Sus ojos verdes eran aún más intensos, comencé anotar su cercanía, su cuerpo, su temperatura, su respiración y sus labios ya me estaban tocando. Abrí la boca para recibir sus labios, pero una penumbra me envolvió.
Los ojos me pesaban me costaba tanto despertar e intentar recuperarme, me levante como pude, al instante estaba llamando a Kyle con el pensamiento, lo pare no quería que estuviera necesitaba un minuto conmigo.
Me levante de la pequeña colchoneta que había como cama, camine por la casita en donde me encontraba, tenía toda la pinta de parecerse a una casa estilo de granja, mis tíos tenían una y me encantaba viajar ahí, me divertía entre el pasto largo y los animales, sobre todo con los patos. Un espejo se cruzó en mi camino y no dude en mirarme, de pies a cabeza me veía diferente pero seguía siendo yo, mi cabello estaba a la altura de mi ombligo de un castaño dorado, brillaba intensamente, como un cabello sano pero esto es casi imposible de lograr en la vida real, nadie puede tener un cabello como este, mi piel era blanca y matizada con color en mis mejillas, daba la pinta de ser una muñequita de porcelana de esas que coleccionaba mi tía- abuela, mis ojos eran castaños pero el color era tan parecido a la miel pura que mi tío solía cultivar en su granja, se veían como oro, mi cuello se ve largo y delgado, mi pecho incluso se ve más grande de lo que solía estar, no es que haya estado obsesionada por tener un busto grande pero ahora que lo tenía no me molestaba en nada, alce la blusa azul cielo que me vestía y mire mi vientre, era tan plano y marcado. Los ángeles alcanzamos una perfección casi dolorosa para la vista de la gente mundana. No se soportaría tanta belleza en un solo cuerpo.
-Si tan solo hubiera llegado un poco más tarde, no sé qué te estaría viendo- Me asuste al escuchar la voz de Kyle que va entrando con fruta en sus manos y una sonrisa descara.
-¿No te vas al infierno por tener esos pensamientos tan descarados?- pregunto enfadada pero divertida
-No, no creo, tampoco es que Dios tenga audífonos y nos esté escuchando- suelta una carcajada y le da una mordida al durazno, sus labios se manchan por el jugo de la fruta y me dan ganas de lamerlos.
Kyle se acerca a mi como si fuera su presa, sus ojos mirándome de arriba abajo, siento en el centro de mí estomago una punzada mientras que mis piernas quieren hacerse agua.- Traje fruta para que comas- susurra muy cerca de mi cara, inhalo su aire. Tan delicioso.
-Gracias- me atraganto. De repente me viene un flechazo del beso que nos dimos ¿o no?- Kyle- susurro cuando él ya está lejos
-Dime- contesta como si nada
-Yo quería saber algo- porque tan de repente estoy tan tímida con él, me retuerzo los dedos de las manos
El me mira rápidamente y se acerca lento pero rápido- Te escucho
-Bueno…- dudo- ayer, antes de que amaneciera aquí, recuerdo que paso algo, o bueno no se tengo una imagen nuestra, como cuando a una película le pones pausa y se queda quieta.
-¿Qué imagen tienes en esa cabecita?- me toca con su dedo en la sien
-Estamos tú y yo- bajo la mirada y me veo los pies, no había notado que estaba descalza
-¿Tu y yo que?- dice mientras coloca un dedo en mi barbilla y la alza para mirarnos
-¿Nos besamos?- pregunto en un hilo de voz
Sus mejillas se colorean más y sus ojos brillan- No
Una punzada de decepción se clava en mi pecho, pero siento alivio de no haberlo hecho, al menos hubiera querido recordar cómo se sientes sus labios en los míos- Ah- susurro
-¿Quieres hacerlo ahora?- pregunta con esperanza. Un escalofrió me recorre todo el cuerpo.
Lo miro con la misma intensidad que él me mira, me acerco a su boca dejando espacio, espacio que el cubre rápidamente, siento la suave piel mojada en mis labios secos, abro la boca y espero a sentir sus labios pero lo único que siento es una nube espesa que me abraza. ¡No otra vez! ¡No otra vez! – No- digo y me alejo dejando a un Kyle confuso que me mira extrañado esperando a que le diga algo.
Le sonrió tímidamente- Aun no te conozco del todo- digo, esperando a que se crea tal cosa
Sonríe mordiéndose el labio, labio que yo hubiera querido morder- Bueno, lindura tenemos todo el tiempo que necesites para conocerme- se acerca a la fruta y agarra una manzana, me la tiende para que la tome- ahora come, que quiero enseñarte algo- dice autoritario y sale de la casita.
Kyle me toma de la mano, la cual agarro al instante- te llevare a un lugar que te va a encantar- le sonrió de vuelta y seguimos caminando.
-Oye no dices que aquí en el cielo no hay horarios, entonces porque anochece y amanece
-Bueno, si hay un día, una tarde y una noche, pero no hay hora, aquí el tiempo está congelado. No avanza, necesitamos el sol y la luna por las cosechas más que nada, pero no es algo que sea muy importante.
-Entonces, aquí no se sabe ni a que día estamos ni a qué hora, siempre es el mismo día
-Siempre- Kyle me sonríe tristemente.
Suspiro, seguimos caminando.
-Bien, ahora quiero que mantengas los ojos bien abiertos- me sonríe y aprieta mi mano. Puedo notar su entusiasmo.
Miro el cielo del atardecer es de un naranja hermoso, va pasando a ser de un rojo sangre a un morado intenso, el color se va degradando hasta llegar a un azul rey y finaliza con un negro casi irreal, un negro que se pinta con estrellas blancas plateadas y una luna amarrilla, casi duelen los ojos por tanta luz, me quedo anonadada por la hermosura, mis ojos viajan de aquí allá en un cielo interminable, caigo en cuenta de que estamos sobre un puente de madera y un lago bajo nosotros está quieto, como si fuera un espejo que refleja todo. Todo esta tan quieto que incluso podríamos ser una pintura.
-Cuenta la leyenda- interrumpe el silencio Kyle con su voz grave- que esto lo creo un poeta.
Lo miro extrañada, quiero que me cuente más, así que me concentro en la historia.
-No era un poeta reconocido, sus letras y rimas jamás fueron escuchadas ni leídas, dicen que sus poemas eran sentimientos plasmados en papel con tinta, dicen que no había poema al que no te resistieras, un día ese poeta no aguanto el fracaso y se suicidó, entonces como sabemos él fue a dar al otro lado, por mucho tiempo se quedó en depresión, pero un buen día tomo carbón y empezó a rimar sus sentimientos, se fue limpiando y llego a estar acá, inspirado en el amor y en los sueños y en todo lo que puedes lograr, creo esto- señala el lugar con una sonrisa en la cara- aquí solía venir a escribir siempre que lo necesitaba.
-¿Y ahora dónde está?- pregunte
-Ahora él es un Angel Anziano, recuerdas que te hable de ellos
-Si- asiento sorprendida- Son los que llevan el poder del libro blanco y negro
-Así es, bueno ahora él está ahí, es uno de los más grandes
-Wow- musito
Después de unos minutos en silencio siento las manos de Kyle en mi cintura, me mira con su familiar mirada y dice- Baila conmigo- me toma de las manos, una va directo a su cuello y la otra la sostiene en lo alto con la suya, me recargo en su pecho y comenzamos a bailar lentamente con la música que nosotros transmitimos
-Tardaste mucho en llegar Lily- susurra en oído
-¿Me habías estado esperando?- le pregunto confundida aun recargada en su pecho
-Ya hace más de un siglo que te espero, mi dulce Carmina
-¿Carmina?- pregunto consternada.
ESTÁS LEYENDO
"Siempre te amare"
RomanceUn amor, la muerte, el adiós y una nueva vida comienza para Lily Campbell dando un giro revolucionario, todo dependerá de la decisión de esta chica. ¿Ella salvara el cielo de los ángeles caídos?