¿Carmina?

2 0 0
                                    

-¿Carmina?-. Algo retumbo en mi pecho, se me hacia conocido el nombre, pero, nunca en la vida lo había escuchado. Hasta ahora.- Carmina- repetí.

-Se que no era el momento indicado para decir esto, pero es que no pude evitarlo.

-Definitivamente no era el momento- me aleje de su agarre y camine por el puente.- Quiero irme- dije.

-Claro, donde gustes- alcanzo mi mano. La quite de repente.- No quiero lastimarte solo quiero que estas bien-.

-Dime algo- lo mire, justo a esos hermosos ojos verdes que me invitaban a besar sus hermosos labios de durazno.

-Lo que sea- contesto al segundo. 

-¿Sabias que yo iba a morir?- mi voz tembló.

Su mirada bajo a sus pies tan de pronto, me sentí triste por no seguir viendo esos ojitos.- Contéstame- dije fuerte, pero insegura. 

-Sí- sus palabras salieron despacio, desgarrando.

-¿Te dio gusto?- pregunte

-¡Que! Claro que no- volvió a mirarme lo cual agradecí mucho.- Te he extrañado por más de 100 años, pero jamas hubiera deseado tu muerte Lily, en vidas anteriores no había tenido contacto contigo, nunca me asignaron tu alma hasta ahora- soltó tan rápido que su pecho subía y bajaba con pesadez.

-Solo quiero irme de aquí- de pronto el lugar ya no me pareció tan cálido y lindo.

-¿Claro, donde quieres ir?- pregunto nuevamente tomando de mis manos.

-A casa con mis padres- susurre.

Sus ojos se llenaron de lagrimas, acaricio mi cabello y me dio una sonrisa triste.-Claro- susurro. Y antes de que yo pudiera decir o hacer algo, todo se nublo volviéndose pesado.


Mis rodillas estaban contra el pasto mojado por el rocío, ese olor era tan conocido, tan mio. Alcé la mirada y vi esa casa, con esos columpios moviéndose por el aire. Mi hogar. 

-Ve- me miro- Ve con tus padres- corto el silencio.

Lo mire y salio una sonrisa de mi boca.-¿Puedo?

-Claro, ellos no te verán, pero tu si, esto es parte de ser un Ángel.- me insiste con su mirada a caminar dentro del jardín.

-De pronto ya no me siento bienvenida, mi madre esta en la cocina lavando los trastos y mi padre recoge la mesa moviéndose a una sinfonía melodiosamente triste. Mis pies cruzan la puerta de la entrada, me acerco a mamá, toco su mejilla y rápidamente voltea a verme, le sonrió pero ella a mi no, camina atravesando mi cuerpo y cierra la ventana.- No, mamá soy yo.- digo, pero ella no me escucha.

-Termine acá- dice ella a mi padre.

-En un momento te alcanzo- contesta el.

Mi madre sube las escaleras, paso a paso como si la vida pesara, sube directo a mi habitación la cual sigue justo como la había dejado, Toca mi almohada y se recuesta sobre ella, empieza a sollozar.- No se cuanto pueda aguantar sin ti mi vida.- dice entre lagrima.- Como te extraño, hija-. Hay mami yo también te extraño con toda mi alma.- Toco su cabello, pero ella no se mueve. 

Por primera vez lo llame.

-¿Qué pasa hermosa?- dice al segundo que esta ahí conmigo.

-Sácame de aquí.- lloro


Una vez estando en la granja donde "vivía" me acerque al durazno que había mordido en la mañana, seguía fresco y jugoso, lo pase por mis labios y lo mordí. Un sabor extraordinario invadió mis sentidos.

Voltee a verlo y lo tenia justo a mis espaldas, subí mis brazos por su cuello, pegue mi cuerpo al de el y lo bese. Necesitaba sentir un contacto, era él. 

Una nube se cruzo por mi cabeza invadiéndola por completo, pero no quería dejar de besarle, no quería dejar de sentirlo. 


Me desmaye perdiéndome en la dulzura de su boca de durazno. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 24, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

"Siempre te amare"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora