Una tarde de Margaritas.

Cap. 1. Escalera al cielo.

Me voy a tomar la libertad de contarles cómo ha sido mi vida, desde mi infancia, al día que cómo se dice coloquialmente salí del closet, hasta mí actualidad. Por eso voy a comenzar desde el momento en que les dije a mis padres que soy homosexual...

Como todo en tema LGBT no es fácil haberles dicho a mis padres de mi orientación, por supuesto cuando les dije no lo tomaron nada pero nada bien, y quien se opuso principalmente fue mi madre a la cual le cause un gran conflicto emocional y se culpaba y se preguntaba qué estaría pagando. ¿Qué por qué su hijo? ...

Por segundo mi padre que tampoco lo tomó nada bien, él solo se encerró en una idea de negación simplemente y no hablo del tema durante mucho tiempo, con quien la viví en mayor conflicto fue con mi madre ya que sufrí discriminación y por supuesto rechazo, golpes e insultos, malos tratos, no le culpo por eso, he llegado a entenderla muy bien, no se lo esperaba y menos del hijo más chico de cuatro que tuvo

"el consentido"... En fin.

Esto fue a la edad de los dieciséis años, edad crucial y muy dura de mi etapa de vida, me encuentro en la adolescencia y como todo adolecente, con este tipo de preguntas, me cuestionaba en el sentido de que si estaba bien lo que sentía;lo que percibía, y de lo que quería en mi vida, no fue fácil. A la fecha no ha sido fácil, sigo buscándome pero ya en otros sentidos, en lo más espiritual y consciente.

Se preguntarán porqué estoy haciendo esto a la edad de 27 años, bien, pues lo principal es tomarlo en forma de terapia para poder deshacerme de cosas malas de mi pasado, desechar cosas que hoy en día no me sirven y que les invito hacer un re encuentro de los daños para poder llegar a un clímax y que después de haber llegado a eso, poder desahogar, desechar y perdonar qué es el principalmente punto y objetivo de todo esto.

Lo recomiendo.

Bien como ya saben les dije a mis padres de mi homosexualidad y que de esa confesión ya han pasado más de diez años. Fue doloroso para ellos pero para mí fue tormentoso además de doloroso.

Fue tormentoso en el sentido de que yo me cuestionaba, y lo hice durante varios años antes, y después de haberles confesado...

...Estaba en la secundaria etapa crucial en que a uno como adolescente se despiertan sentimientos, emociones e inquietudes una de ellas fue de; ¡Cómo era posible que pudiera sentir algo por ese chico de ojos lindos color verde y tez blanca con cabello lacio color castaño claro! Qué despertará en mi pensamientos de, como decirlo, pensamientos inquietantes y que despertaban en mí ideas un tanto lujuriosas...

Todo comenzó a sentirse en el segundo grado de secundaria y comenzaba a gustarme un chico de mi salón, a quien por supuesto no me atrevía hablar, pero de repente las miradas se cruzaban y sentía eso en el pecho, como un rayo, como electricidad que me recorre, me emocionaba y regresaba a casa feliz después de clases, así transcurrió ese año y un día antes de entrar a educación física se me ocurrió ir al WC, salgo del privado y quien va entrando es él, doy paso a la derecha y enseguida uno a la izquierda

-Él dice con tono burlón. ¡Bailamos! - Se ríe poniéndose la mano en la boca.                                       (No podía dejar de admirarlo).