Escalera al cielo.

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17 de febrero por la tarde noche fue cuando les solté la bomba ya me había graduado de la secundaria y recuerdo que ya no quería estudiar pero ese no era el tema de mayor importancia diga lo que diga iba a seguir con el estudio; senté a mis padres en la sala y PUM! Les dije:

Padre, madre soy gay... Primero un silencio incomodo, yo con la cara agachada con un extraño sentimiento. Y para el otro instante mi madre se encontraba llorando como si le hubiesen apuñalado. Gritando... ¡No, tú no, no, no! (Se golpeaba afligida)

De tal manera lo decía... Cómo si se acabara el mundo o cómo si yo tuviera una enfermedad terminal, en seguida le dije. Tranquila mamá.

- Ella me dice. -Quieres que me calme ¿Cómo poder estar calmada si mi hijo el más chico me está diciendo que es maricón? ¿Cómo quieres que me calme cabrón?

(Me da dos golpes sobre el hombro y espalda).

Mi padre le grita que se calme. Hay que hablar bien de esto...

Mi madre en eso se pone de pie y se va caminando diciendo.

--Estoy cansada me voy a bañar. Y se dirigió a su habitación

... Momentos después baja con bata de baño y toalla... Mi padre y yo estamos en silencio incomodo, en cuanto se mete y cierra la puerta del baño, mi padre se gira hacía a mí y me pregunta

-¿Estás seguro de lo que dices?

– Le respondo que sí.

-¿Y por qué lo dices?

– Le respondo. Porque ya no puedo más con esto, si ustedes se sienten mal imagínense como me siento Yo; Para mí no es nada fácil aceptar el hecho de que los estoy defraudando.

¡Mira cómo se puso mi mamá¡ Crees que es fácil para mi aceptar esto que estoy sintiendo, la verdad es que no. En ese momento mi madre comienza a gritar y pegar en la pared de la regadera gritando ¿por qué? ¿Por qué? ¿Por qué, mi hijo?

Mi padre se levanta repentinamente y se acerca a la puerta del baño y le pide que abra, mi madre momentos después sale y se dirige a las escaleras y sube a su habitación mirándome de reojo y con la cara agachada, se le nota la tristeza en el rostro.

Yo no sé en dónde meterme, la sigo con la mirada, al siguiente instante escuchó que se desmaya mi padre y yo subimos corriendo para ver lo que estaba pasando, la vemos, mi padre la hace reaccionar con alcohol y le ayuda a sentarse a la orilla de la cama, me mira y me dice. – Vete, vete, no te quiero ver.

Bajo las escaleras con dificultad ya que las lágrimas me impedían ver bien donde pisaba y así me salgo de la casa al parque de al lado, lo único en lo que podía pensar era en el gran daño que ocasione, que si algo le pasara a mi madre jamás me lo perdonaría.

Me encuentro sentado en uno de los columpios del parque, en momentos tranquilo y en otro inconsolable, escuchando música. Regreso a casa traigo llaves y abro la puerta mi padre está en la sala mirando la televisión, le noto la mirada perdida ni siquiera pone atención a lo que mira al televisor, subo las escaleras dirigiéndome a mi habitación cuando en eso mi madre me llama y me dice que pase a su habitación.

Me dice. ¿Por qué me haces esto? –Antes de que pueda lograr disculparme. Me pregunta. ¿Qué es esto? Me enseña unas hojas impresas que yo mismo había dejado en la cama de mis padres para que lo leyeran, es un poema que aunque se desconoce el autor. 

Una tarde de Margaritas.Where stories live. Discover now