi vida que no protesto por eso, sin embargo no me levanté saltando, al contrario, me quedé ahí unos cuantos minutos más hasta que sonó mi celular.

Annie Grier: what’s up, babe? Estás lista para hoy? Dfjnshea estoy muy emocionada, fkjujfd♥ hoy es el gran día.

Sonreí al ver el mensaje. Ella tenía razón, hoy es el gran día… hoy voy a ver a Matt en persona. Hoy él va a conocerme.

Me levanté y comencé la misma rutina de siempre, sólo que un poco más animada. Escogí unos jeans oscuros entubados, una blusa de manga larga blanca con un estampado que decía ‘I ♥ YOU’ y mis vans rojos que combinaban con el corazón.

Bajé a comer algo ya que debía ver a Annie a las 11:00 am en su casa. Sólo una mezcla de cereal con diferentes tipos de frutas que, según mi nutriólogo, me hacen bien.

“Vanessa, ¿qué haces despierta tan temprano?” preguntó mi madre entrando a la cocina con su laptop, la cual dejó en la mesa para ir a encender la cafetera. “Hoy es la convención, mamá.” ¿Por qué nunca recordaba lo que le decía? Es decir, ella es psicóloga, debería comprenderme… o al menos intentarlo, pero no. Para ella sus pacientes son más importantes que Dylan -mi hermano- y yo. ”Oh, cierto, lo había olvidado… hoy vas a conocer a esos chicos que hicieron que tu promedio bajara.” Rodé los ojos. Esto no tenía sentido. Es decir… si bajó, pero no fue gran cosa, sólo dos décimas. En realidad soy uno de los mejores promedios de mi clase. Terminé mi cereal en silencio y luego me fui sin decir nada. Nadie va a arruinar esto. No hoy. Lavé mis dientes una vez más y tomé una pequeña bolsa que llevaría hoy. Sólo lo necesario: mi iPhone 4s, cámara digital, las llaves –o si no me quedo en el jardín hasta que alguien llegue, créanme, me ha pasado- un plumón permanente. Uno nunca sabe. Y, por supuesto, mi entrada a la convención.

Vann Espinosa: Llego en 20, babe. Afshhsa, this is gonna be the best day of our lives. ♥

Dylan iba a llevarme a la casa de Annie ya que él tiene permiso para conducir y un auto. Toqué la puerta de su habitación. “Ya voy, ya voy… ¿no crees que es muy temprano?” se quejó él desde adentro. “No y corre porque se me hace tarde. Te espero abajo.”

Comprobé que no tuviera notificaciones en twitter y revisé instagram antes de salir. Cuando íbamos a la mitad de camino mi celular sonó de nuevo:

Annie Grier: okay, corre. Necesito ayuda, es una EMERGENCIA del tamaño del mundo.

Seguramente la ayuda que necesita es cómo declararle su amor a Nash. Ella realmente lo ama.

Justo antes de salir del carro hacia la casa de Annie, Dylan me habló. “Que te diviertas, pequeña. No abuses de Matt porque no voy a ir a recogerte a la estación de policías.” Me dijo sonriendo levemente. Wow. ¿Ése es mi hermano? Estas semanas ha sido una mejor persona, no me molesta tanto y no hace caras de fastidio cuando hablo acerca de los Magcon. Quizá es porque en tres semanas se va a la universidad y ya no vivirá con nosotros. “Gracias… y, trataré… pero no prometo nada” comencé a reír y salí del auto. Esperé hasta que este se fuera y me dirigí hacia la casa de Ann.

“¡Aaah!” fue lo primero que dijo al verme. Nos abrazamos y casi caemos. “¡Dios! ¿hace cuánto que no nos veíamos? ¿un siglo? Creo que más… no es justo que tus amigas mundis del colegio te tengan más que yo… pero no importa, vamos, en serio necesito ayuda.” “Valla, creí que nos quedaríamos aquí por siempre” bromeé y sólo saludé a su mamá ya que ella prácticamente me jaló hacia las escaleras para subir a su habitación.

“Okay, ¡¿qué me pongo?!” dijo Annie como una loca y no pude evitar reír. “¡Oye, No te rías, estoy hablando en serio!” pero de verdad no podía parar. Es decir, ¿esto es una emergencia? Yo tomé lo primero que vi en el closet. Así que comenzó a golpearme con una almohada. “¡Vanessa! Estoy hablando en serio” Tomé otra almohada y también comencé a golpearla. Corrimos por toda la habitación riendo y gritando. Extrañaba esto. Realmente lo hacía. Este año entramos a colegios diferentes y por lo tanto dejamos de vernos a diario, lo cual fue un problema, al menos para mí. No soy el tipo de chica sociable que encaja en todos los lugares a los que va; en realidad soy más reservada y tímida, incluso un poco paranoica, y estar sin Annie en una escuela donde eres la más pequeña y sientes que todos los que te miran te juzgan, es muy difícil.

Ella se tiró a la cama, aún riendo. “Vanessa, stahp! Vanessa, don’t do that!” dijo imitando a la mamá de Carter mientras me tiraba también. Seguimos riendo y hablando de lo genial que iba a ser ese día. De cómo Cameron y Nash iban a pelearse por ella y Taylor y Matt por mí.

Más tarde atendimos su emergencia con forma de blusa blanca con rayas rosas, leggins negros y vans rosas. La alarma sonó y ambas gritamos para posteriormente reír. Eran las 2:00 pm. Su papá iba a llevarnos a la convención. Oh por Dios. Estamos cada vez más cerca. Sentí la adrenalina correr por mis venas. Normalmente odiaba esa sensación, pero hoy es diferente. “Tierra llamando a Vann, Tierra llamando a Vann… ¡Despierta! Deja de pensar en cómo besará Matt.” “Tonta, no pensaba en eso…” su comentario hizo que me sonrojara, lo cual odio. “¿Qué pasa?” “Te decía que si quieres una dona.” ¿Ya lo había dicho? Annie ama las donas casi tanto como a Nash, de hecho apuesto a que si le dieran a elegir entre una docena de Krispy Kreme o salvar mi vida ella diría ‘la mitad de chocolate y las otras que sean variadas, please.’

“No, Ann, gracias, ya comí en mi casa. Te espero afuera.” Sonreí y salí de la casa, despidiéndome de su mamá, quien estaba en la puerta.

“¿No creen que es muy temprano?” dijo el papá de Ann cuando llegamos al WTC, el lugar de la convención. Ella rodó los ojos. “No, ya te lo dije. Si queremos estar hasta adelante, y valla que queremos, debemos llegar temprano… de hecho ya es tarde, vamos Vann.” Asentí y bajamos del auto.

Mostramos nuestras entradas al gorila de la entrada y pasamos. Oh por Dios. Soñé esto por tanto tiempo que no parece real. Entramos a la sala 13. La voz de Hoodie Allen llenó mis oídos. Había a lo mucho 20 chicas esparcidas por la enorme habitación. Annie estaba cantando mientras caminábamos hacia el escenario. Justo en medio. Nos sentamos en el suelo ya que aún faltaban poco menos de 3 horas para que el evento comenzara. Ambas estábamos cantando ‘no interruption’ cuando una chica se acercó sonriendo y se sentó a un lado. “Hola, soy Dafne y Nash es mío, ¿ustedes?”

It's a promise.Where stories live. Discover now