Historia temática LGBTT, donde habla de la vida de un joven mexicano y de todo lo que le acontece en su vida desde el primer momento en que sale del closet frente a su familia y de la reacción que esta tiene hacia esta situación, padres, hermanos, a...
Yo logré esquivarlo y quise salir corriendo pero sostuvo mi mano y me detuvo, se puso de frente a mí, me sostiene de los antebrazos y se me acercó mucho más de lo permitido y yo sólo me quedé inmóvil, me paralice y él me beso... Se despegó de mí, me miró y salió corriendo.
Yo me quedé pasmado, no salí hasta que termino la clase física, me quedé pensando cosas fantasiosas, también eróticas, que eso fue lo que rompió mi realidad y caí en ella, una vez todos adentro en el salón de clases, me vi forzado a seguir el día y me di el valor de entrar y sentarme en mi lugar, como era cotidiano recibir abucheos, bolas de papel en el rostro y gran variedad de señales groseras y obscenas, me senté en mi banca y enseguida entró el profesor de Español, materia que amé, sin embargo el tutor era peor que el mismo Diablo.
Comenzó a dar su clase y solicitó la tarea de la práctica anterior, como era costumbre la mayoría de los alumnos no la tenían terminada y muchos ni comenzada, eso lo hacía enfurecer y comenzaba a insultar, sí, así es, a insultarnos y a decirnos "que no tenemos cerebro, en vez a eso tenemos mierda, ya ni materia gris", "mediocres, buenos para nada", no podía golpearnos porque los padres se le iban encima, pero de haber podido hacerlo...
Se levantó de su escritorio y comienza a caminar entre los pasillos hasta llegar a los alumnos mejor parecidos y altos, mínimo hay entre cuatro y cinco alumnos bien parecidos en el salón, hasta que llega con él y yo lo noto y veo al profesor que empieza a masajear sus hombros y así él continúa dando su clase, de alguna manera eso lo relajaba, en eso él chico al que le he dedicado numerosas chaquetas me cacha la mirada y comencé a titubear y me incorporé en mi banca todo sonrojado.
Llegue a casa y sin pensarlo corrí al baño y le dedique una muy honorable, ya saben de lo que hablo. Al terminar me lavé las manos y me dirijo a la cocina, estaba mi madre, ( yo para en ese momento yo no les había hecho ningún comentario y mucho menos mencionado sobre lo que sentía por mi compañero de escuela). Sólo la miré, me miró y me preguntó qué sí todo estaba bien, a lo que respondí. Qué sí...
Corrí a mi habitación me cuestionaba por no saber si estaba bien lo que yo sentía y que estaba completamente seguro de lo mal que parecía, ésto por las creencias y educación que me impartieron y además por el dolor que esto les implicaría a todos, que estaba mal por sentir eso por un chico y no por una chica que eso socialmente (en ese tiempo) no era lo correcto. Por el qué dirán, por lo religioso que son mis padres y que tenía la creencia de que me iría al infierno, ya que me habían dicho que es pecado él estar con alguien de mí mismo sexo, que no es correcto.
En fin en global, creencias que con el tiempo se han aclarado junto con los paradigmas que esto me ocasionó, tal vez no aclarado, pero si ya razonado y entendido, que puedo estar bien o mal a base a mi criterio, criterio que cada uno se debe forjar. Criterio que al pasar el tiempo voy adquiriendo como experiencia.
Ya era el último año de secundaria y yo seguía igual, entre hablar y sin poder hablarle, ya que había miradas. Para mi sorpresa él me invita a la fiesta de su cumpleaños y le dije que sí iría.
Ya una vez estando en el paradero a nada de tomar el transporte me entra el pánico y termino no yendo a la fiesta, me dio mucho miedo y sólo pensaba en los momentos en que él me lastimaba en el colegio, recordé los momentos en que realmente era un amor, detallista y también en los momentos en que fue un cabrón, ojete frente a sus amigos.
Yo por él deje que rayara mi mochila preferida, ya que él se sentía graffitero y tenía su firma, creo que para mí eso fue lo que despertó el querer dibujar .
Ya después llegó el día de la despedida es el día en que todos dejamos una dedicatoria en la playera del amigo o amiga o perdedor del salón, así fue como recibí mi dedicatoria de parte de él. --Nunca te dejes ser menos, vales mucho. Te quiero- Atte. David.
Hasta la fecha la sigo guardando como un tesoro...
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