Capítulo 21. ♡

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Ambos salimos a la superficie al mismo tiempo, él tenía su brazo derecho rodeando mi cintura y mi brazo estaba atrás de su cuello, luego hizo un movimiento para que yo quedara de frente a él y me rodeó con ambos brazos, al tiempo que Nash y Annie saltaban al agua salpicándonos y haciendo que reaccionara, separándome de Matt. ¿Hoy es el día de sonrojarse por todo? Nadé hacia la orilla y salí de la alberca; en verdad estaba muy nerviosa por lo que acababa de pasar y el hecho de que Matt me tomara en sus brazos.  Nash y Annie comenzaron a salpicarse agua y Matt salió también de la alberca cuando estaba terminando de secarme. “¿Qué pasa?” preguntó él, un tanto serio.
“Nada, pero ya no quería nadar” respondí.
“Uh, lo siento, por aventarme, aventarnos… eso” miró hacia el suelo y se acomodó el cabello.
“No, no, está bien” respondí sonriendo y luego me puse el sweater. “¿Quieres ir por algo al restaurante? Se me antojó un helado” Matt asintió. Se veía feliz. Y luego de secarse un poco, tomar nuestras respectivas carteras y avisarles a Nash y Annie, caminamos hacia la salida de la alberca y entramos al restaurante; nos dirigimos hacia a la barra donde un chico, como de unos 20 años nos atendió inmediatamente sonriendo. “¿Qué van a ordenar?”
Miré a Matt y luego nuevamente al chico “Yo quiero un helado de chocolate, Nash pidió de vainilla y Annie… de fresa” él lo anotó en su libreta y miró a Matt, quien me acercó a él rodeándome con su brazo izquierdo. “Yo quiero de chocolate también.” Dijo un tanto… ¿frustrado? Y el chico asintió. “Son 28 dólares” lo anotó en la caja e imprimió el ticket. Matt abrió su billetera y sacó dinero. “¡No, no! Déjame pagar, por favor” dije sacando un billete de 50 dólares.
“De ninguna manera” insistió él, dándole el dinero al chico.
“Pero has pagado todo desde que nos conocimos, incluso hicimos que compraran trajes de baño y una pelota… por favor, déjame pagarte.”
“Nash y yo los compramos porque quisimos, no nos obligaron y no, no voy a dejar que me pagues, está bien, en serio.” El chico le entregó su cambio y se fue por los helados. Aproveché que Matt estiró la mano e iba a meter el billete en su bolsa pero entonces noté que el traje de baño no tenía bolsas. “Vamos, Matt, acepta el dinero, por favor.” Insistí una vez más y él me ignoró. “¿Vas a dejarme con la mano estirada?”
“Vann, en serio está bien, no es nada” me dijo bajando mi mano que sostenía el dinero. Iba a replicar cuando él chico que nos estaba atendiendo llegó con las cuatro copas de helado. “¿Quieren que se las lleve?” preguntó él.
“No, no es necesario, yo puedo llevarlos” le respondió Matt y tomó la charola con los helados para luego comenzar a caminar hacia la salida.

Cuando llegamos de nuevo a la alberca encontramos a Nash y Annie sentados en una de las sillas, hablando.
“No se tardaron” fue lo primero que dijo Nash y le pasé su copa de helado.

“¿Cómo están los chicos?” pregunté para ninguno de los dos específicamente.
“Ellos están bien, ya sabes, están pasando tiempo con sus familias y sólo Cam, Carter, Nash y yo estamos aquí en Los Angeles” me dijo Matt.
“Sí, lo que dijo” respondió Nash comiendo más helado.
“Oh, genial, sería bueno verlos de nuevo.”
“Sí, totalmente” estuvo de acuerdo mi amiga y ambos chicos se miraron.
“Tal vez luego” dijo Nash.

Estuvimos hablando hasta que el helado se terminó y como empezaba a oscurecer decidimos irnos así que empezamos a recoger todas nuestras cosas.
Revisé mi teléfono y tenía 15 llamadas perdidas de mi mamá, de las que había dicho hace un rato y un mensaje de Dylan que decía “Annie y tú me deben una” refiriéndose a lo que había hecho por nosotras.
“Está bien, lo que quieras. ¿Siguen en la tienda?” le respondí.
“Sí, estoy cargando como 30 bolsas y no, no estoy exagerando. Mamá quiere comprar más ‘recuerdos’ nos vemos en la noche.” Sonreí leyendo su respuesta y guardé mi teléfono; cuando subí la mirada me encontré con la de Matthew, quien me sonrió.

“¿Por qué no vemos una película o algo?” preguntó Nash y Annie asintió.

“¡Si, si! En nuestra habitación hay una pequeña sala y un gran televisor, quizá haya un reproductor oh… pero ¿de dónde sacaremos una película?”
“Hay algo que se llama Netflix” le dijo Matt y mi amiga le enseñó la lengua.
“Suena bien, además hay internet” respondí, tomando mis cosas de la silla.

Caminamos hasta el elevador y luego de subir, entramos a la habitación. Recordé un libro que había leído hace un año aproximadamente donde decía que las chicas fáciles, como una de las protagonistas, metían al chico a su habitación en la primera cita y me reí un poco, pero técnicamente:
1. Esta no era mi habitación, no la oficial.
2. Esto no era una cita y
3. No soy una chica fácil.
Luego recordé a Ron, de Harry Potter diciendo ‘esa chica tiene que ordenar sus prioridades’ ya que la tercera debió haber sido mi primera opción y me reí un poco más fuerte. Un instante después otra risa se unió a la mía, era Matthew.
“¿De qué te ríes, Vann?” preguntó.
“Nada, me acordé de algo” dije aun sonriendo y él igual. “Voy a cambiarme” iba a entrar a la recámara pero Matt me detuvo aunque no dijo nada. “¿qué pasa?” él me tomó de la mano y me llevó al sillón, donde nos sentamos e inmediatamente después llegaron Nash y Annie.

Después de debatir un poco por la película terminamos eligiendo “El juego de Ender”

La película iba como a la mitad cuando Matt se acomodó mejor en el sillón y me rodeó con un brazo; lo miré por un instante, admirando su perfil y luego él me miró también, haciendo que regresara mi vista a la pantalla. Pasaron alrededor de 10 minutos y se acercó más a mí, e inconscientemente me recargué en su hombro.

Cuando la película terminó me senté bien y Matt retiró su brazo y luego me encontré con Nashnnie dormidos, ambos recargados el uno en el otro y con las manos entrelazadas.
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Yay! Otro capítulo, lol. Espero que les haya gustado, sé que es corto pero prácticamente subí dos en un mismo día. Por favor comenten y/o voten, lo agradecería mucho. ♡ -Laura aka Mrs. Espinosa.

It's a promise.Where stories live. Discover now