Pasábamos noches enteras charlando al teléfono, por mensajes o whatsApp. Nunca tenía suficiente de ti, mejor dicho, era lo contrario; solo te deseaba más.
Un día fuimos al acuario, yo quería preparar una cita más elaborada, una en donde te dejara deslumbrada. No querías ir a una cita, dijiste que te gustaba más el terminó "salida", obviamente no refuté, salida o cita estarías conmigo.
Caminamos a la entrada y tú tomaste mi mano tímidamente, fingí no darme cuenta que temblabas y entrelacé mis dedos para corresponderte; recorrimos el hermoso lugar tomados de la mano.
Llegamos a un cristal que mostraba los peces tropicales y la flora acuática, te pegaste al cristal y viste maravillada lo que nos rodeaba, mientras que yo te veía a ti; cada expresión era un tesoro para mí, pero mi preferida era tu sonrisa.
Nos adentramos al túnel cubierto de cristales transparentes, la tenue luz que nos alumbraba el camino era perfecta para presenciar el agua azulada que rodeaban a los delfines y peces. Levanté la vista observando más allá de lo solía hacer, aunque había visitado el acuario muchas veces jamás lo vi como ese día; era la muestra de lo bello que podía llegar a ser el mundo y tu presencia lo hacía incluso más especial.
Te miré bajar la mirada al suelo, tu expresión era sombría, no me gustaba para nada. Iba a preguntarte que sucedía, pero tu apretaste mi mano y una lágrima rodo por tu mejilla. Sostuve fuerte tu mano y con la que tenía libre sequé tu rostro, acaricié tus pómulos suavemente y nuestros ojos se encontraron; tu profunda tristeza atravesó mi mirada y al no saber qué hacer me acerqué y te besé castamente en la sien.
Quedaste mirándome fijamente, mi corazón latía apresuradamente y bajé la mirada a tus labios, en ese momento no lo dude y te besé. Me correspondiste enseguida, nuestro beso fue suave, pero reflejaba nuestros sentimientos más profundos. Nuestros testigos fueron los delfines que se acercaron al cristal para vernos de cerca.
Mi interior se encendió y si antes pensé conocer lo dulce, hoy había descubierto que tu sabor sobrepasaba el chocolate, Tú te volviste mi sabor preferido.
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Me rehúso a dejarte © [COMPLETA]
Conto¿Sabes lo que se siente perder a alguien? ¿Es duro verdad? Losé, yo también la perdí... Ella era parte de mi todo. Los susurros de mi alma, los lamentos de mi corazón, mi complemento perfecto. Amaba sus castaños cabellos que caían en cascada a...