Menuda travesia

175 13 4
                                    

Nos hacinaron en camiones, no había sentido tanto agobio en toda mi vida y para rematar la jugada a Dani lo habían destinado a  otro camión pese a ser de la misma compañía. La parte buena es que a medida que pasaban las horas la gente empezaba a cantar (algunos mejor que otros) mientras que otros contaban historias para rebajar la tensión.

Las horas pasaban lentamente por aquellas carreteras estrechas y llenas de baches, cada vez mas gente en mi camión se empezaba a encontrar mal, la moral bajaba rápidamente, pero por suerte para nosotros hicimos una parada antes de cruzar la frontera francesa.  

-Dani por fin te encuentro, ¿que tal el viaje?

-No quieras saberlo,no es demasiado agradable.

-Vale...

Tras unos minutos hablando, nuestros oficiales nos comunicaron que era hora de comer, así que sin rechistar nos dirigimos hacia la improvisada cocina que habían montado y posteriormente a las mesas.

Apenas tres horas mas tarde me estaba despidiendo de Dani antes de volver a montarme de nuevo en mi correspondiente camión,no podía conseguir dormirme (aunque por ganas no seria) así que me dedique a observar el paisaje que nos rodeaba y ha charlar con otros cadetes.Por el camino vi un grupo de tanques Saint Chamond escoltados por los pequeños Ft-17 y por algunos vehículos blindados.

Cuanto mas nos acercábamos a París más controles nos encontrábamos, por no hablar de las largas caravanas de soldados que dejábamos atrás. Tras 15 horas más por carreteras echas polvo llegamos a París. Una vez allí nos hacinaron a mi y a mi compañía en un viejo palacete,ya era medianoche y nadie sabia que ordenes íbamos a recibir, la incertidumbre crecía a medida que pasaban las horas pero al apareció un general y nos informo de que en la tarde del día siguiente marcharíamos hacia el frente.

Tras conversar un rato con Dani decidimos madrugar al día siguiente y aprovechar para ir a comprar cigarrillos a una tienda de ultramarinos y de paso a darnos una alegría al cuerpo visitando algún cabaret cercano. Teníamos que aprovechar al máximo las que podían ser nuestras últimas horas de vida.

70 metros para 3 hombresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora