MAFUYU~♡

SEVEN

MUERAN
MUERAN
MUERAN
MUERAN
MUERAN

Solo esas palabras se repetía una y otra vez en la cabeza de Rocma, mientras desgarraba con sus colmillos la carne de los lobos que no habían conseguido alejarse de ella...

—Grrrrrrrrr— vió al ahora deforme cadaver de lobo que tenía bajo sus garras. No era suficiente, necesitaba más y más y más...

Olfateo el aire, y sintió el olor de sangre fresca. Quizás era algún lobo que al ser herido por sus ataques, había intentado huir de ella.

Pero no lo lograría.

Sin pensarlo dos veces, fué corriendo en cuatro patas trás el rastro, alejándose de la costa del icebrg.

—Wuaaaaaa—

—No llores Shiro, ya pasó ¿Ves? — decía el doctor mientras le mostraba la jeringuilla llena de sangre al lobo.

—C-creo que me voy a desmayar—

—Vamos, no es para tanto— mientras decía eso, esparció la sangre que había conseguido por las ventanas y la puerta.

—¿Crees que habrá valido la pena? —

—No lo sé, pero al menos lo
intentamos—

—Ugh...—

Inmediatamente, se escuchó un golpe fuerte porvenir de afuera. Y otro más.

—¿Q-que fué eso? — preguntó Shirogane mientras se escondía detrás de su amigo.

—La ayuda...  o eso espero—

Otro golpe, y otro más. Provenían de una de las ventanas rociadas con sangre. Y la tensión en el ambiente aumento cuando el ruido se detuvo durante unos segundos eternos.

—¿T-terminó? —

CRAK

El vidrio de la ventana se rompió en un fuerte estallido, dejando entrar en un salto a la osa.

—¡Rocma! Me alegro tanto de verte—gritó el búho corriendo hacia ella a recibirla com los brazos abiertos.

—Grrrrrrr—

—Eh...  ¿Yukisada? — dijo Shirogane, al ver como el búho se detuvo de golpe.

—Grrrrrrr—

—Se vé más enojada de lo usual—

De un salto, Rocma atacó a Shirogane dejándolo debajo suyo.

—AAAAAAAAAAAAAAH—

—E-espera Shiro—

Mientras el lobo sujetaba la mandíbula de su atacante con ambas manos para que no mordiera su cuello, el búho fue corriendo a la cocina y regresó con una...

—¡RÁPIDO, NO PODRÉ AGUANTAR MÁS! —

—¡Mantenla quieta!—

—¡COMO SI FUERA TAN FÁCIL! —

—¡Cállate y hazlo!—

Ante las poco común palabras de Yukisada, Shirogane empleó toda su fuerza para mantener quieta a la bestia salvaje que se hacía llamar Rocma.

TRACK

El ave tomó con fuerza la empuñadura de su sartén y la utilizó para golpear la cabeza de la osa. Inmediatamente, calló inconciente sobre Shirogane.

—¡Quitamela, quitamela!— sollozo.

—Tranquilo, ya pasó... Solo espero no haberla herido— dijo mientras rodaba el cuerpo inconciente hacia un lado.