Una tarde de Margaritas.

Rayito de luz.

Eran las seis de la tarde, salí de mi casa a caminar, me sentía muy desolado, por fin me decidí a sentarme, comencé a cantar, a tararear, a murmurar ya que no tenía los suficientes ánimos , desde donde me encontraba pude apreciar un atardecer hermoso y eso fue motivo para soltarme a llorar, otra vez. 

No pedía nada de lo que me pasó y de lo que me estaba pasando, pensaba porque me tocó vivir esto tan duro, y yo tan chico y padeciendo estos problemas, comencé a pensar en muerte, recordé a una compañera de la secundaria que pues ella se cortaba y que en una ocasión la sorprendí en el salón de clases como se curaba sus heridas,  pase de ropa colorida a ropa de un solo color el negro, comencé a leer y encerrarme en esos mundos deseando estar mejor ahí que en donde me encontraba. Aún no existía el termino "emo" pero fui uno como tal. 

Al día siguiente mi madre se levantó de un humor peor que mil demonios, estaba muy de malas y no buscaba quien se la hiciera si no quien se la pagará y sin ser sorpresa yo era esa persona que recibiría toda su descarga, (no todo el tiempo ella fue así, sólo desde que les dije que soy gay), ese día llamaron a la casa y para mi sorpresa y mi mala suerte la persona que había llamado era Víctor, eso fue un detonante aún mayor para mi madre tanto así que literal sacó fuego por la boca y quemó el auricular del teléfono. (Está demás que les diga que tanto dijo y con quien se desquitó). Cierto.

Con eso tuve para que mi relación con Vic, comenzará a decaer, a cada hora mis padres no se me despegaban, iban a dejarme y a recogerme a la preparatoria abierta, (recuerdan que ya no quería estudiar, bueno pues para tenerme vigilado me metieron ahí). El horario era de siete a nueve de la noche, muy cómodo, pero antes de entrar ahí me habían inscrito a una escuela técnica  en computación con un horario de cuatro a siete de la tarde, ahí me hice amigo de una chica. 

Edna, la coordinadora de la escuela técnica con ella tuve la confianza de contarle mi situación, de hablar de cómo me sentía, ella sin muchas palabras me decía. Sí mi hijo viviera y fuera como tú yo lo aceptaría y lo amaría más que a nadie. Eso me ponía triste y más al ver el rostro de Edna. 

Iban pasando los días, las semanas y las cosas en mi casa seguían igual o quizá peor, no los soportaba, verles la cara, escuchar sus reclamos. Deseaba gritar. ¡Bastaaaa!

Pero no podía hacerlo, en vez de eso me deprimía cada vez más y comencé a cortarme el brazo izquierdo pequeñas heridas, deseando que fuesen profundas pero nunca me atreví, no en ese momento, recuerdo que sentía mucho alivio y que las lágrimas dejaban de salir por sí solas.

En ese lugar conocí a Mymy, a Alejandra, a John, a Beatriz, a Laura, son ellos con quien me junté e hice amistad durante dos años y seis meses. Ese mismo tiempo asistí a la preparatoria abierta sin conseguir terminar sólo me gradué de la carrera técnica. 

Debo mencionar a Verónica, amistad que conozco desde segundo de primaria fue un dolor de cabeza, una niña demasiado ruda y que molestaba a los más débiles junto con otra chica de nombre Dixie juntas un tornado. Vero y yo asistimos  juntos a la secundaria en diferentes salones, cambio bastante, al concluir nos dejamos de ver un tiempo. 

El reencuentro muy emocionante y emotivo desde ese tiempo fuimos inseparables hasta que decidió traicionarme y divulgar todas mis fechorías y vida de mis padres en facebook. "Tu mejor amiga puede ser tu peor enemiga", aguas!! Su traición se encuentra más adelante,

 Durante mi tiempo en la preparatoria conviví con Giovanni, con Jonathan, con Laura,con Víctor, con Yuriko, con Pamela, con Tatiana todos ellos mayores que yo, no considero que hayan sido mala influencia si no al contrario, me mostraron esa otra parte de la vida, que si no eres rebelde y no luchas por lo que quieres y por quien quieres ser el mundo te pisoteara. Con quien hice mayor hermandad fue con Tatiana, ella decía que me quería y que me haría hombre, y que con ella iba a dejar de pensar en tonterías. 

Le dije en forma de reto que se atreviera, y así fue como empezó mi gran amistad con ella, íbamos a bares y bailar y a meternos drogas, inhalamos y fumábamos, corríamos como locos y siempre a diario antes de que dieran las nueve ya estábamos dentro de la preparatoria abierta y minutos después llegaban mis padres en la camioneta, me rociaba de su perfume y me daba chicles, me la pasaba tan divertido con ella. 

Luego conoció a Víctor y ya éramos los tres en los bares bailando y bebiendo, cuando Vic, se distraía íbamos a fumar hierba y tabaco, después regresamos aparentemente como si nada.